La teleportacion. Capitulos 8-9 y el epilogo. Part

Áîðèñ Àðòàìîíîâ
                Cap;tulo 8. Pesca en aguas turbias.
          El d;a siguiente, Albert visit; los apartamentos de tres amigas de Nadia y no hab;a nadie all;. En su propio apartamento hab;a corrientes de aire ya dos d;as y la temperatura cercaba al punto de congelaci;n. Tambi;n hac;a fr;o en el apartamento de Sveta. No puso nadie los cristales nuevos en vez de ;stos rotos con las culatas de rifle de asalto.
          -No est; nadie en los todos los tres apartamentos. Poco probable que fuera coincidencia. Hay algo malo, - Albert concluy; despu;s de regresar desde el viaje corto. - Tanto m;s, todav;a est; haciendo la noche en Mosc; ahora.
          -Incluso, no lo dudo, - el viejo respondi;. - T;, como un erudito, analista, intenta calcular, ;c;mo cada lado hoy actuar;? Luego, agregar; mis propios consideraciones si difieren. Si ya he ayudado para sacar de la mierda a este retrasado Tolik, que descanse en paz, cual debido a su tonter;a tropez; con ;sta de nuevo y muri;, cuanto a estas amigas, justo debo rescatar a ellas.
          En ese momento, Olesya estaba esquiando con sus nuevos esqu;s. Los todos intentaban no mencionar en absoluto en presencia de ella los eventos en Mosc;, para que no hablaran por casualidad de la teleportaci;n. En el momento de escapada de Nadezhda, Paul inform; por adelantado a la cajera ferrocarril el tren y lugar y le bien pag; a ella. Despu;s de eso, inmediatamente se teletransport; a la casa y sali; con Olesya a Novosibirsk, llev;ndola de la casa como de costumbre, sin que los vecinos les notaban juntos. Subiendo en el autob;s donde la gente local puede conducir, los ambos decidieron fingir como si no conocer;n uno a otro y s;lo despu;s de subir en el tren Krasnoyarsk-Tashkent, ellos dejaron de esconder de los dem;s, lo que ellos est;n viajando juntos. El examen de esa videocaseta funesto, tambi;n el viaje a Novosibirsk, todo esto era las excepciones. Sobre el resto de casos, Paul intentaba no informarla, porque tem;a por ella.
          Nadia no lloraba, sino fue frustrada, debido a la desaparici;n de todos tres, especialmente de Lena. La ;ltima ;sta trabajaba para el departamento formado ilegalmente, del cual los organizadores fueron mantenidos al corriente de todas sus hablas que fueron grabados imperceptiblemente. Y ellos sab;an bien que no podr;n recibir m;s a;n alg;n conocimiento desde ella y pronto ellos no la necesitar;n. Ya hace tiempo ella no trabajaba m;s en la cantina, pero fing;a delante de las amigas como si estuviera trabajando todav;a. Cuando ella dec;a a las amigas que era al trabajo, era verdad. No era verdad, en cual trabajo ella era.
          Han pasado dos horas.
          -;Y qu;? - el viejo pregunt;.
          -Hay muchas versiones, dif;cil elegir. En unas horas es probable que yo pueda dar tal forma de ellas para ser posible hacer un plan, pero a pesar de eso ser; algo como una ecuaci;n con muchas inc;gnitas. No impedir;a encontrar m;s a;n de los datos. Ahora voy de nuevo all;.
          -Tambi;n, verifica los buzones de las todas tres.
          -Es correcto, Albert estuvo de acuerdo. M;s a;n no impedir;a permanecer en cada de cuatro apartamentos durante diez minutos, incluyendo el m;o. Puede ser, un tel;fono llamar;a o los vecinos preguntar;an algo. Tendremos alguna informaci;n m;s. Ser;a mejor hacerlo juntos. T; tomas dos apartamentos y yo tambi;n tomo dos. As; ser;a m;s r;pidamente.
          -Ve solo a los apartamentos, - el viejo respondi;. - Porque en este momento, subir; a las instituciones que no puedes entrar. Por ejemplo, la oficina de Paukov.
          -;Es cierto!
          Albert estaba sentado en cada apartamento durante diez minutos con un preciso al segundo, pero sin resulto. Tambi;n no hab;a nada en los buzones. ;l verificaba su propio apartamento fr;o por ;ltimo. Sin embargo, una nota estaba en su propio buz;n. Era un telegrama de tres palabras: "salva todos f;cil". Ahora ya ;l ten;a algo.
          Inmediatamente, Albert entendi;, quien es el autor de telegrama (valiente, traviesa y f;cil). A la vez, esta nota no pod;a ser una trampa, porque no invitaba a nadie ni en ninguna parte ni daba ninguna informaci;n excepto la principal: la peor versi;n fue afirmada.  Probablemente, Lena decidi; como si fuera mejor actuar de tal manera y no calcul; correctamente. Kashin y su compa;;a, ellos entendieron que ella se volvi; contra ellos y la encerraron en alg;n lugar. Pod;a ser que ya la han eliminado, pero no hab;a ning;n deseo pensarlo. Si ella est; viva, ello significa que la eliminaci;n de ella era conectada con las dificultades t;cnicas o al fin ellos van a usarla como una reh;n o como cebo. Por esta raz;n, ellos no retiraron el telegrama que fue enviado anteayer de Mosc;. Lo significa que Lena no est; con ellos bajo su custodia m;s de que dos d;as, pero Valya y Sveta fueron capturadas antes. Cuando Albert regres; y comparti; por poca informaci;n que fue obtenida, el viejo estaba de acuerdo con estas suposiciones, pero estaba preocupando que no logr; nada saber ni en la oficina de Paukov, ni en los lugares de aparici;n probable de Kovalev, donde ;l hab;a creado las ;reas de aparici;n debajo de las mesas, ni en los apartamentos de todos los tres jefes del departamento criminal en la casa cerca de metro "Studencheskaya", ni en los apartamentos secretos.
          -No es sorprendente no recibir ninguna informaci;n durante tal corto per;odo, - Albert concluy;. - Todos tienen muchos otros casos, tambi;n ellos pueden estar sentados y callando en sus oficinas durante las horas. ;Tengo idea! Debemos hacerles hablar y parece que yo lo s; de cual manera hacerlo.
          El viejo no estaba contra un plan que fue inventado por Albert. Ellos ambos rieron cuando Albert lo formul; en voz alta. Sin embargo, ;l aconsej; a Albert m;s detalladamente calcular y reflexionar sobre todos, antes de actuar. Del lado de enemigos hay una posibilidad de usar los reactivos para marcar a la persona. Incluso las polic;as tienen tal cosas. Tambi;n hay una posibilidad del uso de peque;os transmisores que irradian alguna se;al, para triangular su posici;n y saber la localizaci;n de objeto y descubrir todos los lugares de su aparici;n probable. Finalmente, es probable del uso de las sustancias radiactivas que es muy peligroso para saludad, por lo tanto, el uso es menos probable, pero no es excluido completamente. Ellos pueden estar listos y en el caso de aparici;n probable de los objetos, r;pidamente, es posible incluso aplicando un equipo especial, a conectar al cuerpo o a la ropa alguna cosa impura. Extremadamente poco probable una emboscada de combatientes con las armas desbloqueadas que tienen el orden para tirar a matar en el caso de algunas "milagros". Sin embargo, ser;a mejor considerar todo que es posible.
          Como comienzo, Albert decidi; usar la tienda central de comestibles #40 que est; ubicada en uno de los edificios del bloque de mala fama en Lubyanka. Para actuar sin atraer atenci;n antes de lo estar;a necesitado, al principio ;l decidi; no poner ninguna m;scara, sino ha comprado una chaqueta de cuero, comparativamente debajo costo, pero abrigada, y un su;ter barato, siguiendo el ejemplo de los asesinos de Tolik. En la tienda #40, la cajera de secci;n, donde los vinos caros eran vendidos, estaba charlando agradable y apasiona con un cliente que era vestido caro, pero mal gusto. Ella prolongaba maliciosamente el servicio, estaba contando el cambio demasiado largo. Parec;a no era un flirteo, sino una visita del hombre necesario. Detr;s de ;l, una cola de tres personas ya se ha formado. Ellos esperaban callando, pero con irritaci;n ocultada. De repente uno de ellos saco el cuello del su;ter, cubriendo la parte baja de cara con ello hasta la nariz. Luego, ;l se acerc; abruptamente hacia la cajera y la bes; en los labios a trav;s del su;ter, abrazando el cuello por la mano izquierda y por la mano derecha agarr; el dinero equivalente de cinco buenos salarios. La cajera grit; fuertemente, toda la gente qued; desconcertada, pero Albert grit; m;s a;n fuerte: ;Fuego! ;l dio brutalmente una patada a la mano que intent; cogerlo, salt; a trav;s del mostrador y empez; a escalar arriba sobre la estanter;a, donde muchas botellas con vino estaban de pie, rompiendo parte de ellas. Todos se volvieron al lado del "espect;culo", pero el perturbador repentinamente despareci; delante de todo el mundo.
          No obstante, las botellas rotas y dinero perdido eran bastante reales y es imposible hacer a los fantasmas ser responsables de eso. Una muchedumbre se ha reunido.  Un grupo de tareas lleg;, los miembros de cual todos eran vestidos de civil, pero todos los testigos oculares dec;an algunas tonter;as. Por si acaso, ellos interrogaron r;pidamente a la gente sobre las se;ales distintivas del perturbador y empezaron a verificar los documentos de mucha gente en las salidas de la tienda. Por supuesto, todo esto no dio ning;n resultado.
          Las salidas todav;a eran bloqueadas, pero de nuevo el grito y ruido son; en la sala. De nuevo un "hombre invisible" salt; desde alguna "inexistencia" con la cara cubierta a medias por el cuello de su;ter. Despu;s de agarrar un paquete de dinero ;l como si se disolviera en el aire. El jefe del grupo ya empez; a consultar en la radio con sus superiores, de lo que en la tienda alguna diablura est; ocurriendo sin cesar, a pesar de lo que todas las salidas son bloqueadas y debido a esto no es suficiente de empleados, porque en tal situaci;n ellos est;n necesitados no s;lo cerca de las salidas, sino tambi;n dentro de la tienda. Ellos necesitaban muchos testigos especialistas, porque todos los testigos oculares eran personas civiles y prestan algunos testimonios absurdos. Las polic;as de altos rangos empezaban a comprender de que lo que est; ocurriendo, ir m;s all; de su competencia y ellos ten;an derecho con la conciencia tranquila cargar este "dolor de cabeza" al FSB. Los detectives y mucha gente curiosa merodeaba a trav;s de toda la tienda. Ellos compart;an en;rgicamente sus impresiones, todos deambulaban de cabo a rabo sin prestar atenci;n a la tercera dimensi;n, es decir, a la altura. De repente un grito son; de all;:
          -;Ordeno mirar aqu;! ;Todos mirad aqu;! ;Estoy aqu;! - alguno psic;pata gritaba de arriba. - ;Apartaos! ;Ahora la explosi;n y fuego va a ser!
          Una botella de champa;a cay; encima, se rompi; con el sonido fuerte e inmediatamente oli; a la gasolina. Una antorcha cayendo encima, encendi; el charco. Toda la gente logr; escapar al lado a una distancia suficientemente segura. Tiros al aire sonaron, pero el hombre del momento ya logr; desparecer. Unos visitantes asustados se lanzaron a la salida. Sin embargo, hab;a menos de tal gente y el gent;o que fue formado por ellos en las puertas, era bastante seguro. Unos del resto fueron abrazados por ;xtasis pero ellos intentaban esconderlo, porque eran t;midos de esta emoci;n. Su alegr;a era natural: ;D;nde y cu;ndo m;s a;n puede ver tal "fuego artificial"? No hab;a v;ctimas. El fuego fue pronto apagado con los extintores de incendios. Ello no logr; abrazar algo m;s y estaba quemando s;lo menos que un litro de gasolina en el piso de piedra. A pesar de eso hab;a mucho humo, pero mucha gente no quer;a abandonar la tienda para mirar que ocurrir; despu;s.
          En este momento un hombre vestido de la chaqueta de cuero, pregunto a la vendedora en una tienda l;cteos en la calle Sr;tenka, c;mo llamar por su nombre y patron;mico al gerente de la tienda. Como si ;l vaya a mostrar y posible vender a ella una alfombra de felpa que es tra;da desde Bak;. Despu;s de eso, ;l pas; al corredor sin ninguna interferencia, pero no vino a gerente, sino se acerc; hacia un grupo de los cargadores que estaban sentados en su espacio auxiliar. Ellos estaban narrando an;cdotas uno a otro y al principio no prestaron atenci;n al intruso.
          -;Oye, t;o! ;Deja mi albornoz! ;De d;nde viniste tan descarado? ;Eres un novicio? - Despu;s de esta r;plica, los todos se volvieron las cabezas al lado de hombre que se puso sin permiso la cosa de otra persona, pero ese hombre desapareci; delante de todos y despu;s de eso una escena larga y callada se form;.
          En unos minutos en otro lugar, de nuevo a cerca de Lubyanka, un hombre con la ropa de obrero estaba entrando en una librer;a grande y llevando con dificultad un gran mont;n de basura que conten;a el cart;n, papel y tablas de madera. ;l subi; al segundo piso. No obstaculizaba nadie a ;l, incluso alguien ayud; para sostener la puerta en el momento de entrar. ;Es importante, qu; orden fue dado por los jefes a un ya sea a un obrero o barrendero? S;lo despu;s de subir al segundo piso cuando ;l ech; el mont;n cerca de mostradores, la vendedora grit; a ;l:
          -;Qui;n te ha permitido echar la basura aqu;? ;Qu; es lo que est;s haciendo?
          -Intento hacer un fuego de campo. ;No puedo hacerlo?
          Ella acaba de querer gritar: ";Milicia! ;Un loco est; en la librer;a!" Pero de repente call; y se congel; asustada, viendo el "Walther" apuntado a ella.
          -No tenga miedo. Usted no se quemar;. Incluso tendr; el tiempo para ver este fuego artificial. ;Es tan hermoso! - Albert pronunciaba en voz baja y sonriendo, regando el mont;n por una mezcla inflamable. Moj; una varita de madera, la encendi; y ech; en la media de "basura". Despu;s de eso, inmediatamente salt; al centro de flama encarnizado y despareci; en ello.
          -;Fuego! ;Arriba hay fuego! El alarma que se ha empezado arriba como si afirmara este mensaje pronunciado por la voz fuerte, pero una continuaci;n extra;a ha seguido:
          -;Qu; ocurrir; aqu; ahora! ;Todos mirad aqu;! ;Vosotros! Muchedumbre lastimosa de la gente. ;Cad;veres! ;Ganader;a! ;Hay un hombre entre vosotros o sois todos zombies sovi;ticos?
          En unos segundos casi todos que estaban en esta sala, miraron con indignaci;n a Albert y pod;an verlo claramente.
          -;Pendejo! - una voz enojada de alguien son;, pero el hombre del momento despareci; delante de todos de nuevo. Pronto visitantes y vendedores corrieron afuera. La congesti;n del tr;fico empez; a formarse debido a la multitud congregada, pero por un rato. El edificio fue salvado, sin embargo, la brigada de bomberos tuvo que trabajar mucho.
          En media hora m;s, todos los datos alcanzaron a Paukov de lo que estaba ocurriendo en las tiendas locales. Por si acaso, ;l llam; a Kovalev.
          -Grisha, excepto Kashin ;dedica alguien a los fen;menos anormales?
          -T;o Kesha, no lo escuch; en absoluto, es poco probable.
          -Si hablas, muy probable que es verdad, pero...
          Ahora otro tel;fono llam;. Paukov cogi; el tel;fono sin esconder su descontento.
          -Atenci;n. El dinero robado por m; en la tienda 40 y en librer;a que ahora est; quemando, est; en apartamento de Kashin. Estoy repitiendo.  El dinero robado por m; en la tienda 40 y en librer;a que ahora est; quemando, est; en apartamento de Kashin. Estoy repitiendo...
          -;Tonto! ;Jug; con su diablura! - la frase se ha escapado desde el General de FSB. - Grisha, espera un poco. Tengo los mensajes de todos los lados. No interrumpas la conexi;n.
          El General colg; la l;nea de donde las mismas palabras estaban repitiendo como un disco rayado, sac; de la mesa el walkie-talkie, extendi; la antena. Cuando se agach;, le pareci; como si alguna sombra acaba de titilar una vez debajo de la mesa masiva de roble y eso lo hizo mirar una vez m;s para asegurarse de que no hay nada all;. Largo, ;l no lograba obtener la respuesta del, pero la persistencia todav;a prevaleci; y gan;. Oyendo la contrase;a de Kashin que fue pronunciada con la voz ansiosa, Paukov lo interrumpi; ahora mismo.
          -Camarada Kashin, ;qu; era vuestra ;ltima misi;n?
          -Ese tipo, el contrabandista desde Suecia, alias Rey Negro.
          -;Lograste obtener algo?
          -Los compa;eros trabajan. Si necesita el informe inmediato, voy a preguntar a trav;s del aire y dar; los m;s nuevos datos a usted.
          -Creo. Trabajas bien. Yo dijera, incluso demasiado bien. La gente habla: “Cuando cortas madera, las astillas vuelan.” Sin embargo, ya no tenemos astillas, sino le;os grandes.
          -;De cu;l habla, Innokenty Nikolaevich?
          Sin prestar atenci;n al pretendo, Paukov continuaba:
          -Debes hacer tal casos juntos con nosotros. Todav;a tienes la posibilidad para rehabilitarte. Incluso ayudaremos y legalizaremos vuestra actividad. Pero ahora, vuestro objeto, a prop;sito, sabemos que ;l se llama Albert, ;roba y enciende las tiendas en el centro de Mosc;, asusta a la gente! Convoco a ti con urgencia. Este problema no es para hablar en el aire. ;A las tres de la tarde puedes?
          -Intentar;... Decir m;s correctamente, vendr; sin duda.
          -Y toma nota. Si, trabajando, cometiste algunas acciones que pueden ensombrecer nuestro servicio, por favor, lo enmenda que vea posible. Ojal; que ;por tu parte no hab;a tonter;as con consecuencias irreversibles?
          -;Afirmativo!
          -Bien. Espero.
          Despu;s de estas palabras, Paukov apag; y puso la radio al lado, sin olvidar para quitar la antena. De repente, Kovalev entr; a la oficina.
          -Perd;n, t;o Kesha, datos interesantes. Los compa;eros han triangulado a Kashin. Ahora ;l est; en doscientos kil;metros de Mosc; al norte.
          -;Puedes m;s exactamente?
          Kovalev acerc; hacia el mapa que estaba colgando en una pared y deline; un c;rculo con el dedo. El General tambi;n acerc; hacia el mapa.
          -De hecho, no es reconfortante. El radio es aproximadamente veinte kil;metros. No creo que en una ciudad. All; no hay ning;n nuestro afiliado, subordinado a Kashin. Debemos estar al corriente, qu; es esa dejaba burbujear que ;l ha organizado all;.
          -T;o Kesha. Usted no dijo nada de las mozas. Ellos est;n a punto de eliminar a la Pelirroja.
          El General ech; un vistazo a Kovalev, ya sea interrogativamente o con indulgencia y despu;s de la pausa, sumergiendo a la confusi;n a su subordinado, pronunci;:
          -Grisha, mi estimado, necesitamos la informaci;n. Y del cual modo ella fue obtenida... en suma, t; me has comprendido. No hay ninguna nuestra culpa en eso y podemos con una conciencia limpia... - luego el General como si buscara una expresi;n apropiada.
          -Nos lavamos las manos, ;correctamente, t;o Kesha?
          -Est; bien que eres tan astuto.
          Repentinamente, Kovalev se lanz; a la mesa y se agach;.
          -;Qu; te ocurri;?
          -Me pareci; como si alguien estuviera sentado aqu;.
          -Deber;as descansar, Grisha. Mucho trabajas. Sin embargo... - de repente Paukov record; que recientemente tambi;n not; alguna silueta debajo de la mesa. - ;Qu; has visto all;?
          -Imaginen... alg;n paquete, semejante a la ropa, no me preocup;. Un poco despu;s, ech; un vistazo con m;s atenci;n. Como si un ser humano estuviera sentado, pero en una postura incre;ble. S;lo un yogui avanzado podr;a estar sentado de tal manera.
          -;Justo lo que necesitamos! Ser;a mejor no compartas con el resto. De lo contrario, puede perjudicar tu reputaci;n. Reflexionar; sobre eso. Hay alg;n ant;doto siempre contra cualquier veneno.
          En este momento en la taiga lejana y nevada, en Siberia en el borde del pueblo, un hombre apareci; "de nada" y se dirigi; al pueblo casi corriendo, entr; en la casa.
          -;Y qu;? - Albert pregunt; impacientemente.
          -Kashin est; a doscientos kil;metros al norte de Mosc;. El radio de la localizaci;n probable est; a cerca de veinte kil;metros. Paukov est; en corriente de todo, incluso de Lena, - el viejo informaba, respirando con dificultad. Despu;s empez; a narrar en detallas lo que escuch;, terminando con tal palabras:
          -;Lo ves? Estamos haci;ndolo bastante bien. T; enturbiaste estas aguas. Yo atrap; un pececito.
          -Espera, espera, - Albert pronunci; con la preocupaci;n en voz. - ;Qu; tal si est; la localizaci;n probable de ellos en la dacha de mis padres?
          -;Ten cuidado! ;Tienes puntos, d;nde podr;as emerger, al menos en la distancia corta desde la dacha?
          -Tengo.
          -No oses aparecer dentro de repente. No lo es s;lo peligroso, sino puede arruinar el caso.
          -Lo entiendo.
          -Entonces, Dios est; contigo.
          Albert emergi; media kil;metro de la dacha y fue a la direcci;n de ella r;pidamente. No obstante, en vez de la valla anterior, hab;a una valla nueva, tambi;n de madera, pero m;s alta y s;lida. ;l salt; abruptamente a una altura. En segunda vez, logr; agarrar la parte alta de valla, tir; hacia arriba. Coloc;ndose las piernas contra la valla, ;l se levant; m;s alta y finalmente puso las manos encima, sobre la valla. Dentro no era nada cambiado, pero un guardia en el patio caminaba aqu; y all;, vestido del uniforme de camuflaje y con el rifle de asalto. Notando a Albert inmediatamente, ;l grit; enojado:
          -;A d;nde est;s subiendo, cabr;n?
          -;Esa dacha no es la vuestra! La gente vieja vive aqu;.
          -;Y yo estoy vigilando esa dacha contra los tipos semejantes a ti! ;Tienes algunas preguntas m;s a;n?
          En vez de responder, Albert  salt; atr;s, a la nieve.

                Cap;tulo 9. Bautismo de fuego.
          Ya hace tiempo Albert comprend;a con quien trataba. Comprend;a desde el momento, cuando la pistola que le fue regalada, ha desparado en primera vez. Estando en la flor de la vida, ciertamente ;l era capaz de reflexionar, al menos, no peor que Paul que a pesar de su edad pod;a calcular h;bilmente la situaci;n, pero pensaba largo, por lo tanto, no pod;a confiar a lo que ;l mismo ha decidido r;pidamente. Albert entendi; que Kashin ya est; de camino con sus compa;eros y despu;s de calcular el tiempo, sab;a el lugar, donde ellos est;n pasando en coche ahora. Ellos no ten;an raz;n a tener aqu; la escolta demasiado poderosa y ;l podr;a superarlos solo, despareciendo y apareciendo, desparando a matar y despu;s desparecer de nuevo. Sin embargo, las acciones deben ser coordinadas para m;s eficacia. La ;ltima idea lo hizo teletransportarse en la regi;n de Krasnoyarsk.
          Como de costumbre, Olesya sali; para esquiar, esta vez con Nadezhda. El viejo iba a aparecer en la casa en cualquier instante. Aproximadamente en cinco minutos ;l apareci; de hecho. Albert dijo la situaci;n.
          -En este caso debemos actuar juntos. Yo s; c;mo se llaman tus padres. Esta vez tengo que golpear a la puerta y preguntar, c;mo est;n. Cuanto a ti, este carcelero ya te vio.
          -Sin embargo, ;c;mo llegar;s all;?
          -;Olvidaste c;mo nos conocimos? ;C;mo yo estaba llamando a ti? ;C;mo espiaba todos los puntos de tu aparici;n probable?
          -Entonces, vamos a decidir c;mo actuaremos.
          En diez minutos todo fue decidido y Albert estaba agregando los cartuchos faltados a la pistola. Pronto los ambos aparecieron cerca de la dacha. El viejo se fue a la puerta de madera y despu;s de buscar en vano un timbre, golpe; suavemente. Albert estaba observando desde refugio lo que ocurr;a.
          -;Qu; quieres? ;Recibir en la cabeza con la culata de arma?
          -Perd;n. Llegu; a la dacha recientemente y quiero ver los vecinos. Los conozco. Ellos viven aqu;.
          La puerta abri;. El guardia levant; alg;n certificado justo a la nariz del viejo.
          -;Por qu; tengo que repetir a los todos? Temporalmente est; prohibido entrar. ;Lo no ves? ;Servicio de Seguridad Federal! ;Entendiste? ;Seguridad! ;O debo restregarte c;mo a una gata que se cag;?
          -Por favor perd;n, pero creo que deber;as limpiarte el culo con este certificado falso.
          -;Qu; dijiste, canalla!
          Un tiro son; entre los abetos y el grito indignado del guardia se convirti; en grito desgarrador. Albert ha sorprendido, c;mo el viejo logr; agarrar el rifle de asalto que ;l ech; a Albert inmediatamente. Albert atrap; el rifle.
          -;chalo m;s cuidadamente. Un accidente es la ;ltima cosa que necesitamos... ;Acu;state!
          El viejo entendi; el orden y cay; a la nieve como le;a. Sienta muy inc;modo debido al ruido del rifle de asalto. Unas balas silbaron cerca. La puerta del s;tano se cerr; tan r;pidamente c;mo se abri;.
          Albert con el rifle se teletransport; inmediatamente en el s;tano, venci; en la espalda con r;faga corta a quien que acaba de disparar y a la vez dio la vuelta atr;s. Los ojos no ve;an nada despu;s de la luz del d;a, pero ;l reconoci; la voz de Sveta.
          -;Alik, s;lvanos! ;Cuidado!
          ;l vio c;mo dos mujeres colgaron en la mano de guardia con chillido, intentando quitar el rifle de asalto. El guardia las empuj; brutalmente, ellas cayeron, pero el rifle cay; de las manos. Lena que acaba de acercar corriendo, intent; golpearlo en los huevos.  Parec;a que el intento logr; s;lo a medias, pero el tiempo fue ganado. El guardia no pod;a alcanzar el rifle, porque Albert lo estaba apuntando con el rifle de asalto.
          -Si disparas, dar;s tambi;n a tus perras con el rebote. Muchas balas, muchas posibilidades, - el guardia pronunci; con amenaza.
          Usando la confusi;n de Albert, de repente sac;  de pecho una granada y vocifer; con la voz hist;rica:
          -;Todos explotaremos! ;Todos nos caeremos muertes! ;Fuera o detonar; a todos y a m; mismo!
          No hab;a ning;n tiempo pensar y las ideas cambiaban una a otra como si independientemente. Albert s;lo not; que el seguro puesto todav;a no es sacado. Las ideas no pasaban con palabras, pero sonar;an as; si las interpretara:
          -Mi Se;or, no me dejes errar, no me dejes fallar...
          A la vez Albert despareci; y apareci; detr;s del enemigo inmediatamente dispar; a la mano que estaba sosteniendo la granada. La mano se balance; abajo como un p;ndulo. R;pidanente Albert agarr; la granada desde la mano y puso el chorro de aerosol de pimiento a los ojos. A pesar de eso, el enemigo no agarr; los ojos, sino el brazo herido. Todos que estaban dentro del s;tano, empezaron a toser, las l;grimas aparecieron. Entre el ruido, no oy; nadie el tiro que son; arriba.
          No obstante, Albert grit;: “;Soportad! ;No salg;is! ;Es peligroso!” - siendo previsor, ;l se teletransport; m;s all; del patio, cerca de  la puerta, ;l vio a los padres que salieron al porche eran p;lidos. El viejo Paul estaba de pie con la pistola en la mano cerca del guardia al cual ;l acaba de disparar y preguntaba:
          -;Es exactamente que no qued; nadie en la casa? Ellos pueden matar a Alik, a vuestro hijo.
          -Exactamente que no. ;l custodiaba a nosotros solo. Yo acaba de salir al porche y en este momento le disparaste desde el escondite, - el padre respond;a.
          -Oh, !Se;or, hasta d;nde hemos llegado! - la madre lamentaba.
          -;Paul, es yo soy! - Albert grit;. He neutralizado a dos en el s;tano. Nuestras mujeres est;n all;. ;Hay alguien m;s?
          -No. ;De verdad te hiciste un asesino? - la madre pregunt; con horror.
          -;Ser;a mejor si ellos mataran a todos nosotros? ;Son criminales! Despu;s… ;Todos a la casa! ;M;s r;pido! ;Estar aqu; es peligroso!
          Despu;s de estar seguro que los todos obedecieron a ;l, incluso el viejo, Albert se lanz; para abrir el s;tano del exterior. ;l movi; un cerrojo nuevo, no era conocido a ;l, pero no logr; abrir el s;tano. Tuvo que teletransportarse adentro.
          -Abr; la puerta afuera, pero no puedo abrir la cerradura.
          -Toma las llaves, las saqu; del bolsillo de ;l - respondi; una voz de mujer, tosiendo. El gas que fue expulsado del gas-pimienta, hac;a toser, ard;a los ojos. Finalmente, la puerta estaba abierta.
          -Salid todas una por una. Dejad el rifle y no lo toqu;is, ello puede funcionar e inmediatamente a la casa... a la casa. No est;is de pie aqu;.
          En unos minutos se hizo claro definitivamente que no hay m;s enemigos capaces de combate en la casa. Parec;a que todos ellos estaban vivos, pero con heridas graves. Los padres narraban, distray;ndose para emociones y exclamaciones, de lo que los tres jefes se fueron en el coche "Volga" negro. Cuando ellos empezaron a describir a estos jefes, todas las dudas desparecieron. Eran Kashin, Skolopendrin y Batogov. Los padres recordaron incluso el n;mero del coche que ya les ha aburrido.
          -;Oh, voy a orinarme encima! - Lena exclam; fuera de lugar. - ;Oh me orinar;! - y ella bruscamente se sent; en el sof;, riendo a carcajadas e hist;ricamente. Las l;grimas rodaban de los ojos, pero ella se estaba girando en el sof;, todav;a continuando re;r a carcajadas. Valya acerc; hacia ella y golpe; con toda la energ;a dos veces mejillas, una y otra.
          -Lena, ;date cuenta!
          Ella ces; de re;r y estaba mirando a la amiga que la golpe;, con los ojos bien abiertos, como si estuviera sorprendida.
          -;Estamos salvadas! Ya sea Albert o Renald con su amigo, nos ha salvado.
          -;Valya! ;No hay ning;n Renald! Est; solo. ;No hay ning;n hermano gemelo! S;lo un Albert existe. ;El ;nico! - y de repente el segundo ataque de risa la abraz; y ello era m;s hist;rico que el anterior.
          -;Hey, muchachas! - Albert exclam;. - Hay pedazos de alambres all; en la casa. Vamos cada de nosotros a tomar uno. La acostaremos y azotaremos a ella hasta la sangre, para que no pudiera sentarse! - dici;ndolo, ;l gui;aba con el ojo derecho.
          -;Verdad! - ambas amigas confirmaron.
          -;La ataremos hacia la mesa o hay una banca? - Valya pregunt;.
          -De hecho, deber;amos azotarla. ;Vamos a hacerlo! - Sveta adopt; con alegr;a. Albert vio claramente c;mo los ojos de ella se iluminaron. ;l sonri;, recordando que pronto va a reunirla con Olesya que es abrazada por la misma pasi;n.
          -Muchachas. No lo hag;is. Yo ya estoy calmando.
          -;Sab;is lo que estas canallas prometieron a nosotros? Que hoy, cuando ellos regresar;n, ellos iban a torturarla hasta la muerte durante unas horas. Despu;s de eso, la misma cosa ocurrir; a nosotros si no narramos, donde est; nuestra amiga Nadia con Albert. Ahora naturalmente, est; hist;rica - Valya explic; con la voz ansiosa.
          -Sin embargo, ;si ellos son criminales o agentes FSB? - el padre de Albert pregunt;.
          -Jur;dicamente, ellos son empleados de FSB que infringieron la ley y crearon el departamento ilegal sin informar a sus superiores, - Albert explic;. - Pero, gracias a unos datos valiosos que ellos han obtenido, ser;a naturalmente esperar que los jefes intentar;n cerrar los ojos a estos delitos. Incluso si no fuera posible sin encarcelarlos, los jefes usar;n la informaci;n y lavar;n las manos, como si el Servicio es desvinculado de estos delitos.
          -;Qu; delitos cometieron ellos?
          -Echad un vistazo a estas amigas de Nadia. Ellas son p;lidas, alteraciones nerviosas. Ellos deten;an a ellas ilegalmente en el s;tano sin calefacci;n y las mujeres ten;an que dormir sobre el piso de tierra. Y no es conocido, si tuvieran efectos adversos en la salud. Ellos no hab;an ning;n derecho manteneros en arresto domiciliario a ti y madre y cambiar la valla alrededor de la casa. Sin embargo, si todo esto es basura de tu punto, entonces en cuanto a ella, ellos la iban a torturar y matar delante del resto de ellas y s;lo Dios sabe, c;mo eso pod;a terminar si no intervini;ramos.
          -No obstante, no pod;is con vuestras propias fuerzas luchar contra la organizaci;n estatal, - la madre replic;. - Deb;ais quejaros a los superiores.
          -Ellos se fueron, porque un gran jefe, mayor-general radi; a ellos. Tengo la informaci;n exacta que ;l sabe de las mujeres que fueron capturadas ilegalmente y estaban en el peligro mortal. Y ;l no ten;a ning;n deseo hacer algo para liberarlas. Su lisonjeador le pregunt;: ;"Lavamos las manos en cuyo caso"? Y ;l respondi;: "Eres astuto".
          -;De d;nde recibiste todos esos datos?
          -Del camello, - Albert respondi;, usando un calambur ruso. - No os preocupasteis por m;. En cualquier caso saldr; de la situaci;n. Pensad de s; mismos. Ahora voy a llevar un coche aqu; y pagar; el camino. Urgentemente id a Mosc;. Aqu; hay unos n;meros de tel;fono. Necesit;is concitar el apoyo de las organizaciones de derechos humanos. - Albert sac; un cuaderno, arranc; unas p;ginas y escribi; r;pidamente algo. - Aqu; las direcciones est;n, donde deb;is narrar todo que ocurr;a y ser;a mejor visitar los todas. As; estar;a m;s seguramente. Eso os salvar;. Sin embargo, ellos no necesitan mucho a vosotros. Ellos necesitan a m;. Ahora est; bien, pero en la ;poca sovi;tica ellos os acusar;an por complicidad en el bandolerismo, es decir, por la agresi;n armada contra los empleados de KGB. Ahora ellos no lo necesitan. De todos modos no querr;an publicidad, por lo tanto, no complicaran la situaci;n.
          -Oh Se;or. ;Qu; vida es ahora! - la madre no pod;a calmarse.
          -Aqu; has recordado al Se;or a tiempo. Arrepi;ntete y cree en Evangelio.
          Desafortunadamente, las ultimas palabras no consolaron a la madre en absoluto.
          -Ahora, traer; un coche pronto, esperad.
          Albert not; que el viejo est; de pie dando la espalda.
          -Vamos, Paul. Tenemos que actuar juntos.
          Cuando acaban de entrar en el bosque, Albert explic;:
          -Traer; el primer coche para los padres. T; contratar;s el segundo, para muchachas. Subimos a la intersecci;n.
          Los ambos desparecieron y aparecieron en siete kil;metros de aqu;, en la carretera general de Uglich.
          -;T; lo sabes? Tus padres tendr;n que ayudar a la investigaci;n, hacer mi retrato robot. Es la raz;n de la cual yo di la espalda. Para que yo no fuera recordado por ellos demasiado exactamente. Les comprendo a ellos. Ellos tienen raz;n de su nivel del desarrollo y nada no es posible hacer contra eso.
          -Lo s;. Y ellos no ir;an al Am;rica ni por todo el dinero del mundo. Pero yo lograr; mandarlos a las direcciones que di. No hacer nada ser;a peligroso para ellos mismos. Y yo har; estallar a estos tres. Esta granada me es muy ;til. La quit; del enemigo en el s;tano.
          -Hicimos algo incorrectamente, - el viejo respondi;. - Arriesg;bamos c;mo en la guerra, aunque pod;amos actuar sin eso. Todo est; bien que termina bien y un ganador est; en lo cierto, sin embargo, ello no significa que  tendremos suerte de tal manera siempre. Recuerda la segunda tentaci;n de Cristo: para echarse abajo desde el almenaje del templo. Podemos considerar que lo hemos hecho. Combat;amos, recib;amos el bautismo de fuego.
          -Har; estallar a ellos sin alg;n peligro para s; mismo. Tengo que hacerse un asesino.
          -Dios es tu juez, pero no des ninguna oportunidad a ellos. Ese diablo casi mat; a nosotros del rifle de asalto cerca de la puerta. ;Gracias a Dios! ;Nos ha salvado! No dije en la presencia de padres. ;l est; muerto. Tenemos que evacuar a todas nuestras amigas fuera del pa;s.
          -Haremos.
          Pronto Albert encontr; un coche. El chofer, despu;s de recibir cien d;lares como avance, se precipit; al pueblo de vacaciones con gusto. Los padres estaban y;ndose, siendo contrariados no s;lo debido a lo que pasaba, pero tambi;n que Albert no quer;a irse juntos con ellos. Cuando ellos acaban de apartarse del pueblo, un coche estaba conduciendo a la direcci;n contraria. Parec;a a ellos que el mismo viejo est; sentado cerca de chofer que ayudaba a su hijo luchar contra los empleados del estado. Tambi;n pod;a ser que eso era otra persona. Ellos dudaban. Ellos no sospechaban que las mujeres liberadas est;n siguiendo atr;s en la carretera de Uglich.
          De acuerdo con los c;lculos de Albert, los tres enemigos principales estaban acerc;ndose hacia la aldea Ver;gino. ;l no se equivoc;, eligiendo un lugar unos kil;metros m;s cercano de Ver;gino hacia Mosc;, donde la carretera serpenteaba mucho a trav;s del bosque. ;l logr; "subir" a tiempo a su apartamento con cristales rotos en Perlovka para tomar los binoculares. Vio a ellos y no hab;a ninguna duda. Corri; al bosque y se teletransport; quinientos metros m;s a;n al sur. La tensi;n nerviosa estaba aumentando. S;lo ahora Albert sinti; el poder de teleportaci;n que estaba asustando. Esos que eran antes cazadores de ;l, ahora se convirtieron en v;ctimas indefensas de la caza. Justo el coche acaba de aparecer de la curva, la granada ha volado a ello ya sin seguro puesto. Ellos no lograron hacer nada. Albert, sin considerar necesario para acostarse en tierra, se teletransport; atr;s quinientos metros hacia el norte y de donde empez; a acercarse a pie. La curva estaba acerc;ndose despiadamente, m;s all; del cual, la escena terrible del coche que estaba quemando se abr;a. Con algunas dificultades, Albert hizo a s; mismo acercarse m;s a;n. Las siluetas negras de aquellas que eran los pasajeros, hace unos minutos, claramente no exhib;an signos de la vida. No hab;a ninguna duda, si algunas documentas fueran, todo ser; quemado completamente. Se hizo terrible, pero hab;a un pretexto para distraerse.
          En Mosc;, San Petersburgo y Kiev, Albert visit; las tiendas de deportes que ;l conoc;a. Finalmente, en Kiev encontr; la m;s apropiada carpa para cuatro personas. En el momento calculado, ocup; un lugar para observar. Pronto pas; el coche conocido a ;l. A trav;s de binoculares logr; ver el n;mero. Este coche con los padres. Ellos continuaban su camino a Mosc;.
          Pronto el coche apareci; con las amigas, fren;. Las mujeres salieron despu;s de pagar. El chofer hizo la curva y empez; a regresar. Las amigas empezaron a mirar todos los lados con desconcierto y de repente vieron a Albert con una gran mochila. ;l estaba sosteniendo en las manos m;s a;n tres peque;as mochilas. Dio las ;ltimas a las tres amigas.
          Ahora ellos empezaron a buscar los coches que iban a la direcci;n oeste. En media hora lo encontraron. Cuando alcanzaron el lugar y estaban montando la carpa, ya empezaba a oscurecer. Ahora ten;a que "volar" para los sacos de dormir. Albert despu;s de visitar una tienda en San Petersburgo, alcanz; la mas cercana entrada e intento moverse de all; al bosque con el saco de dormir, pero no logr;. Entonces ;l ten;a que entrar en cada saco justo con zapatos y en este caso pod;a teletransportarse con el saco de dormir. Cuando Albert entro en el cuarta saco, por casualidad un hombre entr; en entrada que iba al hogar a s; mismo. Viendo un hombre que a plena luz del d;a se meti; en el saco de dormir justo con la ropa y zapatos, estando de pie en escalera como un siempretieso, despu;s de pasarlo, el transe;nte miraba hacia atr;s largo y en sorpresa, apresur;ndose al apartamento para compartir la noticia. Pero Albert no honraba nadie con tal espect;culo y se teletransport; inmediatamente despu;s de cerrar la puerta detr;s del transe;nte.
          -;Aguantaremos hasta ma;ana? - Valya pregunt;. - O;a la radio de nuestros carceleros, el pron;stico del tiempo promet;a veinte grados C bajo cero.
          -Har; un poco fr;o, pero mejor que en el s;tano. Nuestro equipo, espec;ficamente los sacos de dormir de plumas son dise;ados para heladas.
          Valya ya estaba informada que Albert es el ;nico y no existe ning;n doble Renald. El remordimiento de nuevo le preocupaba a ella. Lena tambi;n estaba preocupada, debido a pensamientos sobre la traici;n pasada de la cual ella quer;a arrepentirse. Ella quer;a pedir disculpas, pero no sab;a, c;mo comenzar. Los todos se comportaban de tal manera, como si no ocurri; nada. En la mayor;a grado, las tres mujeres fueron asombradas, debido a los trucos de Albert de aparecer y desparecer que hoy ;l ten;a que mostrar unas veces a todos.
          -;C;mo lo haces? - Sveta era la primera que pregunt;.
          -Si lo sabes, cat;strofe mundial se acercar;. ;Es que sent;s una falta de aventuras? El objetivo principal de nuestros enemigos era para aprender, de cual modo lo hago.
          -Todav;a quer;an saber con qui;n est;s conectado y si lograran encontrar laboratorios secretos, sigui;ndote. Un polic;a reclutado estaba narrando en un apartamento secreto que alg;n viejo, siendo detenido en las otras ciudades, frecuentemente desparec;a de las c;maras, pero los ventanos y puertas dejaban sin da;os. En el lugar de su servicio, en la estaci;n de metro Komsomolskaya, algunos transe;ntes aseguraban que vieron a un viejo casi invisible, semejante a este y algunas cosas extra;as ocurr;an alrededor de ;l.
          -;Te felicito, chica valiente, traviesa y f;cil! Ahora eres nuestro agente y no tienes raz;n cruzar atr;s al enemigo.
          Las otras dos amigas estaban sorprendidas, escuchando la apelaci;n tal extra;a.
          -Perd;name por todo, - finalmente Lena pudo pronunciar.
          -Castigaremos, entonces perdonaremos, - Paul dijo sonriendo y bromando, estaba acerc;ndose. - Atenci;n muchachas. Durante unos d;as ten;is que vivir en el bosque. Cuando todo se calmar; un poco, yo tan os maquillar; de tal modo que madre no podr;a reconoceros. Soy un ex actor y s; hacerlo. E ir;is en tren, en el mismo compartimiento, a un lugar seguro. Ya yo encontr; el apartamento.
          -;Ahora durante toda la vida tenemos que escondernos? - Valya pregunt;.
          -;Quer;is todos vosotros para que os encarcelen? Ellos pueden sin encarcelaros, haceros trabajar para ellos y cuando ellos cesar;n necesitaros, ellos no os matar;n, c;mo Kashin quer;a, sino se manipular;n un accidente de una manera tranquila y ordenada. Tambi;n pueden inventar alg;n caso criminal. ;Es lo mejor de vuestro punto? No entristezc;is, mis bellezas. Intentar; para que no os hicierais refugiadas eternas. Tambi;n tengo su Nadia, - ;l dijo, apuntando a Albert, - y hay una amiga m;s. Es exactamente que convendr;s con ella, - el viejo dijo sonriendo y volvi;ndose a Sveta. - Alik, d;jalo ser una sorpresa para ella.
          -Comprend;, - Albert respondi;, sonriendo.
          Los todos empezaron a llevar le;a y bastante pronto han encendido el fuego de campo.
          -Bueno, ahora se har; m;s animadamente, - Valya dijo y justo iba a proponer para cantar, pero de repente la voz de Sveta interrumpi; a todos:
                Veo una estrella en el cielo
                Somos de la casa separados
Y justo ahora los todos juntaron:
                Para alcanzar de nuevo a ti
                Tengo que atravesar ciudades.
          Hacia el fin de canci;n, el sentimiento agradable abraz; a los todos sin excepci;n. Albert llam; al viejo al lado y comparti; el pensamiento:
          -Hoy he matado a cuatro hombres. Dispar; en la espalda a uno de ellos con el rifle de asalto e hice estallar a tres en el coche. Despu;s de eso, sorprendo a m; mismo: canto las canciones con las chicas, como si no ocurriera nada.
          -Porque no eres un criminal, pero un luchador y hoy hemos ganado. T; has recibido tu primer bautismo de fuego, as; todo es natural.
          En este momento en Mosc;, Paukov ya estuvo informado sobre la muerte de Kashin y dos c;mplices de la aventura. En esta oficina, Kovalev estaba sentado, temblando como una hoja de ;lamo y el General caminaba aqu; y all;, exclamando:
          -;Idiotas! ;Est;n estallados c;mo a enga;ados y todos los datos est;n destruidos juntos con ellos! ;Qu; carajo necesitaban irritar al tipo que tiene una fuerza enorme? ;No pod;an acercarse sigilosamente? ;;l pod;a hacer estallar la mitad de Mosc;, debido a sus putas! ;Y t;, tonto, lo quieres, porque propon;as para colgar retratos de ellas, c;mo de los delincuentes peligrosos!
          -Yo soy culpable, t;o Kesha.
          -;No soy ning;n t;o, sino el camarada mayor-general!
          -Oh... ;Qui;n est; debajo de la mesa?
          -;VERGA DE PERRO!
          El viejo Paul, despu;s de aparecer "desde nada" en la taiga, estaba acerc;ndose hacia su casa siberiana, balance;ndose de risa.
El ep;logo de "La teleportaci;n" o sobre lo que estaba ocurriendo despu;s.
          Es probable que muchas lectores adivinaran la novela no est; terminada. S;, los protagonistas salieron de la situaci;n dif;cil y peligrosa, los enemigos est;n eliminados, pero en el lugar de lector, yo estar;a decepcionado debido al punto que se habr;a puesto definitivamente despu;s del fin de cap;tulo 9 "Bautismo de fuego" a pesar del final feliz. Por lo tanto, los todos que sintieron que eso no fuera el fin, ellos no han equivocado. Estaba planificado escribir tres cap;tulos m;s a;n, probablemente que ellos fueran largos, c;mo ello est; de acuerdo con la caracter;stica de parte II de la novela.
          Todo el obst;culo es que las acciones de los tres cap;tulos ;ltimos deben tener lugar en Estados Unidos. A veces, las protagonistas aparecen en Nueva York, incluso en medio de la novela. No puedo decir que estoy seguro, en qu; grado de la autenticidad, logr; describir Nueva York, en el cual yo no estuve nunca. Por ejemplo, ese paisaje abandonado con alg;n vertedero industrial, desechos de construcci;n y las personas criminales, fue inspirado por una pel;cula de comedia "Banzai", adem;s mi propia imaginaci;n. Si la descripci;n no es fidedigno suficiente, su fluidez y brevedad ayudan para leer sin not;ndolo. Es probable que alg;n anacronismo tiene lugar. La pel;cula filmaba hace unas d;cadas, cuando la delincuencia en Nueva York todav;a era comparativamente alta, no obstante, actualmente la delincuencia en Nueva York se ha reducido hasta tal grado bajo que soci;logos se han interesado para ello como un fen;meno.
          Otra cosa es los tres ;ltimos cap;tulos. Ya no es una apariencia fugaz en Am;rica, gracias a la teleportaci;n, sino la permanencia con la descripci;n en detalles de la geograf;a local a gran escala y sutilezas sociales. No quisiera caer al lugar de un escritor franc;s del pasado que no hab;a estado nunca en Rusia, sino, osando describirla, entre todo otro, describi; a un hombre que estaba sentado debajo "del ar;ndano rojo, grande y ramificado".
          Hay muchas novelas inacabadas en la historia de literatura, desde los cl;sicos famosos hasta ahora. No hay nada eterno. Un escritor vive, muere, dejando a los contempor;neos, tambi;n a los lectores de nuevas generaciones en larga agon;a pregunt;ndose: “Todav;a, ;qu; estaba ocurriendo despu;s”? A veces, usando escritos desordenados en alg;n lugar en el margen de cadena del autor, alg;n cient;fico de la literatura hace un intento de restablecer la idea de continuaci;n de la l;nea de novela. Frecuentemente, tal intentos son in;tiles y puede ser de naturaleza hipot;tica. Por ejemplo: ;Si Dubrovsky y Masha se separaron para siempre o ;l aparecer; delante de ella, fingiendo un ingl;s y finalmente ellos terminar;n juntos? “El misterio de Edwin Drood” estaba inacabada y se ha dejado un misterio para siempre. Y hay muchos de tal ejemplos.
          Sin embargo, no quisiera abandonar a los lectores en la oscuridad, porque no s; lo que ocurrir; antes: si recibir; la inspiraci;n para escribir este final a la vez con la posibilidad de viajar en Estados Unidos y mirar y aprender el todo lo que ser;a necesario para la trama, o pasar; al m;s all;. Aunque, puede ser posible viajar, permaneciendo en el otro mundo, pero poco probable que lograr; ponerme en contacto con usted y compartir impresiones. Por lo tanto, voy a narrar en breve, c;mo la trama se complica despu;s, sin describir en detallas lugares hermosos, las protagonistas elegir;n precisamente tal ;stos, ni vida americana cotidiana, y voy a hacerlo justo ahora.
          Les abandonamos en situaci;n dif;cil, aunque en la m;s invulnerable condici;n. Son invulnerables para cualquier mafia, para cualquier polic;a, para cualquier servicio especial. Ellos van a esconderse en la naturaleza con equipos excelentes, con el dinero, aunque en Rusia, empez; a hacer fr;o en realidad. Los equipos representan una oportunidad para sobrevivir el fr;o, pero hay otro problema. Poco probable que los servicios especiales les dejaran en paz. La capaz de teletransportarse es demasiado jugoso ribeye y tambi;n regalarlo a la humanidad es demasiado peligrosamente.
          Despu;s de calcular todos los pros y contras, los h;roes de la ficci;n han concluido que no pueden demorar la salida, aunque poco probable lograr emigrar r;pidamente, en secreto y legalmente a la vez. No querr;an comenzar la nueva vida en el nuevo pa;s desde violaci;n de la legalidad, pero ellos tienen que actuar de tal manera para proteger cinco representantes del sexo bello que no saben teletransportarse. Todav;a, ellos no van all; para molestar a la gente. Ya no van. Hace un mes que ellos llegaron, compraron una casa en el lugar pintoresco y viven, usando documentos fraudulentos, recordando todos los casos descritos anteriormente. Justamente, el cap;tulo d;cimo que no fue escrito, empezar;a siendo as;. Era supuesto llamarlo "Pescador".
          Albert y viejo Paul, los ambos concluyen que la seguridad completa es una ilusi;n, incluso aqu;. El servicio especial de Rusia tiene brazos bastante largos c;mo todos los otros servicios. Por lo tanto, en otro lado del mundo, ellos encuentran en jungla un lugar que es seguro en absoluto. La esposa de Albert se acuerda de la broma de Lena sobre la teleportaci;n. (Parte II, cap;tulo 2. "En el papel de fantasma nocturno".) Ella sospecha cada vez m;s que ;l la enga;aban no s;lo con Olesya. A la vez, ella no puede permanecer sin ver que ;l la todav;a est; amando, a pesar de eso. En el ;ltimo per;odo, Albert empez; a ser atra;do por la pesca. Aparece el otro pescador que intenta hacer amistad con ;l. Como si ;l viniera por vacaciones a las amigas. ;l es muy versado en la pesca y como si no viera que Albert no hable ingl;s bastante bien. No obstante, como sabemos, Albert y el viejo, los ambos son inteligentes y cuidadosos. Lo que ;l "no ve" el ingl;s de Albert que no es suficiente correcto, provoca las sospechas. Adem;s, ;l es demasiado comunicativo en comparaci;n con americanos ordinarios. Despu;s de una salida ordinaria a la jungla, las mujeres han sido advertidas que no pueden regresar un rato.
          En el cap;tulo und;cimo "Tribu libre" el "pescador" ense;a sus cartas, mostrando el certificado de servicio especial americano. Creyendo que las mujeres no est;n lejos, porque vienen y salen, ;l intenta chantajear a Albert. ;l necesita s;lo una cosa:  aprender teletransportarse y ;l jura que no s;lo la polic;a, sino FBI cerrar;n los ojos a su emigraci;n ilegal e incluso ayudar; para legalizarse. Las mujeres fueran comprensivas lo que ahora tienen que quedarse en la jungla para siempre. Lo que era m;s dif;cil, es ser cuatro esposas del ;nico marido. Sin embargo, ellas est;n acostumbrando gradualmente a esto. Ellas lo amar;n a ;l, dar;n a luz y criar a los hijos para ;l, la tribu libre se formar;, No obstante, a diferencia de las tribus salvajes, ellos ser;n alfabetizados, con los buenos modales y sin prejuicios. No estar;n atr;s, sino m;s delante que la mayor;a de humanidad. En cuanto a regresar al mundo, las tres amigas de esposa ya fueron asustadas en el cautiverio de Kashin y ellas conocen, en qu; esta tentaci;n puede convertirse. En la segunda vez puede que no tendr;n tanta suerte. Viendo, como Albert y Paul se teletransportan, ellas comprenden no es una broma, lo que los servicios especiales cazan de ellas.
          Ya en el principio de la novela el viejo dijo a Albert que hay una persona, a la cual Albert deber;a ense;ar teleportaci;n cuando ;l mismo morir; de vieja. Ahora el viejo le revela a ;l, de que esta persona es Olesya.
          Sobre esto podr;a terminar, pero en el fin de 1994, la guerra chechena empez;. Albert se cabre;. El ;ltimo cap;tulo de la segunda parte est; empezando, el duod;cimo, "Decisi;n". En primer lugar, ser;a una locura si creyera en lo que Rusia fuera a mejorarse. El estado sat;nico volvi; a las andadas: oprimir, suprimir, dominar. En segundo lugar, la v;ctima ser;a el pueblo, con cual Albert simpatizaba e incluso llam; a s; mismo un amigo de pueblo checheno, como conocemos del cap;tulo tres de segunda parte "Una carrera con obst;culos". Cuando es anunciad p;blicamente que todo eso es hecho para poner orden constitucional, incluyendo el bombardeo malintencionado de las zonas residenciales de ciudad Grozni, no hay ning;n necesario a ser un genio para comprender en cual cosa este proceso se convertir;. Albert tiene sed de venganza. Con el viejo juntos, ellos llegan a la soluci;n a la vez, qu; ;l debe hacer.
          Albert muestra a un empleado de la CIA su capacidad de teletransportarse. El agente, comprendiendo r;pidamente toda la esencia de tal capacidad, le propuso hacer lo mismo delante de unos testigos, es decir, delante su colegas, y Albert lo acepta de buen grado. Le asignan a ;l a un agente desde autoridades que debe verificar y ense;arlo. Albert lo llama "jefe" y ;l no tiene nada contra eso. Albert impone la ;nica condici;n: no preguntar nunca de qu; modo ;l logra teletransportarse. Trabajando con Albert, el jefe se asegura de honestidad y sinceridad de ;l cada vez m;s. Albert no oculta lo que vino en Estados Unidos ilegalmente, esperando salvar la gente de la persecuci;n peligrosa. Tambi;n ;l revela de que un empleado de alg;n servicio especial lo chantajeaba, al principio fingiendo un entusiasta de la pesca. Sin anticip;ndolo, debido al relato, ;l ayud; a desenmascarar a un agente encubierto de la inteligencia rusa, aunque ;l es americano nativo, pero actuaba por dinero, bajo del General Paukov. Cuando Albert recibe el permiso oficial para vivir en EU, casi a la vez, tambi;n legalmente ;l se hace un empleado de la CIA. Cuando el jefe lo felicita, porque ahora ;l va a trabajar en beneficio de Am;rica, Albert responde que ser;a m;s correctamente decir "en beneficio de la libertad", pues los estados cambian, pero la libertad es un valor eterno. Tambi;n el ap;stol Pablo dijo: ... "donde est; el Esp;ritu del Se;or, all; hay libertad" (2 Cor 3: 17). Por un lado, el jefe pens;: ;qu; tipo irritante con sus objeciones! Por otro lado ;l estaba conmovido. Despu;s de todo, agente con las capacidades semejantes no tiene precio. As;, la admiraci;n por ;l no contradice para un americano que piensa de manera pr;ctica. Adem;s, es ciertamente que no hay mucha gente que deseara trabajar en la inteligencia debido a las convicciones.
          El jefe naci; y se cri; en una familia de los fieles bautistas y ahora ;l ha dado se cuenta que ocup;ndose del trabajo, ;l empez; a olvidar a Dios y los valores eternos. En un d;a libre, ;l va a la naturaleza para ora. Ahora ;l comprende que la fe en Dios sin el fanatismo y oscurantismo no interfiere nunca al explorador con su trabajo, sino ayuda. El Gran Maestro dijo una vez: "a C;sar lo que es de C;sar, y a Dios lo que es de Dios". Y aqu; es donde acaba la novela.
          As; que, Albert dio un bueno fruto m;s a;n, regres; a una persona a la fe. Tal protagonista result;, a veces, impertinente y grosero, hasta el cinismo cuando ;l enfrenta con la maldad, sin embargo, en la profundidad de alma se atrae al bien. Amando a cuatro mujeres, no les considera nunca como medio, sino a trav;s de cada de ellas, ;l ve a una criatura hermosa y su amor es sincero. Entendiendo, ;l considera las relaciones graciosas entre el viejo y Olesya, no s;lo haci;ndose el sucesor merecido del viejo, sino buen amigo. Sin embargo, la prueba principal es la prueba con teleportaci;n. Despu;s de recibir la fuerza terrible, ;l permanece humano. El camino de monstruo que tiene sed del poder, no es el suyo camino. En cuanto a su esposa y las tres amigas de ella, tambi;n al viejo Paul y Olesya, a pesar de lo que todos ellos no son inmaculados en absoluto, sino en nuestro ambiente aburrido, muy falta tal gente. Aunque, supongo, hay poca gente entre lectores que confesara de ello.