La teleportacion. Capitulos 5-7. Parte II

Áîðèñ Àðòàìîíîâ
                Cap;tulo 5. Salvador y enga;ador a la vez.
          Nadezhda no se sent;a acostumbrada al lugar nuevo. Si estuviera en una visita ordinaria, no sentir;a as;, pero la noticia que abandonaron el lugar acostumbrado y adem;s se convirtieron en desplazados forzados a Siberia adelante del invierno, esto la hac;a perder el sentido del equilibrio por un tiempo. Sin embargo, en una semana ella empez; a notar que alguna parte de ella misma aceptaba todo que estaba ocurriendo. Ella sent;a que las condiciones de vida, incluyendo los lugares diferentes, todas estas cosas son como las escenas de obra en teatro, es decir, las decoraciones cambian, pero el espectador interno se mantiene igual como siempre. ;Puede serlo que el ser humano se acostumbra de tal manera a todo? Ella no lo sab;a.
          Aunque ellos viv;an en tal pueblo perdido, donde la gente sovi;tica es privada de todo especialmente, pero Albert y Paul ten;an el dinero. En el pueblo que iba a desparecer gradualmente, no hab;a ninguna tienda comercial, incluso en ;poca de las reformas de mercado. Estas tiendas estaban a siete kil;metros de aqu;, en el lugar a donde ellos llegaron por el bus en la primera vez. La variedad de productos era mucho menos all; que alrededor de Mosc;. No obstante, el viejo tra;a los alimentos importados cada vez m;s. Cuando Nadezhda ley; las inscripciones en los productos, result; que casi todas estas delicadezas fueron hechas en Estados Unidos.
          Ahora ellos pod;an vivir sin esconder a Olesya. Incluso si el viejo no estuviera comunicativo con los vecinos, sin embargo, narr; de manera informal, como si entre palabras que ahora ;l tiene inquilinos, la esposa, el marido y su sobrina y todos ellos son desde Krasnoyarsk, pero son originarios del oeste. En Siberia la gente llama la parte europea de la Rusia como oeste.
          Los vecinos tambi;n quer;an tener los inquilinos, debido a su pobreza, pero dudaban si alguien quisiera alquilar un apartamento en estas tierras salvajes, por lo tanto, ped;an al viejo encontrar tal gente m;s. A veces, el viejo estaba caminando en el pueblo con Albert y cerca de un port;n, otro viejo estaba de pie, todo calvo y sonre;a sin raz;n. ;l parec;a ser semejante a un actor de cine debido a su sonrisa y la cara redonda, pero era m;s grande por su constituci;n. Ellos se saludaron, hablaron un poco y el viejo prometi; encontrar a una sola inquilina o dos amigas para su familia.
          -;C;mo parece ;l para ti? - el viejo pregunt; a Albert, cuando ellos se iban al lado.
          -Aunque es un poco est;pido, pero devoto, tambi;n siento que sin mala intenci;n y es lo principal.
          -Es Bald;. Puedes ver, como bueno la fe lo hab;a cambiado.
          -Gracias a Dios.
          -Cuando entend; que su fe es seria, cuando el primer ni;o naci; en su familia, ahora ;l tiene veinticinco a;os, trabaja y vive en Krasnoyarsk - yo le dej; una nota a ;l "Tu felicidad est; entre tres pinos". Hice un esquema all; y escrib; las distancias hasta estos tres pinos, ciertamente, indiqu;, donde estos pinos estaban. ;l no entendi; nada, sino su esposa, sin ser tonta, investig; todo y yo no ten;a que dejar las notas en segunda vez. Con dificultad, pero ella encontr; y excav; el "tesoro" que dej; para ellos. Debajo de la superficie en una caja de lata, una cantidad del dinero estaba equivalente a la cantidad que yo hab;a robado mucho hace tiempo.
          -Ciertamente, esto te honra, - Albert dijo. - Es claro que no todo el mundo hiciera de tal manera.
          -No alabe antes de tiempo. ;Qu; ser;a si te desilusionaras despu;s? En realidad, creo que no te desilusionaras, porque me persuad; que de hecho apruebas la libertad de moral. Olesya es toda ansiada.
          -Sin embargo, hablabas que los hombres j;venes no le gustan a ella.
          -Ahora voy a narrarte lo que le gusta a ella.
          El viejo llev; a su sucesor al borde del pueblo, al lugar donde el bosque empieza y all; enunci; a ;l su plan gracioso.
          Nadezhda se recuperaba gradualmente despu;s de la noticia sobre la imposibilidad de regresar. ;Puede ser que no hubiera necesidad de preocuparse? ;Puede ser que la vida nueva fuera mejor que antes? Est;n en Siberia, pero comen mejor que en Mosc;. No hay ninguna dificultad familiar ni preocupaci;n.
          Despu;s de confabular, el viejo y Albert decidieron abrir delante de ella el secreto de la teleportaci;n, porque ahora debido a la ocultaci;n esta capacidad, las consecuencias pueden ser peores que debido a la revelaci;n, c;mo los ambos ahora consideraban. Sin saber, hasta cual grado es serio, ella podr;a hacer muchas tonter;as y meterse en las manos de depredadores que usaban los sertificados de FSB c;mo un escudo.
          Despu;s de dejar ir a Olesya para caminar a la calle, ellos narraron a ella lo que sab;an hacer. Ella o;a sin saber si debe creer a su propias orejas. Sin embargo, tuvo que creer.
          -;Recuerdas, c;mo indignaste, cuando olvidaste tu bolsa de maquillaje en la casa en Perlovka, a qu; as; acostumbraste que no quer;as nada en vez? Di, donde ella est; y yo "subir;" para traerla.
          -En mi bolso de mujer. El Bolso est; en el caj;n de abajo de la c;moda o en el armario.
          Albert despareci; r;pidamente delante de ella. Nadia palideci;.
          -Acost;mbrate, acost;mbrate, - el viejo dijo.
          Ella todav;a no se recuper; del shock, cuando Albert de nuevo apareci; "desde nada", trayendo no s;lo la bolsa de maquillaje, pero tambi;n el bolso de mujer.
          -;Ves ahora de la cual pez de colores Kashin quer;a poseer? "Para que todos los mares y todos los peces le obedezcan!" Casi como Pushkin hab;a escrito. ;l te tomar;a a ti como reh;n y me mandar;a para robar un banco. Si quisieran - en Mosc;, si quisieran - en Suiza. Si no obedeciera, ellos te cortar;an la oreja, Dios no lo quiera, y me lo mostrar;an. Esto significar;a: "Trata de no obedecernos una vez m;s y podemos hacerle mucho peor a ella".
          -;Oh, Dios, no puedo creer! Yo pensaba, ;qu; es este juego est;pido de esp;as? No obstante, me parece que estuviera durmiendo y viendo alg;n sue;o extra;o.
          -;Es que estabas azotando con comba a tu amiga a la chica pelirroja tambi;n en sue;o?
          -;Oh, Dios! ;Volver; loco!
          -Yo estaba all;. Y en el momento, cuando ibas a hablar de Paul, - Albert se;al; al viejo, - desvi; vuestra atenci;n, usando el cortocircuito.
          -;Y qu;? ;Es que en vez de tus esp;as desde FSB, ti mismo saltas a los bancos de tal manera?
          -Ya yo dijo, si fuera de tal manera, tendr;a de miles millones.
          -Entonces, ;d;nde tomas el dinero? No lo son de miles millones, incluso no millones, sin embargo, si fuera as;, no tendremos m;s ning;n problema con el dinero.
          -T; te imag;nas el comercio “fronterizo”, los trenes llenos de bienes que vienen, por ejemplo, desde Asia Central. Imag;nate, ;cu;nto dinero esta gastando para billetes del tren, para las donaciones a chantajistas, los sobornos a polic;as, aduaneros, conductores, inspectores! Sin embargo, todo esto da buenos resultados. Y ahora imag;nate: no hay ning;n ferrocarril. Todo est; cerca. Las distancias son cero. De hecho, las distancias peque;as existen y aqu; la raz;n: ;Viste ahora, como desparec; a la nada y aparec; de la nada? Delante de la gente no puedo hacerlo cada vez. Ciertamente, al principio la gente creer;a que fuera las fabulas, mentiras, un delirio del loco, pero despu;s no s;lo Kashin con Skolopendrin intentar;an capturarme, sino todo el mundo querr;a recibir y usar este milagro. Estar;a bien, si Kashin s;lo robar;a un banco, pero ;qu; ocurrir;a si ;l disparara los cohetes con ojivas nucleares? Por lo tanto, tengo que ya sea "aparecer" o "desparecer" s;lo en eriales, ;ticos, rincones oscuros y despu;s de aparecer, venir a pie una distancia peque;a. A veces, puedo un poco bromar y sorprender a la gente, pero si lo hiciera frecuentemente, ahora comprendes cuales consecuencias pueden tener lugar. Recuerdes, pegaron en el ojo a m;. ;Sabes d;nde lo ocurri;? En Nueva York.
          -Albert se sent;a aliviado, narrando los secretos que ahora ;l no ten;a que esconder desde la esposa. As; que, pod;as escaparte de ellos con mucha facilidad, incluso, siendo capturado por Kashin y sus aduladores, podr;as desparecer y aparecer aqu; o en Nueva York. Intentabas PARA M;. Soy una tonta, cuando est;bamos corriendo a trav;s del bosque, yo juraba en palabrotas a ti mentalmente... Todav;a, significa  que me amas... - despu;s de decirlo, Nadia se acerc; a Albert para besar, limpi;ndose los ojos que ya empezaron a humedecerse.
          -Y a cambio pedir;a s;lo ;nica cosa, - Albert dec;a, bes;ndola y acarici;ndola en respuesta. - No importa que ocurrir;a, no hagas las tonter;as. No intentes regresar atr;s. Esto ser;a equivalente a suicidio. Ahora nuestras tareas principales es la salida del pa;s legalmente o ilegalmente. Tambi;n Olesya y todas tus amigas deben salir juntas con nosotros. Si ellos no me alcanzaran, no dejar;n a nadie en paz.
          -;Incluendo a Lena? ;Ella nos ha traicionado!
          -Ella cometi; un error y ahora se arrepiente, incluso sinceramente, nosotros ambos o;mos. Ahora sabes, de la cual "coca;na" fue hablado. Ella sabe de la teleportaci;n, por lo tanto, ser; eliminada cuando ellos no necesitar;n m;s a ella. Al principio la rom;ntica de espionaje le sedujo a ella, luego el dinero y adem;s este sex-instructor Kashin. Ella tiene la oportunidad de hacerse nuestra amiga de nuevo. Ella todav;a no lleg; demasiado lejos. Mira. La condenas, pero hay virajes diferentes en la vida. Una persona puede cabrearse y hacer algo equivocado. Haciendo infamias, esta persona puede convertirse en tal canalla que s;lo la muerte podr;a corregirla, incluso esto no es siempre.
          -;Qu; quieres decir? Una canalla ella misma eligi; su camino, ;por qu; ella corregir;a algo?
          -Toda la gente tiene amigos, amigas, incluso maridos o esposas. De hecho, es s;lo una apariencia. Ellos son ajenos uno a otro, y alguien domina siempre sobre alguien. Para apariencia, ellos son capaces de compartir por dos un desayuno o una cena. Si dieras un pedazo de plata a ellos, no lo compartir;n por igual. Sin decir ya sobre el oro. Ello los convertir;a en enemigos y no llevar;a la felicidad a nadie. No necesito esta apariencia, por lo tanto, rechac; a todos as; llamados amigos. Sin embargo, tu caso es ;nico. A primera vista, las relaciones entre todas las cuatro no parecen como algo especial, pero de hecho esto tiene lugar raramente. Nadie domina sobre nadie. Sois independientes una de otra y a la vez no ten;is miedo de estar francas una con otra. Estas palabras que no suenan muy alto, expresan los hechos discretos en s; mismos, pero en medio de la oscuridad en la cual la sociedad est; permaneciendo, ellos brillan con la luz brillante.
          Albert not; que la esposa no lo oye, porque parec;a que ella involuntariamente encerr; en s; mismo. ;Qu; ocurr;a en el coraz;n de ella de hecho? Al principio, ella estuvo emocionada hasta las l;grimas, debido al cuidado con cual el marido la hab;a salvado y esto encendi; los sentimientos. No obstante, cuando record; lo que Lena hablaba de la posibilidad del adulterio con amigas que aparecer;a gracias a la teleportaci;n, esto tuvo efecto en ella como un cubo de agua fr;a. Antes de eso, no asignaba importancia, pero record; ahora que el marido a veces mira Olesya cuando ella aparece con la falda corta en la casa.
          -;Por qu; est;s triste, mi belleza? - ;l estaba hablando en este momento. - Ahora voy a traerte una sorpresa.
          Despu;s de decirlo, de nuevo ;l despareci; delante de ella y esto la distrajo de las reflexiones. ;Qu; invent; ;l m;s? Le parec;a a ella, como si estuviera que esperar largo, pero de hecho hab;an pasado a cerca de los quince minutos.
          -;Es peligroso? - ella pregunt; a Paul.
          -No es m;s peligroso que pasar de una habitaci;n a otra. A decir verdad, depende de la habitaci;n, a la cual dirigirse, pero incluso eso no es terrible. Casi siempre ;l tiene tiempo para lograr subir fuera.
          Albert apareci; de la misma manera extra;a como hab;a desparecido. Esta vez ;l estaba mojado hasta los huesos y entreg; a Nadezhda con expresi;n victoriosa de la cara, un ramo de flores diferentes que eran valiosas en mercados y no eran locales.
          -;De d;nde llegaste esta vez? ;Est;s todo mojado!
          -Desde Yalta. Ahora est; diluviando y diez grados m;s del cero. Estaba corriendo a la tienda de flores al terrapl;n y doscientos metros a lo largo de ello. A regresar, desparec; delante de la vendedora. Creo que ella no quiere pasar por una loca y callar;. Sin embargo, ahora ella tiene el material para reflexionar por mucho tiempo.
          -;Narraste a Nadia de tu primer "viaje" a Nueva York? - el viejo junt; a la conversaci;n.
          -Yo s;lo logr; aprender que alguien peg; en el ojo a ;l.
          -Narra a ella, Alik. Eso no parecer; aburrido.
          Albert narr; a ella de su primera teleportaci;n a la Am;rica, a la ciudad m;s grande. Este cuento con todos los detalles la distrajo de los pensamientos negativos.
          En primeros d;as ella se avergonzaba de hacer el amor con Albert y estaba sorprendida de lo que Paul lo hace con Olesya de tal manera que ciertamente con la luz apagada ella no ve nada, sino oye todo. O;a que la chica misma toma la iniciativa, intentaba abrazarse, besarse; susurra algo en la oreja, obtiene lo que quiere siempre, es decir, excita a ;l de todas las maneras posibles, despu;s de cual ellos respiran con la pasi;n durante a cerca de diez minutos y la cama los acompa;a al comp;s con el crujido. Viendo a ellos, Nadia se hizo gradualmente m;s audaz y tambi;n daba a s; misma al marido, avergonzando cada vez menos debido a los ruidos concomitantes y pronto ceso de prestar atenci;n a ellos. Y ayer, despu;s de apagar la luz, las palabras que Olesya dijo a Paul, excitaron la curiosidad.
          -;Cu;ndo tendremos esta cosa? - ella pregunt; al viejo en la oscuridad.
          -;Est;s ansiosa de ello? Pero ;qui;n chillar;?
          -No preste atenci;n. S; m;s estricto conmigo. Sabes que lo amo esto.
          -Sin embargo, tenemos invitados.
          -Ellos por largo. Estaremos todav;a aserrando de tal manera.  Es ins;pido.
          -Si mostr;ramos todo esto a la vez, ser;a posible asustar a la gente. Tenemos que ... gradualmente, acostumbrar;n ...
          Ella no oy; lo que fue dicho m;s.
          -;Qu; tonter;a tengo que cometer?
          -Entonces, aumentar; la cantidad y calidad.
          -No tengo miedo.
          -Lo est;s hablando s;lo ahora... sin ;nimo de ofender.
          -;Guardarte rencor? ;Oh oh! - Olesya gimi; de repente. Su unirse del amor empezaba siempre de este "oh oh". Al fin del acto, este "oh oh" repet;a siempre, pero mucho m;s fuerte.
          En la ma;ana, esta pareja extra;a se sentaba para estudiar. En general, Paul le ense;aba las matem;ticas e ingl;s a ella. Una vez durante la ense;anza, Paul tuvo enojado de lo que Olesya no estaba logrando comprender el sentido de tema nuevo.
          -Tengo que reflexionar de cual manera influir m;s en ti.
          -No importa cuanto reflexionas, nunca inventar;s mejor que ya fue inventado en la alborada de la historia humana.
          Esto fue dicho unos d;as y ayer, despu;s del di;logo ;ltimo entre ellos, Nadezhda comenzaba a adivinar lo que estaba en juego y ella sent;a la curiosidad de saber, si la suposici;n ser; confirmada. Pronto fue destinado a satisfacerse a su curiosidad.

                Cap;tulo 6. Relaciones extra;as.
          El noviembre adquir;a sus derechos cada vez m;s. Como de costumbre, hab;a nieve en el suelo alrededor de Mosc;, incluso los primeros d;as. Albert lo ve;a, cuando ten;a que "subir" all; por alguna raz;n. No obstante, aqu; la quietud ten;a lugar y tambi;n la escarcha hasta diez-quince grados bajo cero. Paul hablada que no es toda la posibilidad de regi;n, porque el fr;o igual puede estar ahora en Mosc;, pero aqu; a veces puede ser mucho m;s fr;o.
          Estuvo nublando, la nieve empez; a estar cayendo, pero esto no hizo menos fr;o. El viento fr;o penetraba en todas las grietas, como en el febrero en Mosc; y cuando estuvo tranquilo, el term;metro marc; m;s bajo.
          -Ahora ser;a mejor esquiar, - Nadia dijo una vez, tomando de t;. - El fr;o de Mosc; es casi igual.
          -No lo dir;as si fuera cincuenta grados negativa.
          -Una vez estuvo cincuenta y cuatro grados bajo cero en Naro-Fominsk.
          -All; eso puede ocurrir una vez durante cien a;os, aqu; m;s frecuentemente.
          -Tambi;n me gustar;a esquiar, pero tengo miedo de que los esqu;s no pudieran ser tomados conmigo, - Albert se junt; finalmente a la conversaci;n.
          -Las cosas largas pueden ser tomado si te aferraras a ellas, las sosteniendo a lo largo del cuerpo, - el viejo explic;.
          -Entonces ;por qu; no lo hablabas?
          -Nadie de vosotros hablaba de esqu;. Por lo tanto, cre;a que esta diversi;n no tuviera nada que ver con vosotros.
          -No. As; no. Alik y yo, nos gusta esquiar y creo que debemos comprar los esqu;s para Olesya.
          -Lo s;, pero ser;a mejor tomar los nuestros de la casa, porque estamos acostumbrados a ellos.
          -;Con cuidado! All; puede haber algunas trampas. Ellos ten;an suficiente el tiempo para hacer da;o. Si algo saliera mal, - inmediatamente ve detr;s, - el viejo Paul previno.
          Albert se olvid; y empez; a teletransportarse lentamente en la presencia de Nadia al apartamento en Perlovka. Un espect;culo horrible apareci; delante de ella. Viendo la viscera del marido, como si ;l fuera cortado en dos, ella grit; fuertemente. Sin embargo, Albert s;lo se asom; all; e inmediatamente se hizo atr;s de esta ventanilla del universo, es decir, de esta superficie plana invisible que es escondida en todas partes.

          -;Nadia, no tengas miedo! - ;l la consolaba, pero estaba tosiendo fuertemente a la vez. Es un fen;meno ;ptico. Cuando penetremos a trav;s de otra dimensi;n, se hace visible no s;lo lo que tenemos afuera, sino tambi;n lo que est; dentro de nosotros. Cuando lo hice r;pidamente, no lograbas notar nada, pero ahora acabo de asomarse all; y de hacer correctamente, - ;l dec;a, tosiendo todo el tiempo. El apartamento es atestado por el gas lacrim;geno. Ahora voy a ir all; para romper las ventanas en mi propio apartamento. Es la cosa tonter;a, creo sin saber capturarme, ellos prueban todo.
          -S;lo esp;rame un poco, es muy importante, el viejo dijo y r;pidamente regres; con “Walther” de su sucesor, entreg;ndolo a ;l y diciendo:
          -Ten m;s cuidado, aunque estoy seguro de que sus trampas no son mortales. ;Qu; es el olor de este gas?
          -Es semejante al gas en las gas-pimientas.
          -Aunque ellos trabajan en FSB, pero son tontos a pesar de eso. Puede ser, es posible los comprendo. Ellos te perdieron y si alguien que se ahogara aferr;ndose hasta de una paja, no lo ser;a correctamente considerarlo c;mo una tonter;a.
          -Oh, ;c;mo tengo miedo para ;l! - Nadia exclam;.
          -Sin embargo, no tenga miedo, - y a;adi; volvi;ndose a Albert:
          -Y t; debes cuidarte m;s. ;V;s qu; belleza se preocupa por ti? Ella no es la ;nica que te necesita a ti. Tendr; que salvar a toda vuestra compa;;a, pero siendo solo, puedo no tener las fuerzas suficientes para cumplir todos los asuntos.
          -No os preocup;is. De hecho, todo depende de m;, por lo tanto, ser; con cuidado. Sin embargo, esta vez, entrar; all; desde la calle, voy a vestirme, porque all; tambi;n el invierno y fr;o.
          Despu;s de vestirse con la chaqueta y poner las armas a bolsillos, es decir, la pistola "Walther", las gas-pimientas y el hacha en el seno, ;l despareci; y apareci; en la regi;n de Mosc;, delante de su casa. Encontr; piedras y empez; a echarlos, rompiendo las ventanas en el apartamento y despu;s de romper todos, subi; las escaleras y abri; totalmente la puerta. Un olor acre vino desde el apartamento, picaba los ojos. Sin encontrar nada para fijar la puerta, ;l puso el hacha debajo de ello. Pronto la corriente de aire deb;a cumplir su trabajo. Albert regres; a su asilo de Siberia. Los todos sintieron aliviada.
          -;Y c;mo all;?
          -De hecho, es semejante al gas CS. Despu;s de ventilar, traer; los esqu;s. Comprar; los para Olesya. Conozco una buena tienda afuera de San Petersburgo sin desorden ni colas bestiales, incluso hay una peque;a variedad de bienes.
          Cuando Albert regres; al apartamento ventilado, palabrotas o;das desde las escaleras lo hizo prestar atenci;n.
          -Un loco vive all;. ;l hace algunos experimentos, bombea gas de tal manera que tenemos que abrir las ventanas en el invierno. Ahora est; rompiendo las ventanas. Menos mal que en su propio apartamento.
          -;En la ;poca del poder sovi;tico, le mostrar;an a ;l, de qu; se trata! Es ahora que ellos se hicieron un lodazal. ;Debido a Eltsin, maldito, con su democracia!
          A escuchar era divertido, pero no era interesante. Albert tra;a por turnos los esqu;s de Nadia y sus propios. Para los esqu;s de Olesya, Albert "vol;" a San Petersburgo y regres; con la compra. Bien pod;a tomar los esqu;s consigo si se aferrara a ellos, los sosteniendo a lo largo del eje central de s; mismo, verticalmente. Albert record; con pesar que ;l pod;a de la misma manera tomar el rifle que hab;a confiscado del francotirador enemigo en el techo en el momento del golpe de estado.
          Por supuesto, Olesya no estaba en la casa. Pod;a explicarlo que antes de eso, ella ten;a que estar en la casa sin salir. Desde el momento de aparecer de los "inquilinos", la permanencia de ella en la casa de Paul ya no pod;a provocar las sospechas. Antes, ella bien entend;a que debe esconderse para su propio bueno, ahora ten;a la libertad completa de moverse y disfrutaba por ello. Pronto ella vino del fr;o, estando sonrojada y siendo contenta.
          -Ellos los ambos est;n fatigados, vamos a dejarlos permanecer en la casa, e iremos para poner la pista de esqu;. Tengo los esqu;s de caza en el cobertizo, voy a traerlos.
          Despu;s de decirlo, Paul sali; y regres; con los esqu;s. A Nadezhda no gustar;a ir al bosque con Paul. Aunque ella no esperaba ninguna sorpresa de Paul, bien sabiendo que Paul gast; toda su energ;a para Olesya cada noche. Sin embargo, ella no pod;a garantizar por esos que iban a dejarse, pero acaba de avergonzarse de rechazar sin decir la raz;n. Y en especial, expresar las sospechas entre amigos que se comportaban amablemente. Ella dijo s;lo:   
          -Pronto va a comenzar a oscurecer. No caminemos largo. Deja Albert s; mismo pondr;a la pista por distancia m;s larga en la vez siguiente. Es joven, fuerte.
          -No voy a caminar largo. Dos kil;metros ida y dos vuelta. En una hora estaremos en la casa.
          Pronto ellos salieron. Al principio, Olesya tom; el primer libro que cay; a las manos y fingi; como si lo leyera. No obstante, pronto ella puso el libro atr;s diciendo:
          -No s; la raz;n, Alik, sin embargo, no me gustar;a leer en este momento. ;T; te ofendes que apago de llamarte Alik en vez de Albert?
          -No veo gran diferencia. Son prejuicios, pero somos amigos.
          -Voy a estar franca contigo, como un amigo. ;Puedes o;r, como retozamos en la cama con Paul cada noche? S; que oyes. ;l me gusta, pero eso no es suficiente para m;. Sin embargo, no quiero forzarlo, porque tengo miedo por la salud de ;l. Si ;l muriera, entonces yo tambi;n morir;a.
          Albert bien sab;a de la inclinaci;n de las chicas j;venes de hablar tonter;as de su propia muerte para que llamaran la atenci;n a s; mismas. Tambi;n sab;a c;mo esta conversaci;n terminar; y esto aceler; la excitaci;n. En este momento, Olesya estaba ocupando todo el mundo interior de ;l. En este momento todos sus sue;os y pensamientos fueron centrados s;lo en ella, pero ;l le intentaba no mostrarlo a ella.
          -Una vez, he escuchado, como hablabas con Paul sobre la libertad de moral. Aqu; voy a verificar, si fueras libre de hecho o s;lo en palabras.
          Despu;s de decirlo, ella empez; a liberarse gradualmente de toda la ropa. Albert estaba mirando a ella, sin estar t;mido, ni apartaba los ojos.
          -As; que, ;soy hermosa? - ella pregunt; despu;s de quitar un ba;ador verde y ajustado.
          ;Es que dudas de esto?
          -Un momento, - ella puso el ba;ador de nuevo. - ;Me queda ello bien?
          -En tu edad, toda la ropa te queda bien.
          El ba;ador fue quitado de nuevo y dejado de lado.
          -;Invent;! Pareciendo de tal manera delante de t;, voy a te estar mirando en los ojos. ;Crees que soy capaz de hacerlo?
         -Mira.
          Ella oje; a ;l, de manera de una boa. Ser;a rid;culo, pero la risa no era la cosa principal en este momento. ;l empez; a mirar a ella entre las cejas.
          -Mirando mis ojos, dime, si me amas.
          -Amo todas vosotras, porque cada chica expresa sin repetir, la belleza del universo, la gloria de toda la creaci;n y la gloria de Creador.
          -Ahora voy a hacerlo desde distancia m;s corta, - dici;ndolo, ella se acerc; m;s hacia ;l, alcanz;ndolo y se sent; en el regazo de ;l, justo sobre el pantal;n. La figura de ella era semejante a ;sta de Sveta, s;lo los pechos eran m;s peque;as, si no, en la oscuridad ;l podr;a confundir a ellos. Sin embargo, a la luz, las caras y colores de pelo eran muy diferentes. Olesya era rubia con los labios carnosos y azul-grises ojos, grandes y expresivos.
          -;Sabes que me has excitado fuertemente? Estoy sinti;ndolo.
          -;Lo haces con todos los hombres?
          -No. S;lo en presencia aquellos que son libres de los prejuicios. El resto no es digno de contemplar mis encantos. Deja recibirlos a ellos lo que concuerda con su propia ideolog;a. Si ellos  afirman como, si el sexo no fuera, deja les a permanecer sin ello. Puede ser, ellos creen que soy una puritana. No me importa a ellos ni lo que ellos piensan. Sin embargo, ;por qu; est;s confundido? ;Tiene yo que violarte o te dar;s de buen grado? ;Qui;n es macho de nosotros ambos, t; o yo?
          -Yo cre;a como si t; quisieras s;lo hablar. Si no es as;, ;entonces mira!
          -Miro.
          R;pidamente, Albert se quit; toda la ropa, un minuto todav;a no pas;. Examin;ndolo, ella exclam;:
          -;Es grandioso!
          -;Consideras t; as;? Entonces ac;rcate.
          -Avena no viene hacia caballo.
          Albert s;lo se movi; un poco hacia ella y ella empez; a correr de ;l a trav;s de toda la casa, riendo fuerte y alegremente.
          -;Qu; ser; si viejo Paul regresa m;s temprano?
          -No te har; nada.
          -No obstante, ;qu; har; ;l a ti?
          -Lo ver;s.
          -;Tienes miedo?
          -Tengo miedo y no lo tengo a la vez.
          Finalmente, ;l la atrap; y abraz;. Ellos se besaron con avidez y pasi;n. ;l estaba agarr;ndola muy fuerte y “oh oh” pronto son;, lo que fue o;do antes cada noche. Siendo ligera, ella estaba d;ndose a ;l, justo pendiendo en alto. Las manos fuertes estaban sosteni;ndola de una manera semejante a una anaconda. Tambi;n “oh oh” final son; pronto.
          Los ambos, estando ya agotados, se sentaron a la cama a donde Olesya previsora puso a tiempo una s;bana doblada en cuatro. Durante a cerca de cinco minutos, ellos estaban sentados relaj;ndose. Olesya estaba primera que interrumpi; el silencio:
          -Vosotros tambi;n me gust;is, cada de su propia manera, pero el viejo me gusta m;s bien. Estoy de acuerdo que cada uno de vosotros expresa la belleza del universo y la gloria de Creador de su propia manera, pero no est; s;lo lo que las personas observadas tienen la belleza diferente, sino tampoco aquellos que contemplan, ellos tienen los ojos diferentes. Cada uno ve s;lo una parte estrecha del espectro. Adem;s de Dios, no hay ning;n contemplador que fuera capaz de ver todo el espectro completamente. Tus ojos no ven la belleza de gente vieja, especialmente a aquellos que son bien conservados, tampoco ven una cosa m;s. No obstante, mis ojos no ven lo que t; ves. Nuestros “espectros”, cruz;ndose de lados diferentes, forman una franja estrecha y en esta franja podemos encontrar algo compartido, pero fuera de la franja lo que es comprensible para uno, ello no es comprensible para otro. Creo que eres hermoso, pero los ojos casi no te ven. Ellos te ver;n en todo tu esplendor s;lo cuando t; te pondr;s cano y te cubrir;s de arrugas. As; que, esos que prefieren tener el ;nico partner, no son siempre mon;gamos de hecho.
          -Veo que eres una chica lista. Aunque esta teoria no es la tuya, yo s; el origen de ello, es una lecci;n que has aprendido y t; lo acabas de aprobarla y mereces recibir justo el cinco (la mejor evaluaci;n).
          -;Pero yo le pondr;a a ella la unidad (la peor evaluaci;n) por comportamiento de ella! - la voz enojada de esposa son;. - ;Qu; pasar;a si voy a tirarte del pelo ahora?
          -Nadia, deja lo para m;, - Paul que la acompa;aba, intervino. - Voy a castigarla severamente. Est;s enojada, teniendo el deseo de doler a ella, pero pronto incluso compadecer;s de ella e intentar;s me parar. No eres ;nica, sino yo soy tambi;n que tuvo p;rdida, debido a lo que llamas como enga;o. ;Hey, belleza! No te escondas all;. No, d;jate desnuda como estabas y ven aqu; para retribuci;n. ;No te cubras con las manos!
          Olesya tembl; y enrojeci;, bajando la cabeza. Siendo desnuda, vino para observaci;n de todos, sin levantar los ojos. En este momento Albert ya casi se ha vestido y no le imped;a nadie.
          -;T; te confiesas culpable?
          -S;.
          -;Sabes lo que mereces por eso?
          -S;.
          -Trae todo habitualmente debe traer en los casos semejantes.
          Toda desnuda, Olesya sali; a la veranda peque;a y fr;a. En primera vez, ella trajo una banca larga. Durante la escala segunda, el sonido de agua vaciada fue o;do, despu;s de eso Olesya trajo una peque;a tina, cubierta por la madera contrachapada. Nadya ya estaba adivinando que va a pasar ahora. Olesya sali; una vez m;s y trajo de donde unos trozos de cuerda, un poco m;s gruesas que esos, para colgar la ropa. La cabeza de ella todav;a estaba bajada, el rojo no despareci; de la cara, pero Albert, siendo informado, mirando con atenci;n, not; que ella est; escondiendo la sonrisa astuta y beat;fica. El viejo quit; la madera contrachapada, pero Nadia no estaba sorprendida, porque vio en la tina lo que esperaba ver: las varas de abedul, bien mojadas. Obedeciendo, Olesya se acost; sobre la banca permiti; atar a s; misma. Era visto que las manos estaban temblando.
          -Lo has ganado, belleza, - el viejo pronunci;. - Vamos a comenzar, Nadia. Dale bien veinte veces a ella y el resto ella recibir; de m;.
          Nadia tom; una vara larga y sin reflexionar azot; a la chica rival, atrapada en el acto de pecado. Olesya cerr; los labios y se estremeci;, pero estaba callando.
          -Yo acaba de empezar. Pronto cantar;s, te ayudar;, - la esposa ofendida de Albert dijo entre dientes. E inmediatamente la vara flexible silb; en el aire tres veces m;s. Finalmente, despu;s del cuarto golpe el largo “oh oh”, lo mismo c;mo durante las alegr;as de amor, interrumpi; el silencio. Olesya daba vueltas con la cabeza a la izquierda y derecha, era posible, el cuerpo estaba buscando la salida de esta trampa incomprensible y dolorosa sin darse cuenta de lo que ocurr;a. Encontrando el contacto visual con el vistazo enojado que la quemaba, es decir, con este vistazo de la mujer rival, ella empuj; la cara contra la banca de madera de nuevo.
          -;Y qu;? ;Suena dif;cil? Vos a ser como una cebra, rayada. Ten m;s a;n, - despu;s de estas palabras, la vara estaba silbando entre el silencio complete, marcando sus visitas por las ronchas claras, de espalda en el nivel de cintura hasta las piernas largas en el nivel de rodillas. El largo "oh oh" repet;a ahora despu;s de cada golpe y cuando inspiraba, un nuevo sonido que era semejante a grito, fue agregado. El cuerpo hermoso de Olesya que fue enredado con cuerdas, estando se estremec;a cada vez m;s, pero en vano. Ella estaba atada concienzudamente. El viejo hizo una se;al por la mano para parar despu;s del golpe vig;simo.
          -Estos eran s;lo los acordes de introducci;n, mi belleza. Ahora yo mismo voy a tratarte.
          Olesya suspir; profundamente y mir; con amor al verdugo nuevo.
          -S; que eres bonita. Sin embargo, deber;a azotar tal chica m;s frecuentemente, para que se hiciera m;s bonita.
          El viejo levant; la mano, Olesya empuj; la cara contra la banca de nuevo y se encogi; de todo el cuerpo. Ella sab;a que ahora el maestro ha tomado las varas en las manos. ;l la azot; unas veces y ahora el gemido del dolor sonaban en vez de er;tico "oh oh", aunque los golpes no eran m;s fuertes.
          -Mira, Nadia. T; te enojabas, levantabas la mano arriba, pero s;lo deber;as saber unos simples secretos. Tu vara ca;a de plano sobre el cuerpo, pero yo sostengo la vara de tal manera que la punta de ello como si volviera la esquina. Estoy de pie en este lado. Ve al otro lado y m;ralo.
          Nadezhda fue del otro lado y vio inmediatamente la diferencia. Las ronchas que ella hizo, eran regularmente rojas del principio al fin, pero ;sas que fueron hechas por el viejo, no eran tan largas, incluso un poco m;s p;lidas del principio, pero hasta el fin, ellas eran cada vez m;s gruesas, se hac;an m;s rojas se terminaban como un punto rojo-brillante, casi de sangre. A pesar del di;logo que interrumpi; el castigo, Olesya se retorc;a, gem;a un poco y apretaba los dientes.
          -Cesa fingir una actriz antes de que sucedan. Ahora, ;vamos a divertir juntos tan genial! - dici;ndolo, el viejo la azot; cinco veces diligentemente y frecuentemente, casi sobre el mismo lugar de nalgas. Olesya aull;. Despu;s de esperar un poco, dirigi; a otro lugar y pronto cinco ronchas que casi se unieran juntos, sangrando un poco en los fines, se marcaron all;. Despu;s de dos veces de tal cincos, Olesya gritaba c;mo una alumna de escuela que tiene once a;os. El viejo la azotaba, cambiando frecuentemente las varas, sin prestar atenci;n a los gritos de ella. Luego se par; de repente.
          -As; que, recibiste veinte de Nadia, cuarenta de m;. Descansa un poco y yo te dar; la porci;n segunda, cuarenta m;s.
          Inmediatamente, Olesya ces; de gritar, sin embargo la parte de banca que dejaba contra su cara, ya estaba mojada de las l;grimas.
          -Escucha, diablo viejo. Puede ser, ;cesar;s atormentar a la moza! - Nadia indign;.
          -No te interfieras. Tal amor cruel es entre ellos, - Albert intervino.
          -;Debes estar bromeando! ;Amor!
          -;El amor tiene raz;n siempre! ;El amor es hermoso siempre! Simplemente nuestros ojos no son perfectos suficientemente para ver este aspecto del amor.
          -;Acaso es amor?
          -S;. Hasta que un individuo no empieza a arruinar a s; mismo ni a otro, es amor. ;Has le;do sobre Eloiza y Abelar?
          -No.
          -Es el hecho hist;rico, - el viejo junt; a la conversaci;n. - Siglo und;cimo.
          -Interesante, debo conocerlo a veces. Vive y aprende.
          -Vamos a la habitaci;n, para estar sentado un poco.
          Todos fueron a la habitaci;n y se sentaron en sillas. Olesya estaba acostada en la banca sin hablar. En diez minutos, de nuevo los todos vinieron a ella.
          -;Qu; tienes, mi cari;a, est;s exhausta?
          La v;ctima dijo lo que los visitas no esperaban o;r:
          -;Sabes que merezco estar azotada a menudo?
          -Entonces vamos a continuarlo.
          De nuevo las varas flexibles cantaron, clav;ndose animadamente al cuerpo joven y el;stico de Olesya. Y de nuevo el aullido de chica estaba sonando dentro de las paredes de casa vieja de madera. Cuando eso termin;, el viejo la desat; r;pidamente y Olesya de nuevo se comport; de la manera inesperada. Ella se puso de pie inmediatamente y abraz;, cayendo sobre el cuello de su atormentador, diciendo:
          -;Gracias por la ense;anza, mi mago, mi querido! ;C;mo te amo, te amo!
          Ellos besaban con pasi;n, como las amantes. ;l estaba vestido y ella, desnuda y azotada, estaba lista para estar colg;ndose sobre ;l. De hecho, ellos eran amantes.
          -;Recuerdas, Olesya, mi cari;a? - Paul volvi; a ella, - ma;ana cumplir; noventa y cinco a;os.
          -;Oh, olvid;! No s;, cual regalo debo darte.
          -;Mi mejor regala es misma ti, - el viejo no dijo, sino cant; esta l;nea de canci;n desde una pel;cula de animaci;n conocida, imitando al actor.
          -No podemos dejarlo sin atenci;n, - dijo Nadia que estaba lista para luchar contra el cumplea;ero hace un cuarto de hora.
          -Yo tengo el dinero. Puedo dar a s; mismo lo que sea.
          -El dinero no es principal. Debemos presentar a ti algo, al menos simb;licamente. Ahora voy a volar a Mosc;, aqu; y all;, - Albert anunci;.
          Sin avergonzar en absoluto, Olesya desnuda estaba de pie e intentaba mirar detr;s de la espalda tan lejos como sea posible, para examinar las ronchas. Finalmente, ella se visti;. Albert ya se visti; para salir y, saliendo a trav;s de la puerta, para que Olesya no viera la teleportaci;n, despareci;. En media hora, ;l regreso con el bolso lleno y entreg; al viejo a las manos, pronunciando las palabras de felicidades, el videocasete “Historia de O”. Sac; del bolso tres pasteles peque;os, la salchicha, queso, t; de Ceil;n de primera calidad.
          En media hora m;s, los todos estaban sentados en la mesa, beb;an el t; y ve;an la pel;cula. El mundo inventado de Pauline R;age no podr;amos considerar como un mundo sin problemas. No obstante, lo comparando con el mundo real, estos problemas eran de juguete y no oscurec;an, sino embellec;an la trama rom;ntica. El acompa;amiento musical como si afirmara que el amor es hermoso, incluso el amor de tal clase que no cada persona podr;a comprenderlo.
          La pel;cula le gustaba al viejo. Observ;ndolo, como ;l parec;a, mirando la pel;cula, se hizo claro que Albert dio en el blanco con la regala. Sin embargo, la pel;cula gust; m;s a;n a Olesya, tambi;n eso fue visto. Ella estaba inm;vil, saliendo completamente a la trama y ya le parec;a a ella como si ella misma estuviera azotando con disfrute mal;volo a la amiga Yvette, como si ella misma, siendo feliz, viajara en barco con el se;or Stefan y ella misma preparara psicol;gicamente a otra amiga Jacqueline para mandarla a Roissy.
          No hab;a nada que podr;a sorprender a Albert. Aunque, las inclinaciones sadomasoquistas no eran conocidos a ;l, ;l era capaz de comprender “te;ricamente” a los protagonistas de pel;cula y no s;lo los toleraba a ellos, sino incluso los aprobaba y saludaba mentalmente a ellos, pon;a a ellos m;s arriba que el resto de la gente, porque ellos segu;an sin hipocres;a a su propia naturaleza.
          La m;sica gustaba a Nadezhda. Ella ve;a la pel;cula como un cuento de hadas, sin olvidar que la trama fue inventada y los actores la estaban jugando. Sin embargo, cuando la pel;cula se termin;, una idea se ocurri; a ella que los todos que estaban ahora en la misma habitaci;n con ella, no son actores, sino las personas reales de la vida real. No obstante, ;qu; artima;as acaban de hacer ellos? Como si ella viera un sue;o extra;o sin poder conectar totalmente el contenido. Ellos viv;an tranquilamente y de repente result; hacerse refugiados. Ellos son refugiados, pero viven en la situaci;n econ;mica de tal manera que, aquellos que se dejaron al hogar, si ellos lo supieras, envidiar;an. El viejo Paul, tan amigable, tan sabio y es creyente, hab;a pasado a trav;s de tal escuela de la vida, y resulto ser un malhechor que coge y atormenta a una chica que podr;a ser su bisnieta. No obstante, de repente result; que la chica ella misma, probablemente, estar;a lista para matar a cada uno que osar;a atacar a su atormentador y ella misma no puede se imaginar la vida sin ;l. Ella que es tal simple y amigable, de repente seduce al marido, por cierto con ;xito, cuando ella s;lo durante la hora se ausent;. Lo que parec;a imposible conectar uno con otro, de repente result; estar juntos. Parece, lo que no debe ocurrir, sino ocurre contra las leyes que ella sab;a siempre. Incluso, en cuanto a las leyes firmes de f;sica, parece como si ellos tambi;n fueran violados. Ella fue echada al mundo, donde no puede orientarse de ninguna manera.
          Albert la amaba, la salvaba de los enemigos. Y ;l mismo Albert la enga;a. En situaciones semejantes, la gente normal indigna, se enfr;a, se divorcia, a veces comete un delito. Cuanto a ella, despu;s de eso Albert se hizo m;s a;n cerca, m;s a;n precioso para ella. Ella siente que ahora ama a ;l m;s fuerte. Cuando ella vino y vio el enga;o, dijo unas palabrotas a Olesya, pero ahora ve que eso era falso. Ella se indign; s;lo de la raz;n, porque hay una costumbre en la sociedad de indignar en las situaciones semejantes. De hecho, ella entend;a que Olesya todav;a continuaba de ser su amiga, con la cual ella puede simpatizar y estaba lista para abogar por Olesya durante el castigo. Ahora ella comprendi; que ella no es capaz de orientarse no s;lo en los eventos externos. Ella no pod;a orientarse incluso dentro de s; misma.
          -Yo s; tus problemas, - el viejo dijo repentinamente, volvi;ndose a ella. Desde la juventud    dec;an a ti las mentiras, c;mo funciona el mundo. Todo esto result; ser un mito. Y lo que parece a ti un mito, de hecho es la vida real. Sin embargo, es la vida real sin m;scaras, sin hipocres;a, sin filtro.
          -Y s;lo por esta raz;n, nuestra comunidad formada de los cuatro nosotros aqu; y de las tres que dejaron en Mosc;, es ;nica. Has acostumbrado al mundo de las hip;critas muertos. Ahora tus tareas son para acostumbrarte al mundo de vivos. Ac;ptalo, vive en ello y ver;s, cuan ello es mejor. Porque eso era el mundo de muertos, pero ahora t; empiezas a conocerte el mundo de vivos, - Albert lleg; a la conclusi;n.

                Cap;tulo 7. Olesya.
         Al d;a siguiente, celebrando el aniversario noventa y cinco del amigo de gran edad, los todos descansan, beb;an la cerveza, t;, escuchaban la m;sica, ve;an los videos. En la noche, Albert logr; “volar” a Nueva York para comprar fresa. Olesya com;a la fresa, pregunt;ndose, de donde ello pudiera aparecer el noviembre en el remanso de regi;n de Krasnoyarsk. Ella comenzaba a suponer de hecho, como si su amante fuera un brujo. No obstante, sin darse cuenta de la razon, ella record; como Jesucristo dio de comer a cinco mil personas de una manera maravillosa. El viejo ya no dudaba de confesar a Nadezhda que azotaba a su Olesya casi cada d;a y eso promov;a el ;xito en ense;anza a ella. Albert lo supo unos d;as antes de eso.
         El viejo hab;a conocido a ella en el verano del a;o pasado. Hac;a fr;o y ella estaba triste y sentado en la banca en un patio de ciudad peque;a que est; en el ferrocarril de Abak;n.
         -Hey, moza, - ;l brom; de la misma manera, como bromaba habitualmente con las chicas en la calle. - Quieres recibir una azotaina con cintur;n. Despu;s de estas palabras, ;l observaba siempre la reacci;n de ellas. Pareci; que ;l dio en el blanco esta vez.
         -Si me alimentaras, podr;s azotarme cuanto quieres, pero ;tame durante eso. ;No ves que estoy fatigada y tengo fr;o?
         -Sin embargo, para recibirlo, tienes que ir lejos en tren, despu;s de eso seguirte sacudiendo en autob;s durante las seis horas.
         -No importa para m; a donde viajar. Ll;vame lejos de aqu;.
         Como de costumbre, ;l fue vestido extra;amente. Aparecer de tal manera con chica, eso pod;a provocar sospechas.
         -Entonces espera a cerca de esta entrada, pero no entres. Me cambiar;, saldr; e iremos. Justo a tiempo en hora y media, el tren local saldr; a Krasnoyarsk.
         -;Por qu; no puedo entrar, incluso a esta entrada? Tengo mucho fr;o.
         -Por favor, soporta cinco minutos a;n. Debe as;. Y apartamento no es m;o. ;Por qu; sin tener miedo de cintur;n, tienes miedo del fr;o?
         -Cintur;n es una cosa, fr;o es algo otro. Ahora para m;, ser;a mejor si recibiera una azotaina tres veces en d;a en vez de estar a cerca de estas canallas.
         -Yo cre;a, como si escaparas del hogar porque los padres te han azotado.
         -No tengo padres. Estoy desde el orfanato.
         -Esp;rame. Intento regresar m;s r;pidamente. Despu;s narrar;s.
          Paul corri; en la entrada, dejando a la chica, justo en la calle fr;a, se teletransport; r;pidamente al hogar, cambi; la ropa y regres; a los pisos superiores de la misma escalera. Su nueva amiga estaba sollozando, empujando la cara en bater;a de calentamiento que no funcionaba en el verano fr;o.
          -;Por qu; as;? ;Cre;as como si yo te burlara?
          Ella se volvi; a ;l, sonri; a trav;s de las l;grimas y de repente lo abraz;, siendo la primera, empez; a besar y ha llorado de nuevo.
          -;Haz lo que quisieras conmigo, pero ll;vame lejos! ;Lo ves? - Ella ces; a llorar repentinamente, - no te obedeci;, entr; a la escalera, aunque t; lo prohibiste. ;Me azotar;s por eso?
          -S;. Si lo quieres.
          -Ahora quiero s;lo que me llevaras lejos y escondieras.
          -Entonces, vamos a la estaci;n.
          Fue una ma;ana, pero ;l la llev; a la casa s;lo en medianoche. Ella era hambrienta como loba y estaba devorando con avidez las delicias americanas y se durmi; justo en la mesa.
          En la ma;ana siguiente, debido a la raz;n de conspiraci;n, ;l no la llev; a la casa de ba;os, sino despu;s de calentar agua con ayuda de ella, la lav; a ella, justo en la casa.
          -Ahora v;stete. Permanece un poco con esta ropa, pronto yo te regalar; las cosas nuevas.
          -;Pero has prometido!
          -;Qu;?
          -;Para azotarme!
          Paul no cre;a nunca que despu;s de la teleportaci;n, el destino le regale tan generosamente en la segunda vez. Ahora ;l entendi; que la chica no bromaba, aunque intentaba todo imaginar en forma del jugar.
          -Entonces esp;rame. Voy a regresar pronto.
          Despu;s de salir, ;l inmediatamente se teletransport; a una ciudad que era el centro local, compr; la comba all;. Paul regres; pronto, pero la chica no logr; todav;a incluso poner las bragas despu;s de lavar.
          -;Oh, tienes la comba! - ella exclam;. - En el orfanato, fuimos llevados a la sala de profesores y azotados con una comba como ;sta, por las culpas diferentes.
          -Sin embargo, has escapado debido a eso.
          -He escapado… narrar; luego.
          -;No tienes miedo?
          -Un poquito.
          -Entonces, ;acu;state sobre la cama! La vez siguiente pensar;s, antes de pedir.
          Bajando la cabeza, Olesya caminaba pesadamente hacia la cama, obedeciendo se dej; atar. El viejo estaba azotando largo a ella, pero no demasiado fuerte. Cuando ella empezaba a gritar fuerte, ;l paraba y exig;a que la chica castigada tomara la almohada en boca. Despu;s de eso, ;l se liber; de la ropa y tom; posesi;n de ella, sin desatarla. El viejo en la edad casi centenaria, como un chico se enamor; de una chica que ten;a quince a;os. En esta existencia, la cosa m;s terrible que podr;a ocurrir, si ella corriera llamar a los vecinos y la milicia, ;l perder;a s;lo esta casa y tendr;a que vagar en el mundo sin regresar aqu; nunca. Entonces, ;l esperaba encontrar un asilo en un pa;s c;lido, donde el invierno no tiene lugar nunca. No obstante, ;l cometi; el pecado y eso es mucho m;s complejas.
          Sin embargo, inmediatamente despu;s de desatarla, ella empez; a declarar su amor a ;l tan expresivamente y pat;tico que no qued; ninguna duda. No era ning;n pecado, sino el amor. ;El amor! ;El regalo de Dios! Y ser;a un pecado si lo rechazara. Ni qu; hablar de que Olesya fue muy alegrada, cuando aprendi; lo que ahora puede vivir indefinidamente en la casa de su nuevo amante y primero que ama a ella de hecho. Ella intentar; estudiar bien. ;l la castigar; a ella frecuentemente y dolorosamente. Ella hab;a so;ado con tal vida.
          Olesya recordaba vagamente a sus padres. Hab;a una habitaci;n. En la puerta un columpio pend;a, simple y hecho en casa. Ella cay; de ello y llor;. Una buena mujer vino corriendo que ella llamaba como mam;. Ella la sostuvo en sus brazos, la consol; y la acarici; ;y todo se hizo tan bueno! Esa vida era como un sue;o indistinto que ella ve;a hace mucho tiempo. Despu;s ella no encontraba a;n a tal gente buena. S;lo unas cosas eran buenas, el sol en la primavera, la hierba verde en el verano y los ;rboles en el parque boscoso a donde ella corr;a para quejarse como a un amigo. Ella cre;a que detr;s de todo eso, hay un gran Amigo, el ;nico que es capaz de escucharla y comprenderla. ;l es bueno en la misma manera como mam; de eso lejos "sue;o" de infancia. ;l se contrista, cuando ella hace algo mal y tarde o temprano ayudar; a ella para salir a siempre de esta casa, donde no hay amigos, sino s;lo enemigos y tontos. Ciertamente, es imposible ver a este Amigo, sin embargo, Olesya no ten;a duda de que ;l existe.
          No hablaba nadie de los padres a ella. Solo ;ltimamente rumores verdaderos comenzaban a alcanzarla. Que el padre fue encarcelado, como si por el gamberrismo (en esa ;poca mucha gente fue encarcelada por el gamberrismo, frecuentemente sin culpa). Y como si la madre se ahog; en el r;o con intento de suicidio, siendo desesperada. No lograron salvarla. Tambi;n o;a, como si el padre cometiera atrocidades terribles despu;s de salir de la prisi;n, casi asesinatos a unas personas con desmembramientos ten;an lugar. Puede ser, es una exageraci;n.
         Olesya era una alumna de buena capacidad y diligente, pero siendo una traviesa, todav;a arreglaba para merecer una azotaina en la sala de profesores. Al principio, ella ten;a mucho miedo de eso y lo evitaba, como todos los ni;os, pero suficiente pronto empez; a encontrar en eso algo, ya sea agradable o elevado, ser;a dif;cil de dar a este fen;meno alguna determinaci;n clara incluso para persona adulta. Ella no compart;a estos pensamientos con nadie, tampoco ellos le obsesionaban a ella. Cada vez durante el d;a, eso se hac;a olvido entre el aprendizaje y juegos. S;lo por la noche, le era agradable a recordar, como ella fue azotada hace un mes, como ella chillaba del dolor y ped;a disculpas. Tambi;n le gustar;a a ella si el profesor de canto la azotara. Sin embargo, no lo ordenaban nunca a ;l. La azotaina de alumnos culpables era confiada siempre a una barrendera que parec;a siempre descontenta y los castigos eran dirigidos por vicedirector, una mujer que era delgada y severa, con gafas y ten;a aproximadamente cuarenta a;os. So;ando por la noche en la cama, Olesya estaba planificando, de cual modo merecer un castigo nuevo.
         As; que, Olesya asum;a frecuentemente la culpa de los otros, incluso de los muchachos a veces. A menudo, ella misma tambi;n violaba el orden severo. Parec;a, despu;s de ganar la reputaci;n de una temeraria, despu;s de asumir la culpa de los otros, ella deber;a hacerse la favorita de todos en clase. Pero ninguno en absoluto. Ella se atrevi; a diferir de los todos. Ella se atrevi; a so;ar con las cosas, con cuales no se suele so;ar. Aunque ella no compart;a con nadie nunca sus inclinaciones sexuales. Ella misma todav;a no sab;a la raz;n, debido a la cual los todos le odiaron.
          Ella not; s;lo dos cosas. La primera: ella no estaba interesada en absoluto a comunicarse con los compa;eros y compa;eras de su edad. La segunda: la culpaban constantemente que “ella no sabe vivir en la colectividad”. No explicaba nadie ni nunca claramente y comprensible lo que ellos quer;an de ella. Sin embargo, la soluci;n era muy simple, porque explicar claramente y comprensible tal cosas no se atrever;a nadie. Si alguien se atreviera a hacerlo, pronto ;l caer;a pronto en la situaci;n que no ser;a mejor que ;sta de Olesya. Ellos pod;an insinuar, pero no lo dir;a nadie en voz alta. Eso sonar;a aproximadamente de tal manera: "en nuestro estado, es ordenado ser semejantes a todas las personas. No osa nadie a ser diferente, pero lo has osado. T; pareces m;s inteligente que los otros, mientras debes ser como todos. Incluso si callaras, a pesar de eso ser;a visto que eres diferente por algo. Debes hacer algo para que fueras como todos los otros no s;lo externamente, sino tambi;n dentro, porque el mundo interior de cualquier persona es visible, aunque ello no es siempre conveniente para describirlo usando palabras. C;mo hacerlo - el problema es tuyo. Si eres capaz, vivir;s como toda la gente normal. Si no puedes, entonces perecer;s. Eso no ocurrir; ahora mismo, sino gradualmente. Al principio, permanecer;s sin recursos y con mala reputaci;n. Luego permanecer;s en las prisiones o en los manicomios. Y nuestra buena colectividad lo promover;".
          Todo el tiempo, ella llegaba a pensar de s; misma, buscando diligentemente, qu; es tan malo lo que ella hace. Ella buscaba, buscaba esta "maldad dentro s; misma" y no encontraba nada. Ella pod;a quejarse del destino o pedir un consejo s;lo a ese Amigo invisible, s;lo consigo ella pod;a estar franca, incluso si ;l no le respond;a a ella, pero pod;a ser que respond;a en alg;n otro "idioma" de los s;mbolos y destinos que ella todav;a no aprendi;. Luego, ella empez; a adivinar que este Amigo es el mismo Se;or. Ella oraba a ;l. Una vez ella visit; una iglesia, pero decepcion;. Ella imaginaba a Dios de la manera muy distinta de la imaginaci;n de viejas locales. S;lo en el futuro en unos a;os, cuando ella ley; en el Evangelio: "Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patr;n. Los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprend; de mi Padre" (Juan 15: 15) - ella estall; en l;grimas y se arrepinti;. Jesucristo era el mismo Amigo. Ella reconoci; en ;l a ese Amigo con cual intentaba comunicar mentalmente. La gente Lo odiaba de la misma manera. Uno de los mejores amigos Lo traicion; para que crucificaran a ;l. Ya hace dos mil a;os, ;l explic; a ella, cual es su problema:  "No ser;a lo mismo si ustedes fueran del mundo, pues el mundo ama lo que es suyo. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los eleg; de en medio del mundo, y por eso el mundo los odia." (Juan 15: 19).
          Ella empez; a buscar en el Evangelio la raz;n de su pasi;n rara, pero no encontr; nada. Ella ha decidido que no a;n no escuchar;a a la gente. Sin embargo, estaba interesada, qu; respondiera la pregunta su nuevo amigo humano, es decir, viejo Paul.
          -;Amor m;o! ;Sabes cu;les palabras Cristo tiene? "A;n tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora". Cuando no encuentras la respuesta de una pregunta, recuerda lo que Cristo tiene la respuesta universal a todas las preguntas: "el ;rbol se conoce por sus frutos."
          Pero entonces en la casa infantil, cuando Olesya era perseguida y despreciada, adem;s de comunicaci;n mentalmente con el Amigo, empez; a buscar el amor, del cual tanto muy hablado en los poemas y cantado en las canciones. Cuando su situaci;n empezaba a parecer desesperada, ella a su vez empezaba a comprender que no tiene nada que tuviera miedo de perder y ahora ella puede hacer todo que quiere.
          ;En que consiste el amor? Hablando de eso, las compa;eras de clase soltaban risillas y los muchachos susurraban en el inodoro, tragando el humo de los cigarrillos baratos. No era posible entender algo. La misma cosa era considerada a la vez como la mayor bendici;n y la mayor abominaci;n, de la cual la gente discut;a con la condena y palabrotas.
          Y aqu; una vez, durante uno de tal tardes del sentido de desesperanza y "omnipotencia" conectada con eso, ella se dio a un chico local en edad de diecisiete a;os. Ella ten;a s;lo trece. En esta noche c;lida, siendo acompa;ada por el zumbido de los mosquitos, en el mismo parque boscoso, ella permit;a al principio abrazar, acariciar y besar a s; misma, luego desnudarla y desflorarla. Era agradable, pero le faltaba algo. ;Es ello el amor? - Ella preguntaba a s; misma y respond;a: Si no es amor, ;entonces qu; es ello?
          Despu;s de obtener lo que quer;a, ;l pronto notifico a las canallas locales de nuevo logro. No obstante, las canallas se mofaron de ;l: "Acabaste con la chica est;pida. ;Ella es loca!" Sin embargo, ;l no guardaba rencor contra ellos, sino contra ella. Una vez ;l vino borracho a una cita, llevando los compa;eros borrachos con ;l. Cuando ella hab;a comprendido todo, era demasiado tarde. Todos ellos sucesivamente abusaron de ella del modo abominable, pero cuando intentaban poner la botella dentro de ella, ella misma no recuerda, como logr; hacerlo: rompi; la botella y cort; la garganta a una de las canallas. Casi no lograban llevarlo en ambulancia, salv;ndolo del sangrado fuerte.
          Las conexiones pasadas ayudaron al hijo de ex carnicero de la tienda de comestibles. Tambi;n Olesya no fue encarcelada por el intento de asesinato, al contrario tendr;an que mostrar el incidente con ocultaci;n de la violaci;n en grupo delante de toda la ciudad. Por lo tanto, el caso fue encubierto. El intento de mandar a Olesya al manicomio tambi;n no fue logrado. Hab;a rumores que el activista local por los derechos civiles dijo algo sobre todo lo que pas; y debido a eso el psiquiatra entendi;, si ;l considerara a esta muchacha como una esquizofr;nica, entonces puede caer a una apariencia de tonto y ;l no iba a arriesgarse.
          Ella no fue castigada m;s en la sala de profesores. Los adultos cesaron totalmente de prestar atenci;n a ella. Las chicas de la misma edad la agred;an unas veces. Ellas no la golpeaban fuerte, sino m;s a;n intentaban insultar a ella. Los adultos no quer;an escuchar de ella. Ya antes del conocimiento con esa escoria, ella logr; acumular un poco de dinero y comprar la comba. Raramente ella lograba tener cierta privacidad y divertirse, azotando a s; misma con comba. Una vez ella aprendi; sobre Francisco de As;s que azotaba a s; mismo hasta hacerle sangre, la sangre mezclaba con la nieve, constru;a mu;ecas de la nieve roja, diciendo: ;"Aqu; tengo los hijos"!
          "Probablemente ;l era como yo", - la chica pensaba. Despu;s de ese caso, cuando las canallas abusaron de ella, ella decid;a que le parecer;a satisfecha el amor raro: para azotar a s; misma sufriendo y disfrutando a la vez.
          Una vez, una de las educadoras la descubri; en el momento cuando ella estaba haci;ndolo, pero para su gran sorpresa no le aplic; ninguna sanci;n disciplinaria, incluso no hizo p;blico delante de todos los otros adolescentes. Ciertamente, los profesores, educadores y administraci;n, todos fueron informados. Ellos estaban susurrando entre s; mismos y si Olesya aparec;a, ellos se volver;an a ella abiertamente, mirando por un largo rato a ella como a la bestia salvaje, luego continuaban de susurrar sobre ella. C;mo ellos estaban abominables, c;mo eran semejantes a los peores protagonistas de telenovelas que ellos mismos condenaban viendo los programas de televisi;n, ellos no se daban cuenta nunca. Si ellos se dieran cuenta de su propia esencia bestial, quiz;s sea cierto que se ahorcar;an debido a la aversi;n por s; mismos. Una vez tal palabras del vicedirector la alcanzaron:
          -;Deja a ella se ir de nosotros m;s pronto! En la ;poca de Stalin era as;: "no hay persona, no hay problema". Ella ser;a mandada en un lugar apropiado, al campo de prisioneros., en ;poca de Brezhnev - al manicomio, pero ahora tenemos que meterse con ella.
          Ella comenz; a cometer las evasiones, vagando y recoger las botellas (pod;a venderlos en el punto especial de recepci;n). Una vez, cerca de estaci;n principal, ella se conoci; un empresario que viajaba y se entreg; a ;l por cincuenta d;lares, pero despu;s de eso las putas de estaci;n la persegu;an a trav;s de toda la ciudad y ella apenas logr; evadirse de la persecuci;n. Esa vez, ella se fue a Novosibirsk, pero no ten;a el dinero suficiente para que permaneciera en la ciudad grande por mucho tiempo. Despu;s de comprar el remedio contra los mosquitos, ella viv;a en la naturaleza y era feliz, en las noches probando a s; misma las varas de ;rboles diferentes y la ortiga. Sin embargo, cuando el dinero termin;, ella tuvo que regresar.
          Luego la evasi;n siguiente ocurri; y finalmente ella encontr; a un amigo entre los seres humanos, a visitante del siglo pasado que adem;s de eso pose;a los talentos m;gicos que eran desconocidos para ella antes. No obstante, la cosa principal, ;l era su tipo, adem;s de eso, ;l era un poseedor de la misma pasi;n extra;a, el primer real amigo entre la gente y ;l abri; a ella much;simas cosas nuevas, si comparara, antes de eso, ella no sab;a incluso d;cima parte de lo que sabe ahora. Si se quedara sola, con estos conocimientos ella es capaz de sobrevivir incluso en Rusia y en Estados Unidos o en los otros pa;ses libres, ahora ella pod;a permanecer sin preocuparse por supervivencia: ;sa era garantizada.
          Sin embargo,  en este per;odo, ella no se preocupaba por s; misma, sino por su amante que ten;a casi un siglo. Las otras chicas j;venes no se preocupan hasta tal punto, incluso por los amantes de su edad. Ella estaba lista para divertirse usando la mano muchas veces y s;lo raramente darse a ;l para que no cansara a ;l, para que no da;ara a la salud preciosa de ;l. Y ;l bien conoc;a el precio de tal regalos de destino. Poco probable que uno de los todos que conoc;a, tuvo suerte hasta tal grado. Incluso en la edad de cuarenta no tuvo nadie suerte as;. Adem;s de eso, ;tal conciliaci;n armoniosa de las inclinaciones de ambos ten;a lugar! Y tambi;n ;l sab;a que ;l mismo es un regalo precioso igualmente para ella. Nadie una de la gente simple, notando ellos juntos como amantes, no creer;a en desinteresado del amor de Olesya. Si creyera, entonces le calificar;a a ella como una loca. S;lo Albert comprend;a y admiraba. Incluso Nadia empezaba a entender algo y hoy miraba a ellos, estando m;s tolerada que ayer. Ella no pod;a explicar la raz;n, de la cual ella lo entend;a, pero ya entend;a que Olesya prefiere de hecho a viejo Paul en vez de joven Albert. Si una vez m;s ella sedujera al marido, entonces lo har;a s;lo para estar recibiendo una azotaina larga y dolorosa.
          Ella intent; imaginarse, como si Albert se hubiera acostado con las todas las tres amigas, si ;l subi; encima de la chica de quince a;os, ;por qu; ser;a t;mido ;l para coger a estas tres? Ella intent; imaginarse, como si Albert la abandonara, cayendo en amor en una de tres rivales probables. Ella no logr; jugarlo en imaginaci;n. Esto no ser;a ;l. Y aqu; el telepatista viejo se pronunci; sobre el tema de reflexiones de ella:
          -Nadia, c;lmate. Albert no te enga;aba. Eso no era ning;n enga;o. Albert no es enga;ador, sino un probador. ;l es propenso tocar todo con las manos, incluyendo saborear todo. Recuerda como incluso en la infancia ;l puso la pinza en la toma de corriente.
          Todos sonrieron. La fiesta de cumplea;os iba a terminarse. Un trabajo fue planificado por la ma;ana. Para verificar, c;mo las tres amigas restantes est;n y para espiar a los otros esp;as.