Abrek Jas y mi viaje al Aslanbek-Sheripovo en 1976

Борис Артамонов
       Es poco probable una vida feliz sin pruebas dif;ciles, sin los momentos, cuando parece que todo est; perdido y hay demasiadas pocas posibilidades de arreglarlo, es decir, de salir desde la situaci;n, como si ahora los fracasos fueran a perseguir durante toda la vida. No den cr;dito nunca a tales pensamientos. Mirando atr;s, no recuerdo incluso un ;nico obst;culo que no enriqueciera mi experiencia, ni que no me ense;ara por algo, ni que no sirviera a alg;n objetivo, ni que no diera una informaci;n ;til. Mirando atr;s, llegan a la conclusi;n: si Dios permite algo que interpretamos como una cosa mala y negativa, lo significa que ;l va a ense;arnos algo. Y entonces volviendo rid;culo, con cuales espanto e ira las dificultades y fracasos del pasado fueron percibidas. Y entonces los fracasos y dificultades posteriores ser;n percibidos mucho m;s f;cilmente.

        Esto no es un relato inventado. Lo que voy a describir ahora, me pas; a m; de hecho, hace mucho en 1976. Esa ;poca yo ten;a 26 a;os. Hasta esa ;poca, siendo nacido en una familia de los ate;stas, me he convertido en un agn;stico gradualmente. Y para comprender la causa del viaje en una ruta tan extraordinaria, tenemos que apartarse ocho a;os m;s atr;s.

       Esa ;poca el poder sovi;tica fue interesado a hacer propaganda, con quien esto resultar;, para que la gente se vaya al territorio enorme de Siberia que todav;a no era toda colonizada, para construir y para los otros trabajos. Los poetas y compositores ten;an que adular al poder. Esto pod;a afectar adversamente a sus obras, pero algunos de ellos actuaban sabiamente no s;lo una "felicidad en la colectividad", pero tambi;n la naturaleza de esos lugares, sin embargo, la naturaleza, siendo una creaci;n de Dios, es hermosa a su manera en todas partes. He empezado a trabajar desde 16 a;os: habr;a gustado a ser independiente y tener mi propio dinero, y primera vez eligi; el trabajo muy afortunadamente: un obrero en trabajos geod;sicos de campo. En el mundo sovi;tico esto era casi un ideal, porque trabajaban en las condiciones de campo, entre los dos o tres, no hab;a nada para que rivalizaran, no hab;a ninguna dependencia de la colectividad, pr;cticamente no hab;a ninguna hablada, ni querella y ni intriga, lleg;bamos en el departamento de investigaci;n t;cnica, s;lo para recibir un salario. En breves t;rminos, esa ;poca la mejor carrera habr;a sido, personalmente para m;, esto para que eluda a rajatabla todas las compulsiones sovi;ticas, principalmente el acorralar compulsivo en la colectividad (naturalmente para idiotizar y controlar).

       Hacia mayor;a de edad decidi; comenzar a viajar de negocios, es decir, "por la niebla y aroma de taiga" (estas palabras son tomadas de una canci;n de sesentas en URSS, en ruso: "за туманом и за запахом тайги"), pero primero viajo, suficiente largo, me desenga;;: all; donde yo era mandado, en Chechen-Ingush ASSR, no hab;a ninguna taiga, derredor hab;a estepas e incluso las monta;as reales no eran vistas. Pero Dios sab;a mejor a donde mandarme ;es cierto! Es dudoso que pudiera inventar un lugar m;s oportuno para buscar la Verdad y cognici;n, sin embargo, el objetivo de nuestra vida es precisamente la cognici;n y b;squeda. Antes del viaje hablaban a m; muchas porquer;as sobre la poblaci;n aut;ctona de rep;blica y primeros d;as yo me portaba atentamente, sin embargo, s;lo durante los primeros d;as. Al muy poco tiempo descubri; que la sociedad chechen se distingue de toda restante, sovi;tica que ya estaba odiada a m;, y se distingue precisamente en la misma direcci;n que se encuentra mucho m;s cerca en esp;ritu a m; personalmente en muchos aspectos.

       Usted yerra si piensa que yo inmediatamente comenz; a explorarlo. Teniendo 18 a;os, a pesar de mi erudici;n y desarrollo, mis problemas personales que dej; en Mosc;, m;s preocupaban a m;, y tambi;n los sue;os y fantas;as diferentes que son apropiados a esta edad. La informaci;n sobre la sociedad local llegaba a m; a pesar de todo, pero, sin duda, habr;a aprendido mucho m;s noticias si se ocup; de esto especialmente. Incluso no me tom; la molestia de informarse la causa, debido a cual la sociedad local fue presentada en aspecto m;s ventajoso desde mi punto de vista, a distinci;n de los dem;s. Por supuesto, la causa est; en la religi;n, pero no est; en el clima ni en la situaci;n geogr;fica, sin embargo, aprend; esto mucho m;s tarde. Y si aprend; esto en esa ;poca, es dudoso que yo lograra ampliar mi horizonte en el asunto de fe, porque dos cosas son necesarias para esto: el acceso a la informaci;n y el deseo serio. Acerca del acceso, incluso no era posible comprar los cuatro Evangelios, ya sin decir acerca del Cor;n, ni alguna otra literatura sobre las disputas teol;gicas. Y no hab;a nadie, con quien se pudiera hablar de cualquier tema interesante y serio. Es ahora que en cada paso subterr;neo puede ver los testigos de Jehov; y los creyentes de otras confesiones que conversan y propagan su literatura, pero en esa ;poca no era posible encontrarles por la tarde con el fuego. Todo era aplastado, apretado, no hab;a nadie, excepto los borrachos y la gente "normal" sovi;tica. Por supuesto, si alguien busca, entonces encontrar;, pero en ese momento no hab;a ning;n deseo serio de ocuparse con tal b;squeda.

       Sin embargo, despu;s del regreso de la comisi;n de servicio, mi inter;s por Chechen-Ingush ASSR no se disminu;a, sino comenz; a crecer. Todas las cosas favorec;an a esto: las mismas colisiones cotidianos con los hechos negativos de la vida cotidiana y de realidad sovi;tica. El estado maltrataba la gente y la gente maltrataban el uno al otro. La tendencia a dar en caperuza al pr;jimo, incluso sin ventaja para s; mismo, casi se convert;a en una regla de los buenos modales. La gente se portaba como los perros en una perrera, donde ellos son golpeados y mal alimentados. El proverbio "el mundo es un burdel y las gentes son unas prostitutas" cristalizaba visiblemente en la vida. No soltaban al extranjero por cualquier dinero. Incluso si esta rega;ina canina de las gentes sovi;ticas no concern;a a m; personalmente, a pesar de todo, un sentido de la detestaci;n surg;a y recordaba, sin pensar, la sociedad de Chechenia, como una alternativa. Una l;stima ocurr;a que no comenc; a aprender la lengua de Chechenia, estando en la comisi;n de servicio, especialmente teniendo en cuenta que el estudio de cualquier lengua, incluso de ;sa que no ser;a ;til pr;cticamente, sino es interesante en s; mismo y ;til para el desarrollo.

       Cas; en enero de 1973. Todo pasaba bien. Sin embargo, mi familia y yo especialmente no fuimos del gusto de algunos vecinos. Sin duda, todos tienen derecho a sentir simpat;a o antipat;a por alguien, pero otra muy distinta, cuando estas cosas, como la simpat;a o antipat;a, se expresan exteriormente. Entonces ya esto no es por ley e incluso no es humanamente. Tal amenaza, como "te encarcelar;" si no hay nada por cual encarcelar, en cualquier pa;s libre y democr;tico al oeste, ella fuera considerada como una amenaza grotesca de tonto, y poco probable podr;a esperar alguna otra reacci;n rec;proca, excepto la risa. Y si esto tiene lugar incluso en nuestro pa;s ahora, justo yo les enviar;a all;, usando una palabrota rusa, a donde es costumbre a enviar en tales casos, pero eso era Uni;n Sovi;tica de 1976, y tal amenaza era bastante real.

       Bueno,- dec;a a m; mismo,- por un tiempo me abstener; de los actos agresivos, tal vez todo arregle. No obstante, si desmesuran demasiado, pas;ndose a trav;s de alguna raya, cumplir; este deseo de ellos, me caer; en la c;rcel, pero no en vano". Yo no ten;a miedo de caer en c;rcel por un per;odo corto, razonando de tal manera: "Lo que no me mata, eso me hace m;s fuerte". Lo que hab;a nacido y vivo en ambiente social que es hostil a m;, comprend;a esto, es posible, desde la edad de la escuela primaria. Si ocurre algo terrible, irreparable, en respuesta a ello un plan fue preparado aproximadamente a la ;poca de mayor;a de edad: a ir al bosque con el equipo apropiado y vivir all;. Incluso trataba de construir una tolva en el bosque, pero experimentando de vivir en la tienda de campa;a durante varios d;as, pernoctando all; en el invierno, cuando la temperatura era veinte grados bajo cero, he llegado a la conclusi;n que una tolva no es necesaria, es superfluo. Si el secreto del lugar de la tolva revelan, entonces no he hecho nada. Sin embargo, en la tienda de campa;a si algunos tipos van al lado del lugar (por ejemplo los cazadores o buscadores de setas o los otros) y si mi modo del turismo parece sospechoso, siempre hay una posibilidad de cambiar la localizaci;n de su estancia. No soy el primero que he descubierto este modo, aunque en esa ;poca yo no o;a nada sobre los abrekes en el C;ucaso y ten;a una idea muy vaga de los "hermanos del bosque" en los pa;ses b;lticos. Las personas est;pidas, con quien yo compart;a tales ideas,  dec;an a veces: ";Cu;l es el sentido a escaparse? Tarde o temprano te coger;n a pesar de todo". Sin embargo, ellos no ten;an nada para replicarme al argumento contrario: ";Cu;l es el sentido a vivir? Tarde o temprano morir;s a pesar de todo". Y tal evento como "ellos me coger;n" de ning;n modo no es obligatorio, sino est; s;lo probabil;stico. Y esta probabilidad es menos dependida del perseguidor, sino m;s de aquello quien se escapa, y depende de su intelecto, de fuerza de voluntad, de inspiraci;n y del Se;or Dios.

       Hacia 1976 mi familia se aument;, ya estaban dos ni;os que se llevan un a;o. Pero mi familia unida y sana fastidiaba sin causa algunas personas sovi;ticas, diciendo m;s precisamente, algunos borrachos, vulgachos y degenerados. Todav;a ellos no sab;an que yo hab;a renunciado a mi trabajo y ahora ganaban lo mismo dinero, trayendo las alfombras de felpa desde Bak; y les revendiendo en las ciudades de la regi;n de Vladimir, de tal guisa convirti;ndome en m;s independiente de las colectividades sovi;ticas y de su porquer;a. ;C;mo mucho se habr;an gustado a ellos para que yo cayera en c;rcel! O en el peor de los casos para ellos, para que yo estuviera en la situaci;n del protagonista de una canci;n de Vysotsky "y en el cementerio todo est; en silencio..." (А на кладбище все спокойненько) donde es dicho como un hombre vivo elige el cementerio como un lugar del descanso, para estar sin los vecinos y colectividad sovi;tica que lo persigue. No obstante, mis c;lculos al buen tunt;n no se realizaron. 22 de abril estos vecinos organizaron una borrachera el honor del aniversario de Lenin, pero de hecho, no eran tal seguidores convencidos de Lenin y, cumpliendo la voluntad del poder sovi;tico por la persecuci;n de los disidentes, poco probable que ellos se dieran cuenta de esto. Simplemente hab;a un pretexto a emborracharse como los puercos, y cuando la borrachera se subi; a la cabeza, un deseo surgi; para ensa;arse con la familia del "intelectual podrido", pero lo que este "intelectual silencioso", es decir, yo mismo,  es capaz de aplicar una arma blanca, esa circunstancia estaba fuera de su alcance. En esa tarde ba;;bamos a nuestro ni;o que ten;a esa ;poca s;lo tres meses, y estos canallas empezaron a tirar los terrones de suelo a la ventana y yo pensaba que el momento es oportuno, tambi;n el pretexto suficiente para "estar en la condici;n agitaci;n mental fuerte que fue provocado por acciones ilegales de la v;ctima". Si fuera uno de estos psic;patas que son capaces de lanzarse con los pu;etazos y con el cuchillo debido a cualquier pretexto, entonces yo permaneciera toda mi vida en los ciertos lugares y es dudoso que este ensayo fuera publicado. Sin embargo, durante toda mi vida estaba en libertad, para llevar la contraria a todo el mundo sovi;tico. De hecho, pod;a contenerme en ese momento, pero ;por qu; molestarse? Incluso, si caigo en la c;rcel, entonces a pesar de todo pod;a justificarme por "las acciones ilegales de la v;ctima", para no recibir la condena muy larga conforme del art;culo 102 del C;digo penal de esa ;poca. Hasta el ;ltimo momento, es decir, hasta el incidente, asum;a que es m;s probable que no tenga lugar nada malo, por lo tanto en vez de tomar conmigo las cosas para vivir en el bosque que ser;an preparadas de antemano e irse r;pidamente, pero ten;a que preparar estas cosas despu;s del incidente. Todos los m;os me distra;an fuerte en este momento: las emociones apoderaban a ellos y es naturalmente, fuera un pecado a ofenderme por esto, a pesar de que ellos refrenaban fuerte mis preparativos. La esposa que ya cambi; varias palabras con los otros vecinos, empez; a convencerme: ;Tal vez, tienes mejor quedarte a la casa? Toda la casa est; en tu parte.

       Esto era una sorpresa para m; y es probable que no s;lo para m;, sino tambi;n para la parte opuesta. Porque la persecuci;n en las "colectividades sovi;ticas" y en los "albergues socialistas" era especialmente calculada para que todos se arrojen contra uno. Tales casos eran m; conocidos en los apartamentos comunales, donde unos canallas, estando de manga, hab;an conseguido el desahucio aquel que ellos persegu;an o lo hab;an encarcelado, o lo maltrataban sistem;ticamente, sin riesgo a incurrir en las acciones de respuesta, porque el hombre ya fue vencido y sabe que pod;an encarcelar por nada, desalojarle del apartamento o armar cualquier otra marranada. Y acostumbraban a esto gradualmente: cedi; una vez para "no meterse con ellos", cedi; en segunda vez, se produc;a la costumbre a ceder, y la v;ctima de colectividad hac;a concesiones, donde antes resistiera, y gradualmente su vida se convert;a en infierno. No ten;a nadie derecho a ser s; mismo. Para no encontrarse en la situaci;n de la v;ctima de colectividad sovi;tica, todos ten;an que adecuarse a ella enteramente y completamente, ser "igual", sin desviarse al lado alguno. La m;s m;nima manifestaci;n del individualismo era un pretexto para los ataques. La gente que fue asustada por destino no s;lo de aquellos que el estado hab;a reprimido, pero tambi;n por destino de ellos que hab;an sometido a la persecuci;n colectiva, viv;an de esta manera, sin reflexionar que tal vida no es mejor que la vida de aquellos que fueron perseguidos y acosados, sino es peor. Hab;a poco aquellos que adivinaban que excepto estos dos males en la sociedad totalitaria, tambi;n hab;a un tercer camino, aunque estaba lleno de las privaciones peculiares tambi;n, pero es el m;s digno, esto es el camino de abrek.

       Abr;k es aquel que vive en la naturaleza en la situaci;n ilegal. Su casa es bosque, sin diferencia, en la llanura o en las monta;as. Y la sentencia de muerte en absentia, y la polic;a, y los servicios especiales, y la mafia - todo esto no es peor para ;l que un ej;rcito del enemigo para un oficial. Precisamente para un oficial que es la comandante de ;l mismo, pero no es para un soldado que puede ser usado por alguno que es m;s fuerte y no siempre con la intenci;n noble. No impondr;a nadie sanciones al abr;k, nadie va a juzgarle en el Tribunal Militar por su errores, simplemente debido a los errores y desorden ;l tiene un mont;n de posibilidades de caer prisionero al enemigo y precisamente ;l es que decide, observar la disciplina militar o estar sin orden.

       Y tambi;n esta vez, lo que puede servirme de lecci;n, debido a eso que estaba distra;do, no se hab;a preparado las cosas de antemano, la polic;a lleg; antes que yo tuviera tiempo para irse, pero mi situaci;n no era tan catastr;fica, para que entrara en una batalla desigual, ni huyera abiertamente. No figuraba en la polic;a como un ladr;n ni gamberro. Aunque me hab;an detenido por vagabundeo, cuando viajaba por Siberia en 1972 y despu;s de eso varias veces m;s por el pelo largo o ropa de hippi, sin embargo, esto no ten;a lugar all;, donde viv;a, sino lejos suficiente de ;l. Ya los polic;as me encerraron en la celda, telefonearon al hospital e, informando que las heridas que yo hab;a causado no fueron encontradas peligrosas (aunque yo pensaba que hab;a matado), rieron y dijeron que ma;ana permitan irse. Tom; a broma esto, como una broma amarga. Encarcelaron, pero ser;a menos malo, sin irritar. Sin embargo, fue como una alegre sorpresa para m; y mis ;ntimos, al d;a siguiente, ya casi por la tarde me dejaron irse, s;lo poniendo alerta para que yo tenga la mano.

       Dejaron irse, pero todav;a sin pensarlo para acabar la causa penal sobre la inflicci;n de las lesiones corporales graves (no eran graves debido al resultado, pero debido al peligro en el momento de la inflicci;n; no era ning;n resultado grave, excepto una cicatriz en un lugar invisible). Confiscaron el pasaporte. A veces, llamaban al juez de instrucci;n para conversaci;n, tambi;n llamaban a las v;ctimas, a veces. Conforme a la pr;ctica judicial, me amenazaba cinco a;os de r;gimen intensivo. Estaba en la condici;n indefinida, como si anduviera a tienta paredes, donde cometer una falta fuera muy indeseable-mente: ora esperar su suerte y continuar de vivir a la casa, como un ciudadano decente, ora escupir en todo e irse en el bosque para siempre, as; cortando todas las retiradas para s; mismo.

       Hacia el oto;o, esta indeterminaci;n empez; a molestar no s;lo a m;. Con la esposa las relaciones empezaron a deteriorarse. Las "v;ctimas" no daban m;s problemas: nuestra familia y ellos no se daban cuenta unos a otros, incluso reviraban la vista rec;procamente, cuando pasaban. En cambio, otro obst;culo surgi;, gracias a Dios, lejos de la casa. Ten;a que hacer algo con todo esto. Y aqu; me record; de mi viaje de negocios del C;ucaso que hab;a tenido lugar hace ocho a;os. Me record; de esa ;poca en octubre todav;a hac;a tanto con calor y sin lluvia que hab;a podido pernoctar a cielo abierto sin alg;n equipo tur;stico. Esta vez decid; irse en las monta;as, donde s;lo los chechenos viven. Todav;a no estaba en Chechenia monta;osa. Aprendiendo el atlas de las autov;as, eleg;a alg;n lugar que est; m;s lejos de fronteras de la rep;blica. "Si voy a Veden;, pero eso est; cerca de Daguest;n. ;Y si s;lo estos que son desde Daguest;n viven all;? - supon;a equivocadamente. - No. Ir; en el fondo, m;s cerca del centro geom;trico". ;sta es una gran aldea Sovi;tica (En presente el nombre hist;rico Shatoy fue devuelto). Yo s; lo que la mayor;a de lectores van a pensar ahora y ellos van a caer en error: este viaje no es heroico, ni suicido, ni una testarudez. Lo que llega all;, y empezar;n a perseguir para acuchillar usted - esto es un mito delirante. En el peor caso es una exageraci;n muy fuerte que a pesar de todo tambi;n se parece al delirio. Especialmente si tiene en cuenta que la borrachera es un deshonra para ellos, as; muy poco probable que los gamberros borrachos y dementes surja en el camino. Tambi;n cualquier viaje es ligado un poco con el riesgo, incluso ese que est; diez kil;metros desde su propia casa.

       Esta historia empezaba a parecerse c;micamente a la historia del protagonista Aleko desde una obra de Pushkin: "La ley procesa contra ;l, ahora quiere convertirse en gitano". Simplemente en distinci;n de Aleko, yo hu; no a los gitanos, sino a los chechenos. Ten;a un plan a vivir en la naturaleza por un tiempo, apareciendo en los pueblos a veces para comprar los v;veres. Inevitablemente esto provocar; la curiosidad, alguien comenzar; a hablar conmigo. Gradualmente, durante las entrevistas trabar amistad con un o dos, comprobar con circunspecci;n, si puedo confiar en ellos en alg;n caso, y entonces en Mosc;, incluso el mismo diablo no ser; terrible: har; cualquier cosa y despu;s de esto me escapar; en las monta;as as; que ning;n perro no me encontrar;. Tambi;n, estando en el viaje de trabajo, hac;a las tentativas de comunicarse. Sin embargo, incluso en caso de la amabilidad y benevolencia de su lado, pero alg;n muro continuaba de estar, un muro que me separaba de su c;rculo. Incluso a pesar de la actitud positiva hacia m;, continuaba de permanecer un extra;o. Ahora s; que la causa est; en religi;n, pero ese tiempo el muro que me separaba de la sociedad chechena, era un enigma para m; que intentaba de resolver. Ahora el enigma fue resuelto, pero no necesito ninguna sociedad y mi lugar no est; en el oriente, sino en el occidente, no porque hay una mejor sociedad all;, sino porque all; mucho menos la gente me obstaculizar;a de caminar por s; mismo, es decir, ser s; mismo. All; est;n mejores las leyes y estas leyes son mantenidas. La sociedad no es una parte necesaria de la felicidad humana, como la propaganda sovi;tica confirmaba esto. Al contrario, esto es un obst;culo en el camino a la felicidad y perfecci;n. Las palabras ";Felices ustedes, cuando los hombres los odien,..." eran dichas por Jes;s Cristo Mismo, aunque mucha gente que se consideran las cristianas creyentes pero tratan estas palabras como una frase altisonante y vana, sin penetrar-se por su sentido profundo.

       Puede ser, alguien recuerda, en 1976 el verano si no era el m;s fr;o, entonces al menos uno de los m;s fr;os y lluviosos veranos en el siglo XX. Tambi;n en el oto;o no daba del calor. En octubre por las noches ca;a heladas en Mosc; y, estando seguro de como si en este per;odo no pudiera ser fr;amente, acord;ndose del verano de 1968, yo no se molest; en escuchar el pron;stico del tiempo. Por lo tanto, el m;s fuerte golpe psicol;gico era que recib; en este viaje, cuando por la noche en el tren Mosc;-Majachkal;, pasando por Kabardia-Balkaria, yo vi la nieve que estaba en los fosos a trechos. Comprendiendo la inutilidad del viaje, cuando hace tal tiempo, sin embargo, esperaba un milagro, se pod;a ocurrir que el tiempo cambiara. Por ello, de la ma;ana bajando del tren en Grozni, como hab;a sido planeado, tom; un billete de autob;s y me puse en el centro del distrito Shatoy por el camino monta;oso que pasa a lo largo del desfiladero del r;o Arg;n. No voy a apartarse para describir el camino y si alguien se interesa por esto, le env;o al cap;tulo 12 "Ichkeria" de mi novela "La teleportaci;n" (Todav;a existe s;lo en ruso). Realmente, en vez del abuelo Paul que ten;a 94 a;os, yo personalmente estaba all;, en edad de 26 a;os y, naturalmente, no llevaba ninguna novedad amarga y no dominaba de la capacidad de teleportar. En la misma manera, como con el abuelo Paul, cerca de la tienda los ni;os que ten;an alrededor de 10 a;os, me chapurrearon en ruso: ;Es que vas a monta;a?

       No obstante, lo m;s interesante que vi en este viaje, estaba en el mostrador de tienda. Bajando del autob;s, me dirig; por la carretera hacia el este. Hay cerca de veinte kil;metros desde Shat;y un afluente de r;o Arg;n, ;ste es Sharo-Arg;n, y en el camino est;n los pueblos, el primero es Aslanbek-Sher;povo, aproximadamente siete kil;metros; m;s all; de esto un pueblo Jal-Kil;y est;, y por fin en el r;o hay un pueblo que tiene el nombre el mismo que el r;o, es decir, Sharo-Arg;n. Tras Sharo-Arg;n no hay ni caminos ni pueblos mostrados en el atlas. Y la tienda, con el mostrador que era tan interesante en mal sentido, ya no estaba en Shat;y, sino en Aslanbek-Sher;povo.

       Las mercanc;as que fueron expuestos al mostrador, eran una ganga admirable para un esp;a que recibir;a una misi;n de combate a informarse: ;qu; el poder sovi;tico representa de hecho? No hab;a ninguna necesidad para esto a residir mucho tiempo y furtivamente, bajo alguna cubierta m;tica, buscando cautelosamente todos los detalles de la vida cotidiana sovi;tica, sino ser;a suficiente a echar una ojeada al mostrador de la tienda en un pueblo checheno, es decir, en Aslanbek-Sher;povo. Hab;a s;lo dos mercanc;as en el mostrador bajo el vidrio: el vodka y el estofado de cerdo. En el lugar apartado musulm;n no hab;a nada en el mostrador de tienda, excepto dos mercanc;as que hab;an sido prohibidas por el Cor;n. Esto era que el poder sovi;tico se burlaba de las dos naciones: tanto sobre el pueblo ruso, cuanto sobre el pueblo checheno. Tanto en Rusia Central, cuanto en Siberia, el estofado de cerdo era un d;ficit terrible, y si apareciera en la venta en estas regiones, la cola enorme e imprudente con las peleas y esc;ndalos, habr;a sido garantizada. Compr; dos latas del estofado y, a mi amargura, un chico joven compr; una botella del vodka. En el pa;s virgen y limpio el poder hab;a aportado las tradiciones sat;nicas y los atributos de este satanismo rojo, como el vodka, penetraban gradualmente en la naci;n abstemia. No compr; nadie la carne de cerdo, excepto yo. Aquellos seguidores del Cor;n se equivocan que piensan que el vodka es mejor de dos males. A distinci;n del vodka, el cerdo no disturba el juicio, ni pone a la degradaci;n del individuo.

       Saliendo de tienda, fue m;s lejos a trav;s del pueblo, torc; del camino y sub; a una colina herb;cea, para examinar los alrededores y decidir ya sea para elegir un lugar para estaci;n aqu;, si veo un macizo forestal conveniente, o moverse por el camino m;s lejos, al lado de los pueblos Jal-Kil;y y Sharo-Arg;n y mirar un lugar all;. S;lo par;, vi, un hombre que ten;a cerca de treinta a;os, se dirigi; a m;. Cuando se acerc;, su primera pregunta fue:

      -;Tienes alg;n documento contigo?

      -Se result; as; que no tengo ning;n documento conmigo, puedo decir sobre la causa de esto, pero la historia resultar; larga. All;, de donde llegu;, una situaci;n dif;cil se form;, todo me molest; y me voy en el bosque para vivir solo en la naturaleza, - aproximadamente de tal manera contest; a la pregunta del desconocido.

      -;C;mo en tal tiempo pasar la noche en el bosque? Por la noche es nueve grados bajo cero. -Ahora por la noche diecisiete grados en Mosc;, - yo dije. -Aqu; llegu;, creyendo que ser; con calor, pero aqu; est; casi lo mismo.

      -Entra en mi casa para reposar, calentarte.

       Estuve de acuerdo y, como result;, ;l viv;a suficiente cerca de este lugar en la colina, donde yo hab;a estado de pie, examinando los alrededores. Entrando en la casa, ;l me propuso de sentarme en el sof;. Yo estaba en estado de abatimiento m;s debido al tiempo fr;o, tambi;n la experiencia del mundo, estando en la edad 26 a;os, no era la misma que ahora, y todo ello junto contribu;a a lo que comet; una falta en la conversaci;n. Por supuesto, sab;a que en el C;ucaso a la gente no les gusta la infamia, la injusticia, incluso es posible una reacci;n agresiva suficiente en respuesta a las cosas semejantes, pero si describo con detalles los eventos anteriores del conflicto con los vecinos, entonces yo fatigue el interlocutor con mi cuento largo, por lo tanto no comenz; mi cuento desde el principio, sino desde el fin, creyendo que est; suficiente de ello, para que encuentre la comprensi;n rec;proca. Sin embargo, no tuve en cuenta que pude encontrar la comprensi;n rec;proca de hecho, si el desconocido fuera introducido en la causa, debido a cual yo hab;a tomado el hacha. Su pregunta primera era tal:

      -Es posible, bebes mucho. ;Eres un alcoh;lico? ;Has hecho esto, debido a la borrachera?

      -No. Casi no bebo y he hecho esto, sin estar borracho. Realmente, ellos me sacaron de quicio.

      -;Suceden tales arrebatos contigo frecuentemente?

      -Unos arrebatos no suceden nunca conmigo. Los vecinos mismos lo provocaron.

      -;Parece que fueras al bosque?

      -S;. Y voy all;, - diciendo esto, me levant; y me dirig; hacia la puerta con orgullo.

       Inmediatamente una mujer de edad irrumpi; en la habitaci;n, aparentemente su madre, y empez; a reprocharlo alto. El desconocido se justificaba, se quedaba hecho una pieza. Aunque no sab;a ni una palabra en checheno, no era dif;cil de adivinarlo, sobre la cual cosa disputaban. Ella acusaba al hijo que ;l no trata el hu;sped conforme a la costumbre, diciendo que tiene que irse, aunque todav;a ;l no ha descansado completamente, y ;l imprim;a a ella que no es sabido de cual cosas puede esperar de este "hu;sped", y el sentido com;n sugiere, cuanto antes este "hu;sped" se ir; - la m;s tranquila ser;.

       Despu;s de ir cerca de un kil;metro encima de las colinas, par;, eligiendo una estaci;n apropiada relativamente en un lugar bajo y empec; a intentar de encender una hoguera. Como la intuici;n me suger;a, las ramas de los arbustos no eran de una especie que fuera inflamable suficiente, sino eran todas h;medas, gracias a las lluvias con nieve que estaban recientemente y a corto intervalo. Conmigo ten;a una vela ordinaria, que pudiera flamear durante una hora, tambi;n ten;a la experiencia cierta a encender las hogueras, pero, a pesar de todo esto no se encend;a ninguna ramita, excepto la vela que ard;a d;bilmente y tristemente.

      "Es posible, ser;a mejor a regresar, - comenc; a pensarlo para s;. - Con la misma suerte podr;a vivir en los bosques acerca de Mosc;, y no ser;a ni un centavo peor. Puede ser, es probable encontrar a unas personas, con quienes fuera la comprensi;n mutua, pero no en tal tiempo". Una vez que empec; a pensar as;, el mismo desconocido, en cuya casa estuve, surgi; entre los dos, ya sea con un amigo o con un pariente, y los dos comenzaron a persuadirme de regresar atr;s.

      -;Acaso no ves qu; tiempo hace? Y sin embargo, vas a pasar la noche aqu;. ;Qu; pasa si te congelaras y despu;s de esto alguien dijera que "los chechenos le han matado"? Eso ser;a desagradable. Cuando el tiempo ser; bueno, en el verano, escala las monta;as tanto cuanto quieres, pero pernoctar ahora es un suicidio".

       Ten;a la tienda de campa;a conmigo, pero no hab;a tomado el saco de dormir, esperando el calor. Incluso ellos no me persuadieron, sino confirmaron mi idea que tengo que regresar a Mosc;. No lejos de la carretera nos separamos y empec; a coger un coche de paso. Muy pronto el primer ch;fer que par;, consinti; a tomarme hasta Grozni, incluso sin exigir de dinero y apenas arranc;, pero un coche de polic;a obstruy; el camino. Dos polic;as se dirigieron al coche, sin duda, por m;. La pregunta primera era tal: ;"Tienes unas armas"? Cuando vieran mi navaja peque;a, manotearon: "es una bagatela, pero no es ning;n arma. Vayamos juntos". El dilema penoso se anul;, quedarse o regresar, y por lo visto por esta causa el humor de una vez se mejor;, la depre se anul; pronto y ten;a ganas de alegrarse y de bromear. Era que la detenci;n no amenazaba a m; en nada. Aunque, al lugar donde viv;a, confiscaban mi pasaporte, pero incluso no demandaban el compromiso de no salir. Y acusarme en un delito que no comet;, fuera un gran problema: llegu; ac; ahora, y no ser;a dif;cil de probar que estaba en Mosc; hasta los d;as ;ltimos.

      -Bueno. ;Y para qu; has llegado aqu;? - hizo la pregunta uno de aquellos que estaban en el coche. Pronto comprendiendo que esto no amenazar;a ni a m;, ni a alguien otro, contest;, sonriendo:

      -A buscar los amigos.

      -Has tardado. Tu amigo fue matado 28 de marzo.

       As; en primera vez me enter; sobre ;l mismo famoso Jasuja Magomadov que los chechenos nombraban brevemente - abr;k Jas;.

       En ese tiempo el coche se acerc; al centro del distrito, hacia Shatoy. Cuando paramos en el centro de la ciudad los curiosos hicieron corro alrededor del coche, m;s parte eran las mujeres. Cada de ellos intentaba de mirar adentro y ojal; moment;neamente midiera a m; con la mirada. En estas miradas no era nada malo, s;lo la curiosidad estaba expresada. La reacci;n del pueblo era tal, como si detuvieran un extraterrestre. En la comisar;a de polic;a no trataban a m; rudamente, sino casi amistosamente. Al mismo tiempo ellos fueron muy asombrados que llegu; precisamente en Aslanb;k-Sher;povo del distrito de Shatoy, pero no en Veden;, no en It;m-Kal;. Mi respuesta que la misma pregunta podr;a ser hecho en la polic;a de Veden;, no parec;a persuasiva a ellos que asombraba a m;. Ellos cambiaban miradas, se encogen de hombros. Todo este ambiente expresaba que hay algo misterioso en su distrito. E hicieron una pregunta m;s: ;Qu; pueblo est; m;s all; de Sharo-Arg;n? Mi respuesta que no hay nada en el atlas all;, por lo tanto yo mismo tiene inter;s y si hay un caso llegar m;s una vez, sin duda ir; all; a mirar, sin embargo, esta respuesta fue percibida con desconfianza, juzgando por las expresiones de sus caras. Por fin declararon a m; que van a llevarme a la celda:

      -Estamos arrepentidos, all; es fr;amente, sin embargo, m;s calor que en las monta;as, donde t; ibas a pernoctar.

       Excepto yo, en la celda un checheno barbudo estaba que fue llamado Jalid que aparentemente supuse que ;l tuviera cuarenta a;os, pero result; m;s tarde que ten;a a secoas treinta y dos a;os. ;l fue encarcelado por malversaci;n: hab;a vendido las ovejas que pertenec;an al estado por un monto de 7000 rubles. Quien quiere cambiar el dinero de la ;poca de Brezhnev en la cuenta contempor;neo, esto era aproximadamente € 15.000. Comenc; a contar mi historia. ;l prest; o;do, centr; la atenci;n y s;bitamente comenz; a reventar de risa con la voz atronadora. Esto duraba mucho tiempo relativamente, y yo vigilaba lo que ser;a despu;s. Por fin el discurso regres; a ;l gradualmente.

      -;Ja, ja, ja! ;Esto es genial! ;Un abr;k desde Mosc;!

       Cuando termin; de re;r completamente, explic;:

      -Perd;name que re;a as;, sin ;nimo de ofender, pero te has preparado a hacerlo todo que los abrekes hacen.

       Despu;s de eso empez; a instruirme c;mo estar en las monta;as de Ichkeria, sin atraer la atenci;n a s; mismo. Ri; un poco si dijera con los polic;as, teniendo acento ingl;s o alem;n, seguramente ellos me tomar;an por un esp;a. (Lo que en el C;ucaso la man;a de espionaje tiene lugar entre las fuerzas del orden en m;s grado que en las otras regiones, tambi;n este me o;a desde las otras fuentes que no son del origen caucasiano).

      -;Y por qu; ellos me han pedido cu;l pueblo est; m;s all; de Sharo-Arg;n?

      -;Oh! ;Esto es interesante! Esto tiene relaci;n conmigo. Y empez; a contar algo sobre su fraude con las ovejas del estado, de lo cual fue mencionado m;s arriba, de lo cual comprend; que los polic;as sospechaban si yo fuera un c;mplice de Jalid.

      -;Y qu; pueden tener en cuenta, cuando han dicho: "Tu amigo fue matado 28 de marzo"?

      -Hab;a un tal abr;k aqu;, llamaba Jas;. Si le atraparan, le condenar;an a muerte. ;l mataba los funcionarios del partido, los grandes funcionarios locales, los jefes de la polic;a, odiaba el poder. A veces, aparec;a delante de un grupo de turistas y ped;a de dar comer o algunas bagatelas del equipo tur;stico, porque ;l tiene que sobrevivir de alg;n modo. Ordinariamente dec;an: "No lo tienen". Entonces ;l sacaba el fusil, gritando con la indignaci;n: ;C;mo puede ser que no haya nada! Todos ellos se desbandaban, ;l tomaba lo que es necesario y desaparec;a de la vista. Ten;a m;s que de setenta a;os, pero no le pod;an capturar vivo. ;ltima vez lo han sitiado y uno de los polic;as lanz; un grito: ";Jas;, entr;gate! ;T; eres sitiado! ;La resistencia es in;til!" Estaba oscuro. ;l no pod;a ver nada y dispar; una pistola hacia la voz. Ahora imag;nate, c;mo bien ;l tiraba, porque, tirando s;lo hacia la voz, dio y a la muerte. Le mataron, porque se era imposible capturar vivo. ;l ya era un viejo que se ha acartonado y a pesar de todo iba a morir.

       Ser;a imposible dudar que Jalid fuera locuaz suficiente. A veces, empezaba a re;r alto, pero su risa no ten;a nada ofensiva, sino animador en m;s grado. Como si persiguiera el objetivo a levantar el ;nimo por s; mismo y los otros, es decir, animar y dar el optimismo. Contando algo, le gustaba exagerar, fanfarronear. Precisamente, he copiado desde ;l la imagen de Jalid en mi novela "La teleportaci;n", en el cap;tulo 12 "Ichkeria". Con respecto a Jalid real que estaba junto m; en la celda, estaba juzgado dos o tres veces. Yo le ped;, com; le pareciera a sobrealimentarse con las conservas de cerdo. C;mo los otros presos de campos sovi;ticos donde estaba el hambre, ;l hab;a perdido la exigencia para alimento realmente, pero cuando pidi; los polic;as de dar el abrelatas, ellos negaron porque consideraban c;mo un asunto sucio si en su edificio abrieran y comiera el estofado de cerdo. Eso era un hecho interesante m;s: incluso los polic;as no eran ate;stas en esta rep;blica, y se esforzaban de observar las tradiciones del islam en la medida de lo posible.

       A la ma;ana siguiente Jalid supo que ahora van a llevarlo en la c;rcel en Grozni. Dej; su abrigo de piel sin mangas a m;, de cual se hab;a cubierto cuando hab;a pastado las ovejas, persuadiendo que ;l no ten;a m;s necesidad de esto y que el calor est; en la c;rcel, pero para m; no estar;a superfluo, porque incluso si estas celdas eran calentadas aqu;, entonces muy ligeramente. Aconsej; ser m;s cauteloso y desconfiar de los desconocidos, porque el malo est; en todas partes. Pens; que no arriesgaba nada, y propuse de anotar mi domicilio de residencia.

      -Estos pensamientos de c;rcel ser;n olvidos despu;s, cuando saldr;s de aqu;, - ;l me dijo. - Estamos aqu;, so;amos, parece como si todo fuera simple. Pero saliendo en la libertad, todo se convierte en m;s complicado, estar;n las preocupaciones imperiosas cotidianas, de modo que poco probable necesitaremos de esto. Cuando saldr;, necesitar; en otras cosas.

       Una vez m;s el esquema conocido funcion;. Hablamos que bien, con el coraz;n en la mano, casi nos hemos hecho amigos, pero, si intento de juntarse m;s, hay un muro. Sin embargo, es poco probable a ver un ex preso que hable contigo con el coraz;n en la mano, sin cualquier presi;n o superioridad innatural, ojal; sin un poco intente de molestar o herir de una forma o de otra, sin adular y hacer la pelota a ti, para sonsacar algo y para usar lo mismo contra ti despu;s, pero incluso ;l hab;a pedido perd;n por su risa fuerte, aunque no hab;a ni una nota ofensiva en esta risa, pero s;lo el deseo destacar una situaci;n graciosa y animar. En el mundo envenenado sovi;tico, incluso si un hombre es hombre habitual, s;lo por eso que no es un enemigo, ya es suficiente para alimentar los sentimientos buenos y a sentir el reconocimiento a ;l.

       Jalid fue llevado a la c;rcel. Nos separamos, cambiando con los saludos cordiales. Por la tarde alg;n chico borracho fue entrado, menos locuaz, pero aunque hab;a un tono malo en sus palabras, este mal era debido a lo que es detenido y en vez de dormir a la casa, ahora ;l ten;a que pernoctar aqu;. Cuando lo ped; sobre el abr;k Jaso, cont; brevemente lo mismo y complement; que hay ocho reos de muerte m;s y ahora se escapan en estas monta;as. A la ma;ana siguiente este chico fue permitido irse y yo permanec;a dos d;as m;s, estando en la celda y pensando en esto y aquello.

       Por fin un empleado me llam; en su despacho, c;mo se present;, de la polic;a judicial local.

      -Nos han comunicado con Mosc;. Has un problema. Si quisieras reposar aqu; de hecho, no tenemos nada en contra, pero al principio soluciona tu problema en Mosc;. Es probable, sabes que en el C;ucaso no gustan que alguien clava. Vamos a llevarte hasta Chishki, all; hay un autob;s que pasa frecuentemente. Ve en Grozni y toma el billete hasta Mosc;. Si todo se arreglar;, entonces llega aqu; en las monta;as, y tiene que prevenirte, hay abrekas all; que se escapan y tu equipo tur;stico puede ser muy ;til para ellos, pueden robarte. Por ahora ve en la celda, cuando el coche ser; preparado, saldr;s.

       Todo sali; tanto, c;mo ;l hab;a hablado. Me llevaron hasta Chishki en el coche policial, entonces llegu; en Grozni en autob;s hacia la tarde. No hab;a de billetes por ning;n tren, no hab;a de asientos ni reservados, ni con departamentos, incluso no hab;a de asientos comunes. Esperaba, ojal; hacia ma;ana saldr;a en un tren postal-equipaje en el coche com;n, pero durante la noche yo fui detenido una vez m;s. La causa es conocida: en Uni;n Sovi;tica, en la estaci;n ferroviaria y el pasaporte no estaba en el bolsillo.

       Ciertamente, yo no fallar; nadie si ahora ve a contar un hecho interesante. Aquellos polic;as, donde ten;a que pasar la noche, ahora todos ellos pueden ser jubilados. Es que ya pas; 33 a;os desde eso. Ora ellos me tomaron por un individuo muy interesante, ora no quer;an que viera algo y por lo tanto decidieron distraer mi atenci;n, pero de todos modos ellos me ofrecieron un vaso del vodka a beber. En tiempos de las detenciones tal cosa no ten;a lugar m;s, ni antes, ni despu;s de eso. A prop;sito, era detenido docenas de veces, pero no siento ninguna verg;enza de esto. Las detenciones por los pelos largos, por la ropa de hippies, por lo que est; muy lejos del lugar de mi registro - es posible que los europeos y estadounidenses incluso en los sue;os terribles no ver;an una detenci;n de polic;a con tales pretextos. Y no hay ning;n registro en los pa;ses que no eran violados por comunistas que han importado estas costumbres de servidumbre desde la edad media, y los pasaportes son necesarios s;lo en tiempos del viaje al extranjero, es decir, en los pa;ses ajenos. ;Y cantar la canci;n: "El hombre pasa como un propietario de su patria inabarcable" (Человек проходит, как хозяин Необъятной Родины своей) en tal pa;s? No. Realmente los comunistas no cesar;n nunca de asombrar con su infamia e hipocres;a.

       En esa noche acept; la bebida sin vacilar, bebiendo este vaso de vodka a la vez. Primero: no quer;a a nadie ofender por mi renunciaci;n; en segundo lugar, fue desgastado psicol;gicamente y necesitaba relajarse. Recuerdo, despu;s de beber bromeaba todo el camino con una chica que fue detenida, reiterando a ella en franc;s: "Met tes pieds sur mes ;paules" y desde el principio he traducido a ella estas palabras que significaban: "pon tus piernas sobre mis hombros". Los polic;as re;an, ella amenazaba con el pu;o a m;, bien fingiendo, bien seriamente. A la ma;ana siguiente me condujeron en el distribuidor especial, donde aquellos estaban que eran detenidos por vagabundeo. Esta instituci;n estaba aqu;, junto a la estaci;n ferroviaria de Grozni. A distinci;n de la misma instituci;n en Krasnoyarsk, donde yo hab;a tenido "honor" de estar en 1972, todav;a antes del casamiento, aqu; hab;a camas de dos niveles, como en el cuartel con colchones habituales y almohadas, en vez de las tarimas de madera para dormir. ;Piensa que mi relaci;n positiva al pueblo checheno es subjetivo? ;Es eso un vistazo a trav;s de alg;n color de rosa? Sin embargo, la mayor parte de detenidos exclamaban a menudo: ;No obstante, qu; es la actitud humana a nosotros aqu;! Es que  golpean los vagabundos en Daguest;n, sin ceremonia.

       Un ejemplo claro tuvo lugar all; que comprobaba todo eso. Entre los detenidos hab;a un joven estudiante que estudiaba en una escuela superior. Una vez ;l huy; y yo no lo s; de qu; modo, pero fue atrapado en el monte cerrado de ma;z por la polic;a local 25 miles desde Grozni, cerca de Guderm;s. Un polic;a ruso intentaba de pegarle, y cuando este chico dijo a ;l: "Nosotros ambos son rusos, es decir, unos comprovincianos, por ello tenemos que tratar el uno con el otro bien". Pero aquel polic;a se sonri; maliciosamente, diciendo con amenaza: "Aqu; voy a tratarte c;mo un comprovinciano!", sin embargo otro polic;a que era un checheno, intervino en favor de este chico. Ora ten;a m;s influencia, ora era m;s arriba en rango, sin embargo, no dej; golpear este chico. E incluso en el mismo distribuidor especial ning;n entre polic;as no levant; la mano a este estudiante por la huida. Que yo sepa, si ;l huyera y fuera cogido en Krasnoyarsk, entonces no habr;a un lugar sano a ;l. Cuando estaba all;, tal caso pas;: dos huyeron y eran cogidos, en ma;ana siguiente los dos ya estaban cubiertos por moretones, cuando fueron llevados atr;s en la celda.

       Precisamente adular, no tuviera ninguna ventaja debido a eso: no va nadie a darme dinero por eso, ni va a ponerme al puesto alto. Si tuviera que buscar el asilo pol;tico, entonces s;lo en los Estados Unidos o en Europa, pero no en Chechen;a. Si se escapara en el bosque, preferir;a en las zonas Centrales de Rusia por la raz;n simple que sin saber el checheno, estar;a all; c;mo un mirlo blanco y pronto atraer;a la atenci;n de alguna autoridad competente.

       Eventualmente este viaje me ha servido c;mo una excursi;n interesante y cognoscitiva. Resid;a en este distribuidor especial durante cerca de dos semanas, por mi dinero los polic;as tomaron a m; el billete al tren Bak;-Mosc; y dos polic;as me acompa;aron hasta la subida en el tren. A la vuelta las relaciones con la esposa empezaban a arreglarse. El obst;culo que estaba lejos de la casa, desapareci; por s; mismo. Y hacia la primavera de 1977 comprend; que no va nadie encarcelarme. Creo que las polic;as pod;an decir a las v;ctimas: "Si tal deseo est;, podemos encarcelarlo, pero entonces tambi;n os encarcelaremos a la vez". Aunque esto es s;lo mi suposici;n. No sobornaba a nadie y ;de d;nde tal dinero puede tomar un top;grafo con el salario sovi;tico que ten;a? Durante todos estos a;os, varias veces viajaban con mi familia en Yalta, para descansar y creo que en esa ;poca no ser;a suficiente todo este dinero para escaparse de cinco a;os de la privaci;n de libertad. Que se enojen mis enemigos: en el pa;s sovi;tico donde esa ninguna libertad, viv;a mi vida siendo un hombre libre y no fue nunca encarcelado por esto. Y cuando este monstruo totalitario, es decir, Uni;n Sovi;tica, se ha arruinado, ello estuvo la gran fiesta en mi vida. En mi juventud una vez fue dicho a m;: "Cinco a;os m;s, y lamentar;s muy mucho que has ocupado tal posici;n en la vida". Desde el momento que o; estas palabras, ya han pasado cuarenta a;os, pero no lamento en absoluto.

       Y aqu; lo mas interesante est;, aparentemente Halid lo ha olvido contarme, que me he informado del Internet hace poco: Jasuja Magomadov hab;a sido matado en el territorio que es del municipio de Aslanb;k-Sher;povo. ;Aqu; es por qu; los polic;as se hab;a asombrado que yo hab;a llegado precisamente en Aslanb;k-Sher;povo! ;Podia ser la alma del abr;k, vagando, quer;a demostrarme algo? Poco probable que en esta vida lo me informe, sin embargo aqu; como si hubiera algo m;stico. Realmente los caminos de Allah son inescrutables. Es que hay una coincidencia no s;lo que hab;a llegado casi en el mismo lugar, sino tambi;n en eso que yo mismo a pocoas no me hubiera convertido en lo mismo abr;k, en la profundidad de alma maduraba la misma t;nica general, y la causa ;nica que no me hab;a convertido en lo mismo abr;k, por esto que aunque la ;poca era abominable, sino ya no era tal cruel. Es que ni las ofensas, ni los complejos, ni la vanidad insalubre, ni incluso la sed de venganza, todas estas cosas no eran lo que hab;a incitado Jas; a este camino. Ciertamente tambi;n ;l pensaba que pod;a ser todo se arreglar;a y esperaba hasta 1939, cuando se encontr; un prisionero de la c;rcel de Grozni. No es dif;cil de imaginar las c;rceles de la ;poca de Stalin. Estoy seguro de que ;l o;a como los ac;litos comunistas torturaban las personas, la mayor de cuales no eran culpables, y estoy seguro que ;l comprend;a que no hab;a m;s que pudiera perder ahora. Pod;a ser, si fuera en su lugar, yo no tuviera ;xito a matar el centinela y, usando su arma, a cometer la huida de la c;rcel. No obstante, en semejantes situaciones extremos hay unos casos, cuando algunas personas hac;an lo que parec;a imposible y por encima de las fuerzas. Hab;a pensado este camino y lo manten;a en esp;ritu, en reserva, por si acaso, si algo terrible tuviera lugar, pero no ocurri; nada. El sat;n s;lo hac;a gestos con la cara. Pero algunas fuerzas sobrenaturales me mostraron mi pensamiento secreto que era encarnado en la realidad por el otro hombre que se hab;a convertido en el h;roe n;mero uno para m;.

       El principal m;rito de Jaso consiste en esto que ;l demostr; al mundo, si una persona es fuerte y tiene confianza en Dios, entonces ning;n poder no podr; romperla, incluso el poder de Stalin. Y los h;roes que son impuestos por propaganda, en el mejor de los casos pueden provocar s;lo la compasi;n, pero de ninguna admiraci;n. C;mo la compasi;n en relaci;n con las almas que son descarriadas y enga;adas que pusieron sus vidas al altar de los grandes estafadores del estado. Sacrificarse para no admitir al poder el canalla Hitler para que el otro canalla gobernara, es decir, Stalin. Tal incomprensi;n de tal cosa simple puede ser explicada por el enga;o e idiotismo, y s;lo por el enga;o e idiotismo. Tales cosas pueden tener lugar s;lo si un hombre cesa de pensar independientemente, como si pillara la fobia de la opini;n p;blica, y desde este momento pone a la vanguardia la aspiraci;n de complacer a esta opini;n p;blica. Y ahora no importa cuales esfuerzos ;l aplicar;a, no importa cual cruz pesada llevar;a, todo es in;til si el camino que ha elegido, no es justo. Pero si elige el camino justo, no importa, hasta qu; punto la cruz ser;a dura - a pesar de todo ;l conducir; hacia la victoria. Jasuja Magomadov, declarando su propia guerra sagrada contra el mundo sat;nico sovi;tico, sali; de ella en calidad del gran vencedor.