Esperando yo tu regreso mucho,
Pero nadie sabe lo que pasa.
Para tu venida tengo un cartucho,
Maravillas las la vida hace.
Tu pensaste bien abandonarme,
Tus deseos ciertos he sabido
Tengo un cartucho en mi armа,
Pero no sera del plomo fundido.
No acero blanco en bolsillo
Me calienta sangre de la mano.
Hare sentarte tu, querida, en la silla
Sin perder razon de ser humano.
De sigarillo fuego nervioso,
Tal vez, me daria el corazon paciente.
Mi palabra, сomo un colosso,
Te matara sin cuartel presente.
La Havana. 1978