El secuestrador enigm tico

Борис Артамонов
El secuestrador enigm;tico.
Cap;tulo 1

Sus ojos acaban de abrirse, parece, de s; mismos, interrumpiendo el curso de pensamientos vac;os que est;n masticados al matinal sue;o ligero. Los pensamientos que en s; mismos no ten;an importancia, la hicieron durante un tiempo olvidar la realidad, cuyos aquellos que despertando, recordado con dificultad. El primer instante de la parada de estos pensamientos y de la indiferencia se cambi; a la sorpresa: durante nada m;s al en una parte de segundo Inga todav;a acaba no de comprender sino de sentir que la realidad promete estar m;s que extra;a. En un interior estrecho y extra;o, los rayos de sol matinal penetraban a trav;s de las paredes rayadas que fueron similares de la lona.

Inga acaba de moverse instintivamente. Un dolor flaco, dado se;ales de la espalda, al instante ayud; a ella a recordar todo. El destino daba un curso inverso ins;lito: no lanzaba de un sue;o con pesadilla en la realidad despreocupada, pero al contrario. Eso, que parec;a, deba de ser un sue;o, se declaraba claramente, pretendiendo a la m;s real existencia. Algo, en qu; no creer;a nadie, si el narrar, resultaba palpable de hecho.

Y parec;a que la naturaleza no quer;a de ninguna manera de reconocer el horror de la situaci;n. El bosque verde fue populado de las vidas diferentes y fue llenado por el alboroto alegre de los p;jaros. Como si todos afuera, en contra del sentido com;n, quer;a felicitar y saludar y s; mismo y el hecho que ella cay; en cautiverio.

En alguna parte, es decir al rinc;n secreto de su consciencia ella ha descubierto un pensamiento traidor: ";De lo cual, a decir verdad, pones nervioso? ;Mira que todo est; hermoso alrededor! No hay nada tan terrible. ;Es necesario inquietarse por nada y?..." Inmediatamente otro pensamiento ha vituperado la primera, pero sin palabras. Ella ha imaginado los padres, los ex-condisc;pulos, todos los conocidos del gran patio moscov;tico desde el m;s joven al m;s viejo, ;y si se enterar;an? ;Con todos los detalles? ;Y si se enteran de lo que acabo de cerrar los ojos a todos est;s? Pero de una vez el sentido com;n acaba de cortar este pensamiento, porque eso ya era demasiado. Ya ellos no pueden descubrir sus pensamientos secretos. ;Es lo que ellos son como Messing? (Messing era un clarividente c;lebre - la nota del autor).

Sin duda, aqu; no hay nada algo de terrible por el momento. Si el monstruo apetec;a matarla, ;l hab;a millares momentos admirables para ;sto, y ;l se aprovechar;a de la situaci;n favorable ya hace tiempo para realizaci;n cualquier fantas;a que pueden existir en la cabeza pecador de un mani;tico. Pero, incluso ;l no ha violado ella hasta ahora. Y aunque en esta ;poca de Brezhnev nadie de personas conocidas a ella no osar;a de apreciar este hombre como un hombre normal, pero ;l ha calculado todos muy exactamente. ;Como exactamente! R;pidamente ella ha ejecutado mentalmente los eventos de las semanas ;ltimas: parec;a, su secuestrador no comet;a ning;n error. Admitir que ;l es loco, pero ;l es un loco inteligente, astuto y prudente, y es poco probable que ;l se ponga nervioso en perjuicio a s; mismo o en causa que ;l se ha propuesto.

Inga se sorprendi; que ella piensa; piensa desacostumbradamente independientemente y l;gica es coherente. Hasta ahora ella no ten;a a pensar por su propia cabeza de tal manera. Pensaban, parece, todos juntos: ella y aquellos que estaban cerca. Y no hab;a ning;n recelo de errar - los otros habr;an retocado ella inmediatamente. Parec;a que todos conoc;an el camino y conoc;an, si se puede expresarse as;, un "horario", donde se afirma, a qu; edad qu; se puede hacer y qu; no se puede hacer, el "horario" donde todas las personas normales viven. Pero el "horario" no preve;a que pasaba a ella los ;ltimos d;as. Ella es arrojada siquiera en el pasado distante, siquiera en otro planeta, casi en el otro mundo, y si comparaba con la vida real, nada era m;s parecido que un arresto s;bito y la c;rcel para aquellos que antes ni siquiera ten;a en mente nada tal.

Hoy la cabeza funcionaba precisamente y claramente, y ella sospechaba de lo cual. Anteayer noche el secuestrador ha emponzo;ado ella por cierta porquer;a, es posible, ha a;adido algo en t; con confitura, hecho en caldero y echado en jarros. ;l mismo, seg;n parece, ha visitado una ciudad, porque ha vuelto de all; con las dos mochilas grandes que son llenados por comestibles v;veres y menudencias de diferentes especies que son necesarias en bosque. Y ayer ella ha despertado muy entrada al mediod;a, unos minutos antes de su volver, y no para escapar, pero habr;a sido dif;cil hasta a mover los dedos. Ella habr;a tenido ;xito s;lo alejarse a varios cientos de metros, qu; ya una vez ha pasado, y ella comprend;a, qu; iba a ser para ella. Ella odiaba repetir algo como ;sta.

No obstante, no hab;a nada de particularmente feliz. Esta ma;ana, como los otros, la verg;enza, el fr;o y el dolor aguardaban ella. -;Has despertado, muchacha?

- Una voz ronca y ruda acaba de resonar afuera. (Por desgracia, esto no era Vysotsky, aunque la voz pares;a a ;l).

-;Qu;, hora despertar?

-Son las diez y media, puedes de roncar media hora m;s.

-Tengo mejor esperar.

-La ley est; de tu lado, chulona,- su atormentador ha sonre;do.

Sin embargo, dentro de diez minutos, est; harte de ;sto espera fatigosa, y ella ha decidido aproximar este rito desagradable de la ma;ana: si ;l se comienza antes - se terminar; antes. Y ella, dormido bien, como nunca antes, no quer;a en absoluto a estar tumbado a la bartola.

Conforme al rito de locura, ella ha liberado del cuello de tortuga, del sost;n, de los pantalones de ch;ndal, incluso del taparrabos, y ha salido de la tienda de campa;a, como si saltara a la olla.

-Es justo. No quieres yacer despu;s tal reposo. ;Bueno, vu;lvete de espalda! Inga ha obedecido.

Toda la espalda era dibujada por verdugos despu;s por culpa de estos ritos salvajes de ayer, de anteayer y m;s antes. M;s abajo las huellas de nalgadas sal;an desde que la azotaina inolvidable por tentativa de evasi;n y resistencia. La vez pasada ;l hab;a alcanzado ella, tocado de la oreja, agachado ella al suelo. Ella hab;a intentado de golpear ;l con pie en punto vulnerable, pero hab;a fallado. Despu;s, ;l conduc;a ella, largo tiempo y con impasibilidad. "Es posible, anta;o conduc;an Juana de Arco como este a su camino ;ltimo" - hab;a evocado de una lecci;n de la historia. Entonces ella ten;a miedo y hab;a intentado de disimular el miedo con una pregunta inocente:

-Hasta, no te ri;es yo. ;Por qu; como esto?

-Ahora mi fusta va te a re;ir.

En el camino a la represi;n, hab;a evocado, sin querer, su infancia. A veces, el padre azotaba ella con cintur;n, pero la madre proteg;a a ella como siempre, bautizado a ;l como un loco y un perverso, lo ;l pon;a colorado, despu;s de lo cual ;l toleraba las culpas de Inga mucho tiempo. Sin embargo, la misma madre, dado el caso ciertas culpas considerables, pun;a a ella muy raras veces pero cruelmente. ;ltima vez, Inga cog;a una jabonadura grande, cuando ten;a catorce a;os, cuando muchas falsificaciones de las firmas de los padres en bolet;n de evoluci;n eran revelados, y hab;a una gran cantidad de las notas malas. Inopinadamente ella se hab;a envalentonado, razonado mentalmente: "Es terrible s;lo para las ni;as peque;as. ;Hasta qu; edad tendr; miedo de nalgadas? ;Qu; importa! La madre mi zurrar; le culo...ja ja ja".

Entonces ella hab;a obedeciendo la madre, desnudando su culo curvo bellamente, hasta ya a los catorce a;os, y hab;a permitido a apretar su cabeza entre las piernas de madre. Al comienzo, siete u ocho l;tigos de comba eran aguantados por Inga en silencio. Querido de disimular su dolor aumentado, y ya era intolerable, Inga hab;a rompiendo a hablar:

-Madre... lo que me duele...- lo hab;a resonando con la entonaci;n suficiente despreciativa que podr;a interpretar as;: "Aunque hay todos desagradablemente un poco, sin embargo, madre, te ocupas del absurdo". Pero la comba segu;a a silbar, a clavarse en las nalgas desnudas, e Inga no se contenia m;s y gritaba lo que las mocitas gritan habitualmente en tales casos:

-Oh, ;qu; est;s haciendo? ;Lo que duele! ;Duele! Oh, no lo har;! - Y por ;ltimo, gritando: Oh, no puedo m;s! - hab;a ido en grito ca;tico, incoherente y tragando, el grito que hab;a cesado despu;s del ;ltimo golpe inmediatamente y hab;a cambiado en silbido y gemido bajo. Gritando algunas palabras injuriosas a Inga, la madre hab;a dado un latigazo otra vez, y ahora s;lo un latigazo hab;a provocado un fuerte gemido de la muchacha. Despu;s de la correcci;n, mirando desde la ventana por los ojos enrojecidos de las l;grimas, ella hab;a visto uno adulto mozo que hab;a sido una geodesta, estando de pie con una mira en la esquina de su casa y escuchando. Hab;a estado avergonzada: desde luego ;l hab;a escuchado como acaban de azotar a ella inmediatamente, y gracias a Dios que ;l no conoc;a a ella.

Pero esta azotaina reciente debido a la evasi;n; hab;a superado todos que ella confrontaba en la infancia. Entonces, ;l hab;a ordenado a ella a abrazar un ;rbol grueso, atado las manos que no llegando el uno al otro un poco, en los sobacos ;l hab;a tirado m;s una cuerda, envolviendo los hombros, entonces ;l hab;a atado los cabos de la cuerda a un ramo arriba para limitar su posibilidad de acuclillarse. Despu;s de este, el malvado hab;a atado de firme abajo cada articulaci;n tibiotarsiana a solas, para ella no intentase de cubrir su culo por los pies. Entonces, sin prisa, ;l hab;a sacado del bolsillo un cable arrollado y doblado, de cobre dentro, cubierto de PVC y con una secci;n circular. El cable doblado era aproximadamente medio metro de largo.

Un silbo armonioso hab;a o;do. Ci;endo la cadera izquierda y la nalga izquierda, las puntas flexibles del cable hab;an clavado en la nalga derecha. Durante los primeros segundos Inga no hab;a sentido nada, pero inmediatamente el dolor que hab;a cortado casi la respiraci;n, este dolor invadi; a ella, sin querer de aflojar.

Ay! - la chica hab;a alargado casi en un susurro echando atr;s la cabeza. El segundo latigazo, melodioso y rodeando, hab;a seduido r;pidamente. Despu;s de esto el tercero y el cuarto latigazos hab;an seguido, y todos ellos ca;an en el mismo lugar. Un clamor fuerte se hab;a a;do en el bosque. La barrera de la paciencia acaba de estar roto. Ense;ando los dientes y mirando directamente a los ojos del monstruo con aire suplicante, Inga gritaba a grito herido, pero eso no deten;a a ;l. Excitando, ;l continuaba sin piedad y r;tmicamente de golpear las nalgas el;sticas y blancas, aue ella volteaba, brincando muy de una manera tentadora, incluso por aquellos qu; estaban los tipos experimentados. El cuerpo esperaba instinctivamente de eludir del dolor ins;lito y atroz; y ahora ella misma estaba depuesto a todo que este mani;tico pod;a exigir de ella, si solamente a interrumpir esta tortura.

-;Qu; es lo que quieres, lo har;! !ay! !ay! !ay! !ay! ! Qu; es lo que quieres, lo har;-e-e! !ay! !ay! !ay! !ay! - se desga;inaba con la voz tomada, asustando las avas y los jabal;es de los alrededores.

Y el latigo continuaba de hincar a;n largamente entonces a uno, luego a otro punto, y parec;a que ;l azotar; a ella a la muerte, y si es as;, deje pasar; m;s r;pido. Tal pensamientos, acompa;ado de su grito hist;rico, no andaban suavemente, como de costumbre, pero se inflamaban y desaparecian como los rayos en la noche.

He ahora ;l pasa la mano de cabellos, ta;e las orejas. ;Entonces, por qu; ella grita? Inga se ha callado y prorrumpido en llantos. La cascada de lagrimas liberaba agradablemente de todos que es dolido y acumulado en alma, acumulado durante los seis a;os de esta vida sin iiorar, cuando comienzan a tragar quina las ofensas y el deplacer, simulando farisaicamente inmutables, por esta el alma se endurece, la mirada se apaga, cada flusler;a se posa, acumulando para vejez como una carga pesada delpasado, por esta un hombre se hace una pelota, y no alegra a ;l m;s ni de las monta;as, ni de los mares, ni de los bosques, ni de las albas y las puestas. Inga sollotaba a plena voz, mientas que el dolor, dejando, se transformaba en sensaci;n agradable de limpiar. As; un bosque se purifica despu;s del aguacero de tormenta ha pasado. Otra vez ella se convirti; en peque;a chica que estuvo dispuesta a ejecutar cualquier capricho de los padres crueles que inmediatamente acaban de corregir a ella y ella, estando llevada en un ;xtasis infernal por el dolor cruel, prometi; a ellos de obedecer en todas las cosas y suficientemente sincera, sin afectaci;n.

Una sensaci;n agradable del alma y del cuerpo que se estremec;an en sollozo, era reemplazado gradualmente en la verg;enza por su debilidad en comparaci;n con las guerrilleras c;lebres, las primeras cristianas m;rtires y las v;ctimas de la inquisici;n.

"Ellas no se hab;an sometido, pero yo acaba de subyugarse mi debido a simple azotaina. Ahora, es posible, ;l me jodr; o forzar; me al sexo oral. Bueno, all; ellos! As; que me merezco. ;arda Troya!"

Una idea se le ocurr;; con t;midos: ";l est; como un tipo viejo, pero no mal" Y esta idea era reprimida inmediatamente por todas las comunidades conocidas, donde ten;a que comunicar ;ltimamente, por su fachas burlescas que acaban de surgir en su imaginaci;n.

-Quieres vencer el dolor, pero usas un m;todo incorrecto, - la voz ronca oy;. - yo te ense;ara, moza, pero todo a su tiempo. Has muerto... has muerto no hoy y no aqu;, sino mucho antes de que yo te he secuestrado. Ahora t; est;s muerta, pero quiero hacerte viva y si la voluntad de Dios es por ;sta, yo saldr; con la suya!

;l la mir; amablemente y con entusiasmo y continu;:
-A partir de ahora eres una moza forestal, mi compa;era de bosque. T; me obedecer;s en todos los aspectos. ;Yo te forzar; a obedecer! Debes estar conmigo m;s sincera y m;s franca que con ti misma eres, porque t; no conoces a ti misma. Sabes ;nicamente tuya imagen falsa. T; has metido toda tuya esencia en subconsciencia y has cre;do que t; ser;as tal como todos los dem;s son. Y sin embargo Dios no ha creado las personas id;nticas. En tierra no encontrar;as un par de las personas id;nticas as; como no encontrar;as dos huellas dactilares id;nticas. Es m;s, las moscas id;nticas no existen, sin decir acerca de la gente. En este caso, intenta de informarse ;qui;n eres t;?
-Me llamo Inga. As; mam; me ha titulado en honor una patinadora o una gimnasta, no recuerda, qu; era una celebridad en aquella ;poca.
-T; pod;as estar llamado, por ejemplo, Maria, Svetlana, Valentina, a;n m;s Juan, si esta pasaba en prisi;n, tal casos existen, alg;n d;a yo te lo explicar;, as; no esforzarse aprender una etiqueta que la gente hab;a pegado en ti, pero conoce tuya propia esencia.
Despu;s de estas palabras una escena silenciosa se ha seguido. ;l miraba a ella a la cara, y ella se ha desconcertado un poco, intentando de comprender lo que ella ha o;do.
-Yo soy tuyo se;or, tuyo patr;n. Yo soy tuyo maestro. T; est;s debajo de mi poder. ;Quieres, te zurrar; de nuevo, como lo estaba, hace quince minutos?
Inga ha comenzado a inquietarse, los labios han iniciado de temblar, los ojos han iniciado de correr y ella ha ca;do de rodillas.
-;Eres mi maestro! ;Eres mi se;or! ;Soy tuya compa;era! ;Soy tuya moza forestal! ;Har; todos para ti! Haz como quieras con m;o, pero suplico: sin tal dolor, sin tal crueldad! Ella ha palidecido y las l;grimas han aparecido en los ojos.
-Ya sin embargo, esto depende s;lo de ti. A pesar de todo, azotar; te cada ma;ana, pero un poco, para el orden que t; no te propases. A prop;sito, t; misma deber; pedirme sobre ello. Y ahora baja al riachuelo, lave, despu;s estudiar; el c;digo de la conducta para cautiva. Es que ahora t; eres mi cautiva, - ;l reflexion; en algo. -Y tal vez, alguna vez, t; estar;s agradecida me de todo coraz;n...
Este d;a, ella estudiaba el c;digo de la conducta para cautiva, qu; estaba imprimido en una m;quina, y su verdugo no la toc; m;s ya por el dedo.
Y aqu; ahora, ella estaba de pie delante de ;l, toda desnuda, volviendo de la espalda, qu; estaba azotada, y ;l como un pintor examinaba el patr;n rayado en su piel del cuerpo hermoso, esbelto y juvenil.

Cap;tulo 2.

-;Qu; ya guapa eres! Pero dejar tuya espalda descansa, aqu; esta pieza traviesa, por lo visto, se ha aburrido, y debo jugar con ella, - dijo ;l, pellizcando Inga al centro mismo de la nalga derecha. - Ahora ve en el rollo.
Inga obedeci;, lleg; hasta el rollo, subi; a ;l y se puso en cuclillas. Aqu; era su aseo. Ya el secuestrador ha preparado el papel. Hacerlo, ella deb;a delante de ;l y al mismo tiempo mirarlo en cara, sin echar un vistazo a un lado. As; ;l inculcaba a ella la sinceridad que sobrepasaba todos los l;mites. Ella deb;a desnudar delante de ;l todas las partes de su cuerpo, todos los escondrijos de su alma, descubrir delante de ;l todo que es posible.
Sintiendo una caza f;cil, los mosquitos llegaban juntos gradualmente. Ya dos de ellos picaban con su espiritrompa en la cadera, varios de ellos picaban en la espalda, un en la nalga blanda, y uno m;s picaba en el m;s vulnerable lugar, provocando un picaz;n insoportable. Inga ha sacado fuerzas de flaqueza y se ha vaciado definitivamente.
-He acabado lo.
Como de costumbre, sin alguna aprensi;n, su carcelero con el papel higi;nico lleg; a ella y sec; la esmeradamente. De alguna manera Inga no quer;a acostumbrarse a eso y enrojecer; de la verg;enza. ;l ech; el papel a la quemadura y le prendi; fuego. Obedeciendo a la costumbre loca, Inga iba al r;o por la vereda holladera, donde nadie iba, excepto ellos dos. El malvado segu;a detr;s ella.
El r;o corr;a paralelamente a un arroyo qu; se desembocaba en ;l, y esto arroyo conten;a el agua glacial del manantial. El arroyo corr;a por el fondo del barranco profundo, y la tienda de campa;a estaba montada all; arriba. Sin embargo, incluso en el r;o, el agua estaba m;s fr;a que en otros r;os cercanos, porque tales arroyos fr;os estaban en abundancia aqu; y todos ellos desembocaban en el mismo r;o.
Bajando de la orilla abrupta y alta, cubierto por el bosque, Inga entr; en el agua por encima de las rodillas. El secuestrador, siempre estando vestido de taparrabos en tales casos, entr; a la huella, llevando consigo el jab;n, dejando la jabonera en la orilla. Lavando a ella el resto de lo que ;l ha fallado secar con el papel, ;l jabon; su mano de nuevo e hinc; a ella en el agujero estrecho su dedo del coraz;n jabonado. Inga se ha estremecido involuntariamente. Si un pensamiento acerca de otros no soflamaba a ella en los colores de la verg;enza, es posible, eso habr;a estado muy agradablemente. M;s de diez d;as esto no llegaba hasta ella que tal acci;n es capaz de inflamar mucha de la pasi;n. S;lo ella ha comenzado a notar que su atormentador estaba suscitado en tales momentos, pero eso pod;a estar explicado porque pronto la azotaina se acercaba, e Inga ha notado desde el primer d;a, con qu; alegr;a ;l azota a ella. Ten;a curiosidad: ;Si ;ste es el mismo sadismo, acerca de qu; ella hab;a o;do en alguna parte? ;O es el sadismo alguna otra cosa? Ella se consideraba como una chica competente de la familia honesta. Es cautelosa, no permitir;a una deshonora, no har;a las tonter;as. Por supuesto, ya ella no era una virgen, pero hab;a suficiente de la astucia y de la mente no admitir para que despu;s "eso" alguien burlesco se;alar;a a ella con el dedo, contando a los amigos borrachos, como ;l hab;a estado juntas con ella, qu; hab;a hecho con ella y etc;tera. Como todos alrededor ella estaba formada sin Dios. Ella ten;a la opini;n p;blica en lugar del Dios, y ella habr;a podido sacrificar lo que quieras por la opini;n p;blica. Y si exist;a un culto del servicio a la opini;n p;blica, (Dios, perdone al autor), nosotros habr;amos "la Santa Inga" entre los otros santos.
Pero aqu; en el bosque, con esta bestia, su opini;n acerca de ella misma estaba reducido a la nada y un modelo necesario, es decir, qu; ella debe ser, ;l no estaba a;n determinado. El temor por su vida y el miedo del dolor iban y se trocaban en el sentimiento de la nulidad propia y de la verg;enza, el mismo sentimiento qu; se ocurr;a por aquellos detenidos habitualmente qu; estaban violados recientemente en la prisi;n. Sin embargo, a diferencia de los ;ltimos, ella hab;a posibilidad de disimular y embellecer muchas cosas, en este caso la opini;n p;blica acerca de ella, corrompido un poco despu;s de su desaparici;n extra;a, estar;a restablecido de nuevo. Esto consolaba a ella parcialmente. Parcialmente, porque ahora ella deb;a hacer doble juego. Esto era de un modo desagradable porque desacostumbradamente y tambi;n con reprensi;n.
-;Es que olvidas? ;Sumergirte siete veces! Gracias a n;mero siete, los muros se hab;an derrumbado en Jeric;, - ;l repiti; su frase habitual.
Obedientemente Inga se ha sumergido siete veces en agua fr;a hasta el cuello. Estos siete "golpes" del fr;o exasperaban hasta el mismo punto como los siete l;tigos, sin embargo, de otra manera completamente. Lo ;nico que ella hab;a o;do acerca del Jeric;, eso que la trompeta de Jeric; estaba all;. Todos los otros eventos no eran conocidos a ella. Ella se consideraba como una chica desarrollada. Adem;s, habitaba Mosc;, casi en el centro. Pero esta bestia forestal regalaba a ella las sorpresas de su erudici;n cada d;a, la erudici;n en comparaci;n con qu; ella se sent;a como un salvaje analfabeto, y el ;nico consuelo eran un hecho que ella no es peor que los otros.
Despu;s de ba;arse ella fue arriba, el secuestrador sigui;. Yendo hasta un lugar convencional, ella se par;, se volvi; hacia ;l, bajando los ojos, y habl; a voz vibrada:
-Se;or maestro, debes me azotar m;s frecuentemente y m;s dolorosamente que yo ser; m;s obediente. Por favor, azota-me, - pronunci; las ;ltimas palabras casi en vos muy baja y temi; que ;l a;adir;a a ella del castigo por eso.
-Satisfar; tuya petici;n, moza forestal. Recibir;is quince l;tigos como siempre.
-;Qu; posici;n debo tomar?
-;De rodillas, el culo arriba, la cabeza en suelo, las manos detr;s, tener ellas juntas y sin desconectar! No caer al lado. Si de otra manera, yo recomenzar; el c;lculo. El malvado saqu; las varas que se remojaban en el charco forestal y silb; con ellas. (Los mi;rcoles y viernes el cable funcionaba en vez de las varas). Ya Inga estaba preparada hace mucho y pensaba interiormente:
"Si pone-me, ser;a mejor. ;Es un loco maldito!"
Por la punta de la vara, con precauci;n ;l acarici; su entrepierna, traz; a lo largo de la hendidura, hasta la espalda, pero no demor; m;s. La vara ha silbado en el aire y a la vez una manotada... el silencio... la segunda... la tercera...
-Ay! - ga;o Inga despu;s de la cuarta. Estos "Ay!" alternaban ahora con los zollipos reservados y se convert;an hasta el final en m;s largos gritos. En el final del rapapolvo ella se ha erguido, continuando a estar pie de rodillas y a trav;s de las l;grimas agradeci; la utilidad dada a ella. Despu;s de eso se levant; y respir; con alivio: ha dejado de sufrir.
Fueron a la tienda de campa;a los dos. Ella ayudaba a encender una hoguera y preparar la comida y el t; a su amo. El rito diario de ma;ana estaba terminado. Ahora pudo se ungir por el remedio contra los mosquitos y sentir libre. Aunque ;l pod;a de nuevo azotar a ella por una falta, no importa cual casual, estos castigos cortos, aunque ella no pod;a soportar incluso ellos sin gritos y l;grimas, sin embargo, ellos no provocaban tal miedo p;nico.
S;lo ahora ella prest; atenci;n a la belleza severa y sombr;a del bosque con los abedul y abetos, al lugar escabroso por los barrancos, por las cuestas abajo y arriba, el lugar era alguno extraordinario en la provincia moscovita. Y el cielo, la mayor parte cuyo estaba cubierta de las copas de los ;rboles, ;l era pintado por el azul vivo, como estando lavado, a distinci;n del cielo blanquecino y sucio, qu; est; cerca de una gran ciudad. Eso era de lo cual el alma pod;a alegrarse, pero Inga no pod;a tomar el arbitrio de ;sta.
Ella estaba ense;ada a no es nada adem;s de observar la gente y ser la misma, como todos los otros, intentar no diferir de ninguna manera. Las librer;as estaban colmadas por la ch;chara comunista y por los ditirambos a la "patria", al partido y a Lenin. Era imposible comprar algunas bellas letras en el ambiente normal, comprar la literatura que habr;a estado libre de propaganda y siquiera apenas sensatas, incluso si esta literatura estuviera la m;s inocente a la luz de pol;tica. Esta era una escasez que costaba diez veces m;s caro bajo el mostrador que la costaba de hecho. Y de donde esta chica pobre pod;a informarse un consejo valioso de Carnegie: "Si la vida ha preparado un lim;n para ti, hacer limonada". Carnegie y los otros no hab;an ni rastro. Nadie o;a acerca de ;l. El secuestrador enigm;tico, fingiendo que se pusiera a su trabajar, observaba la chica.
-;Memoriza! - su voz ha resonado. Inga levant; los ojos. - Memoriza, no hay ning;n criterio objetivo de la actitud correcta a la vida. Aquella actitud de lo cual el mismo humano se siente feliz - ella es una actitud correcta. Aquella actitud a la vida de lo cual un humano se siente infeliz - ella es incorrecta. Memorizalo, yo preguntar;. T; puedes no estar conforme con eso, pero memoriza: T; PUEDES ESTAR HECHA FELIZ UNICAMENTE USANDO LA ACTITUD CORRECTA A LA VIDA.
-;Es que consideras que puedo ser feliz aqu;?
-En realidad, t; puedes ser feliz en ning;n lugar, salvo aqu;. ;Recuerdas t;, yo te he dicho que hab;as muerto hace tiempo? En aquella vida que viv;as, la felicidad no puede existir. Tal vida no es mejor que la muerte. Mira a las mujeres que tienen cuarenta a;os. Muchas de ellas no saben hasta ahora lo que es un orgasmo. Si t; ir;s en el mismo camino, entonces llegara en el mismo lugar, a donde ellas han llegado. Porque en cuarenta a;os un humano puede amar y ser amado tambi;n que en veinte. Pero ellas ya han sepultado ellas mismas, ellas han manoteado en todo, se han negado de todo, usando esta frase banal: "no necesitamos nada", incluso intentan de bravear con eso.
-Todo el mundo vive as;.
-Ellos no viven, sino beben del beque. Mejor no discutir. Mejor a probar uno, a probar otro, entonces tarde o temprano la verdad se descubrir; ella misma.
Su carcelero se hac;a creciente m;s locuaz. En esta vez ;l se ha exaltado hasta tal grado, si alguno aparece, ;l pensar;a que turistas con el magnet;fono escuchan de Vysotsky.
-Pues bien, mi ninfa, vamos a ponernos a trabajar. Qu;tate el ba;ador y si;ntate en los talones. Est; as; durante diez minutos y despu;s de eso las asanas para estirar los m;sculos.
Inga ha cumplido todos los ejercicios perfectamente, incluso del punto de vista del maestro. Al fin de ellos, se tumb; en espalda, se relaj; y se durmi; durante dos minutos.
Dentro de media hora ;l ha llamado a ella.
-Aqu;, ni;a, un problema. Toma el bol;grafo, pero al principio escribe-lo que est; necesitado.
Y deber;a escribir siete veces: "Est; estudiosa, oh chica, para que t; no estuvieres azotada". Desde luego, no siempre Inga lograba ser estudiosa suficiente. Los castigos peque;os que segu;an ordinariamente despu;s de su faltas, ahora no provocaban el miedo, pero la misma sensaci;n negativa, como los tratamientos desagradables, como una inyecci;n dolorosa o un lavado de la herida y algo as;.
Cuando la frase ritual estaba escrito, inmediatamente el secuestrador volvi; a hablar:
-;Toda la atenci;n deja aqu;! Nosotros hemos un segmento con un punto en medio. Nombremos este punto, un centro. Nombremos este segmento, una bola unidimencional.
Inga ha alzado los ojos a ;l.
-;Quieres convencerte, es que me he guillado? Al principio, escucha hasta el final, entonces resuelve si no quieres estar azotada de nuevo, apenas despu;s de eso sacar; conclusiones. Si soy un loco, entonces la soluci;n no existe, sin embargo ella est; escrito en mi bolsillo, preparada y tienes que hacer un descubrimiento peque;o que est; descubierto ya hace mucho. As;, el volumen de la bola unidimensional es igual 2R. Tomemos una bola bidimensional, ;ste es un c;rculo. ;l volumen-2 de la bola bidimensional es igual... - ;l mir; interrogativo a Inga...
-Pi - R - al cuadrado, el volumen-2, ;sta es el ;rea del c;rculo, - Inga respondi; gustosamente, incorpor;ndose en el juego y alegr;ndose de su propia comprensibilidad. ;l quiso responder con iron;a: "Y eres aguda, moza", pero se dio cuenta oportunamente que est; mejor no aguar su inter;s surgido a la matem;ticas.
-;Justo! Y el volumen - 3, es decir, el volumen de la bola ordinaria es igual 4/3, pi, R al cubo. As;, moza: en matem;tica, uno puede trabajar no s;lo en las tres dimensiones, pero en cuatro, en cinco y en m;s dimensiones hasta la infinitud. ;ste est; en el mundo f;sico no sabemos las dimensiones m;s de tres, podemos trazar s;lo las tres direcciones perpendicular rec;proco. Pero en matem;tica podemos verificar todos los c;lculos de los objetos multidimensi;nal. Todo concuerda, quiere decir que la teor;a trabaja. As;: deduce la f;rmula del volumen-4 de la bola a cuatro dimensiones. Doy te media hora por eso.
Inga se inclin; sobre el cuaderno, sac; de ;l la hoja del borrador, volvi; la p;gina que no mirar estas palabras "...que t; no estuvieres azotada", y es posible ocurrir; as;. Ella se fue con la cabeza en el trabajo. Durante media hora, inquietando-se como en un examen, ella buscaba alguna ley entre las tres formulas, pero no pudo encontrarlo a pesar de todo. Not; que este hombre extra;o, estando de pie detr;s de ella, mira en el borrador, donde el desarrollo de sus pensamientos est; expresado en el proceso de buscar febril. Inga se volvi;. Su torturador, estando pie, ten;a en la mano una hoja peque;a del papel en qu; estaba escrito por letra gruesa y bella: V=1/2 pi al cuadrado, R en el cuarto grado.
-;De lo cual ense;aban a vosotros en la Universidad? Y has terminado un curso anual, hab;is estado en percha hasta las ecuaciones diferenciales que se complican gradualmente hasta el final, pero aqu; una integraci;n simple tiene lugar, no es dif;cil. Mira aqu;: la longitud del segmento es la suma integral de los puntos; el ;rea de un c;rculo es la suma integral de todas las cuerdas paralelas, incluso el di;metro; el volumen de la bola es la suma integral de todos los c;rculos que son formados debido a la intersecci;n la bola por planos paralelos, incluso el gran c;rculo, y finalmente, mi ni;a, el volumen-4 de la bola a cuatro dimensiones es la suma integral de las bolas. Siguiente, los c;lculos simples van. Ahora sabes que hacer, pero yo apuntar; a pesar de todo.
;l tom; de Inga el cuaderno, el bol;grafo, hizo las c;lculos necesarias que han conducido al resultado ya dado.
-Lo que dir;s?
-Me debe azotar, - y a;adi; en voz muy baja, - como es debido.
-Satisfar; tuya petici;n, moza forestal.
-;Cu;l pose debo tomar?
-Qu;tate el ba;ador, estar;s pie derecha, teniendo las manos detr;s la cabeza. No debes acuclillarte ni desunir las manos. Puedes gritar y saltar. No debes inclinarte demasiado. Lleva las varas. Azotar; en las caderas, por delante, diez veces.
Inga se ha desnudado de nuevo. Quer;a llorar del despecho. No acaba de sentir el miedo. En lugar de ;ste, all; era un sentido de una persona que se hab;a quedado fr;o.

Cap;tulo 3.

Yendo para llevar las varas, una idea seductora de la evasi;n ocurri; a ella, pero ella no sab;a en absoluto a orientarse, y su carcelero ya ha esclarecido ;ste. Despu;s del secuestro, en segundo d;a ;l hab;a azotado un poco a ella, porque en d;a de sol ;l hab;a ordenado a ella de recoger algunas ch;mara por hoguera al oeste a cien metros, pero ella hab;a ido al oriente. En nublado d;a ella podr;a hacer un c;rculo y venir al mismo lugar, y en d;a de sol, si a seguir por la misma direcci;n, no lo sabe, cuanto tiempo tendr;a que irse, es posible quedar sin agua por mucho tiempo en el bosque, aunque hac;a calor. Era posible ir a lo largo del r;o s;lo abajo y ;l alcanzar;a a ella pronto. Pero irse a r;o arriba, all; un pantano amplio: no se ahogar;a, pero se atascar;a, abandonando el calzado en el tremedal.
Donde ellos estaban, Inga no lo sab;a. Ella hab;a vivido en la casa de su amiga Tania a donde esta amiga hab;a llegado a relajarse en las vacaciones de verano. All; todos conoc;an el uno al otro, y el lugar estaba alejado relativamente, as; no recelaban los hu;spedes que no eran invitadas.
Entonces, estando al cabo contrario del aldea, Inga hab;a sentido una necesidad a cumplir. Ella entr; en los arbustos, cumpli; el acto peque;o y s;bitamente... alguien puso el dogal al cuello y una voz ronca pronunci;:
-;Ve a donde yo te dir;! De otra manera el dogal se apretar; y yo te llevar; mientras que t; perdieres el sentido. ;A pesar de todo, la resistencia es in;til! ;Porque ser;a peor!.
Iban cinco minutos. Ella estaba toda p;lida, con el dogal al cuello. Despu;s ;l descolg; el dogal. Inga se volvi;, vio un tipo delante de ella. No es un fortach;n pero con las manos nudosas, un hombre metido, a la edad vaga, pero era obvio, ;l era mayor que ella. Sus ojos expresivos brillaban alegremente debido a la presa estaba cazada acertado.
-;Ahora escucha, moza!
-;No te soy una moza!
-No es el punto. Te conozco. Conozco qu; es la calle que vives en Mosc;. Hay tres ventanas en ti apartamento, - ;l dijo el domicilio particular de ella, cont; donde sus padres trabajan, quien y cuando est; en casa. Cont; muchos otros detalles, incluso que la madre hab;a azotado a ella, cuando ella ten;a catorce a;os.
-;Qu; quieres algo de m;? - Inga intentaba de pasar a la ofensiva.
-Hay una buena novedad y una mala. La buena: yo no voy a matarte, no voy a violar tampoco.
-Y gracias por eso.
-Aqu; y la mala una: ;Yo te secuestro! A partir de ahora t; est;s en mi poder, est;s a las ordenes de m;. Si quiero, har; te desnuda a arrastrarse diez kil;metros, y t; cumplir;s.
-;Por supuesto que no! ;Es que quieres chupar el...?
La mano del desconocido peligroso hizo un movimiento fulminante. Un silbo se oy;. Inga se estremeci; y lleg; a tiempo de pensar: ";Ay, soy una tonta! Exasper; lo, pero ;l es un loco. ;;l va a matarme!" Algo сi;; la cadera izquierda y adhiri; a trav;s del ch;ndal. El dolor aument; y de golpe el segundo l;tigo sigui;. Inga se asi; del punto de la contusi;n y frotaba, silbando del dolor. Apenas ella acaba de comprender que est; es una azotaina, pero no es una tentativa de asesinato. Cuando ella se puso en cuclillas, ;l dio a ella dos latigazos m;s: una vez en las nalgas y una vez en la espalda. Inga dio alaridos, puso ojos de plato, se levant; bruscamente. El desconocido cogi; fuertemente a ella de la mano, diciendo:
-Ahora yo no tu ordeno a reptar, poniendo en veinte u;as, pero caminaremos a pie, y de otra manera, moviendo poco, engordar;s, perder;s tu belleza, y t; eres una moza estupenda, a pesar de que est;s infame, como todas las dem;s, pero t; ser;s una ni;a tranquila conmigo. Ahora yo desnudar; tu culo, ya te he dado cinco latigazos, el resto es noventa y cinco de ellos.
-;No lo hagas! Eso duele... S-s-s, - silb; la chica dispuesta a resignarse, frotando la espalda por la mano libre.
;l puso un parche negro a ella en ojos, para que ella no vea, a donde van, y llevaba a ella, previniendo cuidadosamente acerca de mogotes, fosos peque;os y ramillas dirigidas a la cara. Iban andando durante cerca dos horas, luego el parche estaba quitado. El cielo se cubri; por nubes, pero sin lluvia. El secuestrador controlaba frecuentemente la direcci;n usando la br;jula, a la vez ordenando a ella a volver las espaldas. Ellos iban muy largo tiempo y han venido al lugar trazado s;lo en el tercer d;a. Pasaban dos noches bajo las estrellas. Varias veces ;l pon;a el parche a ella en ojos, tres veces de las cuales, parec;a, ellos atravesaban algunas carreteras. Estaba claro que se han ido a cerca de cincuenta kil;metros, y es posible, ahora si regresar a Mosc; lo usando en vez de ;sta, alg;n otro ferrocarril. Puede registrar todos los bosques alrededores cerca del aldea - en vano. Y cuando echar;n de menos, entendiendo que justamente el secuestro ha tenido lugar, ning;n perro no podr; seguir la pista: ser; tarde demasiado.
-;Qu; alicuz es! - La chica pens;. - ;C;mo ha ca;do de las nubes!
En el aldea, donde los rumores se propagan en todo el condado y se exageran, ninguno no ha notado un hombre sospechoso que acechaba a ella ciertamente m;s largo tiempo que durante un d;a, tal vez, m;s largo tiempo que una semana.
Inga comenzaba a comprender todav;a un poquito que el proverbio "el conocimiento es una fuerza" no es una frase vana. Ahora ella estando en el territorio del estado fuerte que adem;s tiene inclinaci;n a inmiscuirse en todas las cosas, incluso hasta en los adulterios y en la educaci;n de los ni;os en el esp;ritu del marxismo-leninismo, pero se ha encontrado en completamente otro estado donde ;l es un se;or y ella es una esclava, a quien ;l azote como una cabra y por efecto de eso ha forzado que la chica adulta a obedecerle como una peque;a, aunque est; bien que ;l no... ;Pero qu; pasa con ella?
Una onda agradable ha pasado en bajo vientre. Un poco serpenteando con caderas, Inga ha vuelto sobre s;. Regresando y tendiendo las varas a su verdugo, Inga ha pronunciado de todo coraz;n por primera vez:
-;Azota me m;s dolorosamente! De hecho, azota-me c;mo es debido, - y a;adi; para su capote: -Afin que no quisiere de joder con ;ste loco.
Estando pie, ella meti; las manos detr;s de la cabeza y cerr; los ojos. Un silbo se oy; y la vara, golpeando con medio en la cadera derecha, con su punta se ha engorrado en uno que de izquierda. Los golpes segu;an uno tras otro. Inga abri; los ojos que al poco tiempo como si vieran las estrellas, entonces ella comenz; a un poco saltar como un juguete mec;nico. Cuando la azotaina ha terminado, ella se ha inclinado, acurruc;ndose, gimiendo ligeramente y frotando los verdugones que se convert;an en escarlatas. Las l;grimas no eran. Volvi; en s;, se puso de rodillas y dijo como siempre:
-Gracias por la lecci;n, se;or.
;l acarici; a Inga en sus cabellos, toc; la oreja, jugando.
-;Has olvido, ninfa, que ya tenemos la lecci;n de auto-flagelaci;n?
;Oh, c;mo ella odiaba estas lecciones! ;l la acostumbraba como una monja en ;poca medieval, de azotar a ella misma. Solamente tres golpes, pero la calidad perfecta estaba exigida. Ella deber;a estar castigada por diez golpes para un golpe falso, y con son su mano, teniendo en cuenta que ;l pod;a azotar m;s duele que la madre con la comba.
-Hoy azotar;s en la cadera derecha. Aqu;, ten eso, - ;l dijo, tendiendo el mismo cable a la chica.
Inga tom; el instrumento de su propia tortura en la mano derecha y separ; con anchura las piernas. ;Maldita sea! De nuevo esta onda agradable pas; a trav;s de ella. ;Oh, no! Dio un zurriagazo fuertemente a ella misma en la pierna derecha as; que el medio del cable toc; y el cabo, enrollando con la cadera, se clav; detr;s. Inmediatamente, ya Inga dio un zurriagazo a ella misma en segunda vez y de nuevo, casi en voz muy baja: ";Ay!" Ha encontrado de la valent;a de alzar la mano en tercero vez. Despu;s de eso la chica se ha puesto colorado a cara, las l;grimas goteaban de los ojos.
-;El bravo, moza! S;lo, ten en cuenta que es el cuerpo que experimenta el dolor, pero t; misma tienes absolutamente nada que ver. Es dif;cil de explicarlo usando las palabras, eso se aclarar; con la experiencia. Voy a citar s;lo un ejemplo. El dolor cae en te como una carga pesada, y t; le intentas de arrojar, usando tuyas propias fuerzas. Pero no hay suficiente de ellas. No se puede jugar contra el dolor a ;"qui;n vencer;"? Hace falta irse de ;l. Aqu; las preguntas claves que es necesario de hacer a ti misma: 1) ;Qu; es el dolor? 2) ;C;mo eso me afecta?
-Como t; me has azotado por la evasi;n, toda tuya teor;a habr;a fracasado. No fue antes.
-;Lo tienes bien merecido, moza traviesa! Tengo la sensaci;n de que todav;a podremos jugar a los "chillos, saltos y combas", - ;l dijo, sin poder disimular su ;xtasis. - Quieres vencer las dificultades a la vez. He introducido las lecciones de auto-flagelaci;n precisamente af;n que t; empieces desde cosas peque;as. No puedes en primera clase estudiar los manuales de d;cima una. Sin embargo, a veces puede convertir el dolor en la alegr;a. Por supuesto, eso depende de la individualidad. Tambi;n el dolor puede tener una gran parte de matizes como los colores, los sonidos, los olores, los gustos. Es imposible que t; no hayas notado que los dolores de la vara y del cable son diferentes.
-S;, de hecho el dolor es diferente que de la comba de la madre y del cintur;n del padre, pero ellos me apaleaban raramente. S;lo si alguna cosa fea especialmente habr;a tenido lugar.
-Ni siquiera eso era mal que te apaleaban raramente, pero estaba mal que ellos te han cesado de apaleaban temprano. Aunque, tal vez, sea mejor. Aquel debe castigar que es capaz de ense;ar algo. Sin embargo, no he terminado acerca de la reacci;n diferente al dolor, hasta alegr;a. ;Sabes que los flagelantes espa;oles, caminando por la calle, fustigaban ellos mismos por l;tigos, hasta la medida que la sangre salpicaba, y cuando chicas caminaban al encuentro, ellos intentaban para que las gotas de la sangre salpicaran en las chicas? Y Spartan chicas estaban azotado no s;lo para que castigaran a ellas, pero tambi;n que fomentaran su sensualidad, y a veces durante una azotaina ellas ten;an unos orgasmos.
Cada vez m;s largamente Inga desencajaba los ojos debido a la sorpresa, mirando interrogativo al narrador extra;o.
-Ya he o;do, no lo s; justamente, es verdad o no es, anta;o, algunas personas, a fin de que una buena suerte siguiera a ellas, contrataban a los maestros que sab;an de azotar como debe ser, desnudaban y permit;an de ligar ellas, gritaban del dolor como t; entonces, despu;s de eso agradec;an e incluso pagaban al contado. Pero no lo s;, de qu; ten;a lugar m;s en realidad: de la superstici;n o de alguna verdad m;stica. Por supuesto; t; piensas que soy un loco que es aficionado por la flagelaci;n. Pero es desconocido, qu; t; ser;s aficionada cuando te convertir;s en tu misma.
-Quiero ser como toda la gente normal.
-Pero entonces ser;s una desgraciada. La sociedad humana qu; existe, ella no est; compatible con la felicidad. Jean-Jacques Rousseau ten;a raz;n que el hombre est; infeliz, estando en la sociedad. "Apresuro el paso para alcanzar al campo, pronto viendo el verdor, yo comienzo a respirar. ;Si es extra;o que me gusta la soledad! Veo s;lo el animosidad en las caras de hombres, pero la naturaleza siempre me r;e". (la traducci;n conforme Chat Vert) As; ;l escrib;a en su ;ltimo libro "Enso;aciones del paseante solitario" Y ;ste gran hombre quer;a construir una sociedad feliz - eso es su error tr;gico. De hecho, result; que los mismos conceptos el "felicidad" y la "sociedad" son incompatibles.
-;Puedo sentarme en el tueco, porque estoy cansado?
-;Si;ntese, belleza! Permito.
S;lo ahora ;l not; que ella se ha olvidado no s;lo de ponerse el ba;ador, pero incluso contin;a de mantener el cable en la mano. Inga se sent; con el culo desnudo derecho en el tueco ;spero. En algunos puntos picaba ligeramente despu;s de la azotaina de hoy. (Despu;s de esa azotaina terrible por evasi;n, ella no pod;a sentarse ni en ese d;a, ni al d;a siguiente).
-;Acerca de qu; yo acabo de hablar?
Inga comenz; a acordarse de eso, temiendo.
-Da me el l;tigo. Inga obedeci; e inmediatamente acaba de acordarse:
-Has dicho que la felicidad y la sociedad son incompatibles. Su torturador arroll; el cable y enganch; le con el slip, usando un borne especial.
-No te hago creer en este por fuerza, s;lo sabe: tal opini;n existe tambi;n. Estoy de acuerdo con esta opini;n, y puedes convencerte m;s tarde, usando tuya propia experiencia, si yo estaba en lo cierto. Aunque no aconsejo de demorar la experiencia. En este caso tu vida estuviere malgastado.
-;Pero c;mo podr;a existir una felicidad en la soledad? Es imposible.
-El Poder Sovi;tico ha asustado todos vosotros, parece que un hombre solitario sea una nulidad. Debes de contradecirme. Debes de experimentar muchas verdades y no siempre es posible probar ellas usando s;lo razonamiento. Pero sucede que los partidarios solitarios encontraban uno a otro, cuando en sus pareceres, en sus inclinaciones, muchas cosas, muchas en cuanto como es posible, coinciden.. La historia conoce tan granes alianzas. Despu;s desean ampliar el c;rculo. Al principio reciben los principiantes con recelo, aqu; aplic;ndose con sobra. Despu;s al contrario, ellos intentan insuficientemente, recibiendo no importa quien a su comunidad. ;Ya empezamos! Los soplones, caranto;eros... y finalmente la gran uni;n se convierte en la sociedad trivial, pero la sociedad, como Rousseau hab;a escrito una vez, es un reba;o humano. De intentar de crear una sociedad feliz, estar;a lo mismo caso que calentar a la calle en el invierno, mientras que en realidad debe a calentar la casa y cerrar las puertas m;s herm;ticamente.
Ahora, ya est;s fatigada. Es demasiado a la vez. En caso contrario, entrar; volando en una oreja y volar; a trav;s de la otra, - a la vez ;l ha jugado un poco con la oreja. - A prop;sito, mi hermosura, ma;ana ser; mi;rcoles, y yo te azotar; con el cable de acuerdo con el Code. ;Aguanta, moza! - El verdugo se ha sonre;do alegremente.
E Inga se excitaba, debido a sentada en el tueco. Ella no pod;a librarse de las sensaciones agradables que estaban producidos de todas las cosas alrededor: y el tueco ;spero, y el aire libre del bosque, que refrescaba el cuerpo por el fresco agradable, porque ahora mismo el sol se ha ocultado detr;s de la nube, y la voz del desconocido extra;o que por primera vez hablaba con ella tanto largo tiempo, la carne agitada claro debajo del ba;ador. De s;bito ella dese; de nuevo de entregarse a ;l, de estar empalado en su palo, de estar calada, y dejar ser; que ser;. O hincarse de rodillas y de entregarse a ;l en la misma postura como hoy daba azotar a ella, y mientras que eso a apoyarse la cabeza en la hierba y gritar de la felicidad a la misma manera como ella gritaba del dolor. ;Pero existe la felicidad en la Tierra? ;Sin embargo, qu; la gente comentar;a! ;Oh, Dios m;o! Ella se ha cambiado a tal grado que est; en el tueco, est; desnuda absolutamente, incluso ha olvidado de poner el ba;ador, est; delante del tipo que es excitado claro, vestido s;lo en el slip. Inga se puso en pie y comenz; a poner el ba;ador. El secuestrador examinaba la chica. Ella se sent; en el tueco de nuevo. El ansia iba. ;Si ve;a alguien ellos? Deber;a enviar los dos en el manicomio - as; har;an. ;Pero estaba tanto bueno!
-La sociedad y la felicidad son incompatibles, - estas palabras se escaparon de Inga, y una l;grima rod; bajo que ella se sec; con la mano pronto y reproch; a ella misma mentalmente por el sentimentalismo que no ten;a lugar antes.
-Quizas comienzas a comprender algunas cosas, - ;l volvi; las espaldas, frotando el slip delante.
Su chica cautiva lo not;, y la onda voluptuosa dio una vuelta de nuevo en la parte baja de la columna vertebral. De s;bito ;l se volvi; bruscamente, mirando a ella la mirada exaltada, fijamente a los ojos:
-Ya t; est;s dispuesta y ma;ana, despu;s del rito, te dir; una gran verdad que es actual para todo el tiempo y todos los pueblos.

Cap;tulo 4.

La ma;ana del d;a siguiente comenzaba como de costumbre, si no tener en cuenta que la chica cautiva, estando intrigada del misterio que al poco tiempo estar; abierto, ella no pod;a dormirse hasta las tres horas de la noche. Ella se despert; en diez horas, as; durmiendo una hora menos que debe a los veinte a;os, pero eso no deprim;a a ella de ninguna manera, m;s bien al contrario. De ma;ana la curiosidad se extingui; un poco debido a la ansiedad, como sucede a ni;os delante de la inyecci;n o del dentista, porque hoy, por lo que sabemos, el rito matutino se convert;a m;s duro, de acuerdo con imaginaci;n del hostigador. Junto con este, ella est; harta de simular una chica modesta, la naturaleza exig;a lo suyo, y ya estando en la tienda de campa;a ella ha dejado ir todas las fantas;as y ahora los cuadros er;ticos de las posturas variedades del co;to con el desconocido enigm;tico irrumpieron en las puertas abiertas de su sentido, a veces tal cosas estaban dibujadas en los cuadros que no ven;an y no pod;an venir antes a la mente. En otra vez ella no supon;a tal depravaci;n en el interior de s; misma, como parec;a a ella ahora.
La imposibilidad de la lectura sus pensamientos por otras personas consolaba a ella, sin embargo, daba un poco verg;enza y ella se sent;a como una ratera que ha violentado en una casa segura sin la guardia, donde siempre hay algo para robar, y el propietario estar; en pa;ses lejanos sin falta y largo tiempo. En la prisi;n verde, donde ella se ha encontrado por la voluntad del destino, lo que estaba quitado de ella por la sociedad, ahora lo estaba devuelto a ella por derecho leg;timo, pero Inga, estando oprimido por ideolog;a de la sociedad, estimaba lo que recib;a de derecho, como si algunos objetos ser;an robados por ella. Adem;s de todos otros, casualmente ella ha cogido ella misma que delante del castigo cruel relativamente, en lugar del temblor del miedo, ella tiene la curiosidad, en cual postura ser; ella azotada. Y m;s not; que quiere estar pie delante de ;l, como ayer, de rodillas, el culo arriba, y estar aqu; humillada, vejada, violada de maneras variadas. M;s una pregunta inquietaba a ella de forma obsesiva, resaltando en el fondo de todas otras: ;Es lo pasi;n que arde en ella o realmente ella se vuelve loco?
Al principio, el rito de ma;ana pasaba como de costumbre. Sin embargo, cuando ;l enchuf; el dedo en el agujero prohibido de ella, entonces ella se encorv;, echando atr;s la cabeza y lanz; un ;ay! largo y voluptuoso.
-;Es lo duele o agradable? Recuerdo: debes estar franca conmigo. ;Contesta!
-Duele, - Inga minti; sin ;xito.
-;Mientes, moza forestal! Inga aprendi; que el castigo ser; m;s duro que imaginaba.
-Estoy esperando una explicaci;n.
-He mentido, se;or profesor. Azotame como una cabra para ;ste, a;adiendo a lo que me corresponde.
-Voy a satisfacer tuya petici;n, moza de bosque. A;adir; diez a lo que te corresponde, quince m;s diez es igual a veinte y cinco. Y no me miente m;s. Si dijiste me la verdad, no estar;a nada. Y yo s; que te lo hac;a satisfecha. Deber;a a;adirte veinte, pero que estos diez complementarios sean convencionales, hasta la mentira siguiente, entonces ser; treinta. ;Responde, cuanto a;os ten;a cuando has perdido la virginidad?
-Quince.
-;Qui;n estaba contigo?
-Un "cuatro ojos" t;mido que vive al edificio vecino. Caminaba detr;s de m;, segu;a a m;, yo he aprendido lo que ;l quer;a. Y la curiosidad me ten;a. Lo para qu; ;l estaba dispuesto a dar las monta;as de oro, si tuviera ellas, s;bitamente se ha encontrado muy accesible.
-;Te gustaba eso?
-Esperaba el mejor.
-;En qu; posici;n vosotros hac;ais el amor?
-S;lo ;l arriba de m;, sin otras. Gradualmente nos enfri;bamos el uno al otro.
-Dudo que eso es todo.
-Uno m;s era. M;s me gustaba, pero tem;a que ;l desembuche a sus amigos. Suced;a que me he enterado acerca de ;l tal cosa... no una, sino dos cosas, y si divulgaba cada de ellas, lo est; para ;l semejante a la muerte.
-En dos palabras: ;Qu; es precisamente?
-Primero: al lado de nosotros, ellos han robado una tienda, donde ;l claro participaba. Tres todos est;n arrestado. Los polis pensaban que eso es todos los c;mplices, pero ;l era un cuarto. Simplemente ;l ha tenido mucha suerte, ;sa era una casualidad. Los polis han hecho cantar pronto todos los tres, consideraban que esto es suficiente y han dejado de forzar. S;lo casualmente, independientemente uno de otro, ellos se propon;an a cantar su nombre en el ;ltimo turno. Una peque;a parte de los bienes robados est; conservado a su casa, pero los polis supon;an que ellos llegaban a tiempo a vender casi regalado todas las cosas y a beberse.
-;Y el segundo?
-Algunas chusmas han violado a ;l, mientras que una borrachera en el otro extremo de Mosc;, en Chertanovo. Aunque, aqu; ;l tiene la autoridad, pero ninguno no aprendi; nada, sino ;l se ha ahorcado. Su prima ha librado a ;l del lazo, y entonces ;l ha contado le s;lo a ella, diciendo que ahora se suicidar; apesar de todo. Ella conversaba con ;l largo tiempo, logr; muy dif;cil de inspirar a ;l, si ;l mantuvo la boca cerrada, entonces todo estar; bien y que ;l mismo trate de olvidar y de no recordarse de eso m;s. Una vez, empapandose algunas tabletas, ella cantaba a m; y casi cantaba a las otras personas, pero yo no dej; cantarle. Llev; la a su casa y estaba all; hasta que se durmi;, y al amanecer ;l regres; de la calle y me entregu; a ;l. As; como todos en tales casos, ;l juraba del amor eterno, sin embargo yo le he previno que s; acerca de la tienda y algo m;s. ;l me amenaz; por cuchillo, incluso apoy; le en la garganta, pero dije que ;l no debe nada, excepto el ;nico: para que ;l no desembuche acerca de nuestras relaciones. Entonces nosotros jodimos m;s una vez y despu;s de eso nos ve;amos durante largo tiempo hasta que el fue reclutado por el ej;rcito. Y en la noche del s;bado, cuando yo no pernoct; a casa, regresando en casa, el padre quer;a azotarme con la comba, ya en dieciocho, pero la madre me defendi;, motejando a ;l, un pervertido y un incestuoso. Despu;s ellos no hablaban durante varios d;as.
-;En qu; posici;n te entregabas a este segundo chico?
-A primera vez a la misma manera, - Inga se ha atascado.
-;Y despu;s? ;Di, moza! Inga se puso roja como un cangrejo.
-En la misma, en qu; t; me azotabas ayer ma;ana.
-;Es todo? - su torturador pregunt; severamente. -;Mira me en los ojos!
-Tambi;n nosotros intent;bamos as;: ;l estaba tumbado en la espalda y yo estaba arriba, como en caballo, - Inga estuvo toda roja.
-As; te preocupas en vano. Doy la bienvenida a la libertad de costumbres, - despu;s despacio, recalando cada palabra, como si transmitiera el comunicado oficial acerca del principia de la guerra termo-nuclear, a;adi;: -;SI VOSOTROS NO SOIS LIBRE A LA LUZ SEXUAL, ENTONCES VOSOTROS NO SOIS LIBRE EN ABSOLUTO!
-Apesar de todo, me repruebas. Me entregaba al chico, sabiendo que es un pederasta.
-Lo que fue jodido, no tiene importancia. Est; mal tener s;lo dos circunvoluciones en el enc;falo. Aunque su hermana es una psic;pata, pero es m;s sensata,- el secuestrador sonri; y a;adi; una frase poco conocida de Pushkin de "Escenas de la ;poca de caballer;a": -;Vale! La canci;n es como una canci;n y la horca es como una horca. El cable que tiene, est; conmigo, y voy a zurrarte aqu;, - las chispas diab;licas brillaron en los ojos. - S;lo al principio, sum;rge te siete veces. Ahora es ;til especialmente que te enfr;es. ;Ver, c;mo te pones rojo!
Inga entr; en el r;o, hizo como ;l ha ordenado, luego vino a tierra. Ahora el malvado lavaba las manos.
-;En qu; postura debo estar?
-;Todos c;mo ayer: de rodillas, la cabeza en el suelo, las manos detr;s, juntar y no separar, no caer al lado!
-Por favor, atarme. Y si no soportar; veinte y cinco con el cable, - Inga se puso p;lido.
-Acost;mbrate a soportar. Si no empiezas a aprender, no aprender;s jam;s. Poni;ndote en camino, sin hacer el primer paso, nunca conseguir;s el objetivo. Si caes al lado, te asir;s al ara;azo o te cubrir;s con la mano - entonces a;adir;. No morir;s de esto, mi ninfa, s;lo ser;s m;s sana.
;Qu; pod;a ella hacer? Encontrando casi ;nico lugar llano en la pendiente de la orilla, la chica desnuda pos; como se fue ordenado a ella. Pero ;qu; es? El miedo disminuy; y en vez de ;l, un ansia fren;tica vino, el ansia que ella se entregue, estando en esa posa.
El silbo se oy; bruscamente. La punta del l;tigo pic; exactamente entre dos hemisferios que fueron se apartado un poco, no lejos de la entrada prohibida. La onda de la voluptuosidad que antes ha afluido, curiosamente ella continuaba de coexistir junto con el dolor creciente. La segunda vez, ci;endo los orbes atractivas, la punta del l;tigo pic; al comienzo de la cadera.
-Sss, - Inga comenz; a silbar. Y despu;s de tercer l;tigo un "huy" muy largo reson; que imposible distinguir del grito de la pasi;n. El dolor excitaba. Ella quer;a saltar y moverse en alguna danza salvaje. Incluso algo atractivo estaba aqu;, pero este se convirti; cada vez m;s intolerable despu;s de cada l;tigo. Finalmente, el dolor alcanz; la victoria definitiva y primer ";ay!" fuerte se oy; despu;s del d;cimo l;tigo. Despu;s de unos tal ";ay!" la chica oy; la voz de su verdugo:
-Ya es quince, todo terminar;a ahora, sin embargo, no eras franca. ;Otra vez no te atreva a mentir! ;Toma ;sta! ;No te atreva a mentir! ;Toma ;sta!..
Despu;s del diecinueve l;tigo Inga comenz; a temblar debido al zollipo y apret; los dedos con vehemencia, porque muy quer;a asir las mitades azotadas, frotar ellas y encogerse ella misma. Toda encendida, ella clav; los dientes en la hierba y las l;grimas se derramaron de los ojos como un granizo. -Aqu; es todo, moza, dejas de sufrir, puedes liberar de las manos.
Inga, qued;ndose de rodillas, desengancho las manos, se irgui;, frotando el culo azotado, entonces sec; las l;grimas, escupi; la hierba con el suelo y respir; aliviado. Las manos continuaban de tiritar.
-Gracias por la lecci;n, maestro. ;Puedo lavarme?
-No puedes, sino debes.
Inga baj; al r;o, lav; el resto de la hierba y del suelo cerca de la boca, ba;; los ojos, varias veces suspir; profundamente y march; arriba. Su verdugo se uni; a ella. El dolor penetrante se convirti; en la fiebre local y en el hormigueo leve. Las cicatrices rojas, a trecho magentas, fueron visto claro, adornando el cuerpo juvenil de la chica a su manera. Otra vez Inga ten;a que asombrarse a s; misma. Estando desnuda y s;lo azotado, ella quer;a de nuevo entregarse a esta bestia, y no se sent;a nada como una desgraciada miserable. Estrellas de la picard;a resplandec;an en los ojos ahora que no ten;a lugar antes. Tambi;n ella se alegraba que su carcelero se convirti; m;s hablador ;ltimamente. Ahora ella quer;a hablar con ;l d;a y noche.
-Maestro, ayer has prometido de contarme algo, un gran misterio, - Inga se dirigier;n animadamente a ;l.
-;Y est;s preparada a escuchar? - ;l mir; atr;s a ella. - ;Vaya! ;Es maravilloso! Ahora mismo acaba de azotarte, pero, mirando a la cara, veo que est;s llena del optimismo. ;Lo apruebo! ;Pero si puedes escuchar suficiente fijamente para estudiar y no olvidar jam;s?
-Espero, - la chica respondi;, sonriendo.
-Sin embargo, tienes derecho a no estar conforme de acuerdo, y yo no voy a clavar mis convicciones en tuyo culo lindo con l;tigos, pero t; debes saber que tambi;n tal opini;n existe y recordar bien su contenido. No est;s obligado a conforme con algo, sino recordar. ;sin duda! Si olvidas, yo te azotar;. Y sabes el "Code de la cautiva": una cosa es no solucionar un problema dif;cil y otra cosa muy distinta es no aprender lo que est; metido con cuchara. Entonces estar; duele a sentarte, es claro. ;Toda la atenci;n aqu;, moza! S;bitamente su tono cambi; de amistoso y de juguet;n a un severo e imperativo. Entonces ;l a;adi; m;s suavemente: -Si;ntate en el tueco y escucha.
Ella se sent;. El tueco ;spero pinch; de nuevo las mitades desnudas y azotadas. Aunque Inga no se preocupaba debido al castigo reciente, sin embargo, no quer;a repasarlo. Que no estar castigada de nuevo, ella represent; la atenci;n fija.
-La primera parte de esta gran verdad consiste en las cuatro palabras: LA MAYOR;A DE LAS PERSONAS SON IDIOTAS. ;Qu; vas a decir en respuesta?
-Espero, no estar; castigada, diciendo francamente: ;No me tomas el pelo? ;Y lo es un gran misterio? Ya he o;do algo de eso.
-Precisamente se trata de eso que s;lo la parte primera ninguna nada. Pero aqu; la parte segunda: ...CONFORME A SU PROPIA ELECCI;N. Ahora un comentario es necesario, por eso escucha cuidadosamente.
Cada humano fue nacido como un genio. Cada de ellos es capaz de obtener tal alturas que son comparables con Newton o Einstein: Aqu; es una contradicci;n: todos son genios y todos son idiotas a la vez. Pero el hecho de que la libertad es dada para cada humano, ;l puede elegir el camino del genio o tambi;n elegir el camino del idiota. Y final ;l puede saltar de un lado a otro o, yendo largo tiempo en el camino del idiota, entonces a volver sobre s; y, "cambiando la aguja", salir al camino del genio.
;Cu;l es la trayectoria de un genio? ;ES LA B;SQUEDA! A buscar en el interior de s; mismo un fil;n de oro, de qu; el rendimiento estar; inagotable. Tomemos, por ejemplo, la radio: ella calla hasta que est; sintonizado en una onda necesaria. LA B;SQUEDA es hecho por el bot;n de sintonizaci;n. Nuestra predestinaci;n, s;lo nosotros entramos en la fase consciente de la vida, comenzar esta b;squeda. El principio de la b;squeda es la misma penitencia. Es que el equivalente de la palabra de griego antiguo "penitencia" significa literalmente algo semejante al cambio de la mentalidad. ;Me escuchas, moza? Yo te examinar;. Si olvidas alguna cosa, entonces te azotar;.
-Contin;a. Tengo inter;s en saber.
-Si escuchas, esto debe ser interesante de hecho, porque antes, en condiciones sovi;ticas no pod;a o;rlo en ninguna parte. Incluso en los pa;ses libres la mayor;a de las personas van al camino del idiota ;entonces qu; esperas t; aqu;? Nota: aqu; cada humano es forzado a estar en la colectividad, a toda costa, y sin embargo, eso es muy necesario a alguien. Incluso si una fiesta coincide con los d;as feriados, no dejan a holgar durante varios d;as seguidas, intentan forzar todos a trabajar, pagando estas d;as o difiri;ndolos en las vacaciones. ;Y c;mo sino? De otra manera un humano puede encontrarse solo consigo mismo y REFLEXIONAR. Si ;l reflexiona, entonces tiene su oportunidad de cavar hasta algo. QUI;N SE HA ESTABLECIDO A PENSAR, USANDO SU PROPIA CABEZA, AUTOMATICAMENTE ;L SE CONVIERTE AL TAMA;O DE CABEZA SOBRE QUE TODOS LOS OTROS. ;Pero c;mo puede un hombre desarrollarse, c;mo ;l pueda descubrir su fil;n de oro o sintonizar en la onda necesaria, si en realidad, incluso mucho creyentes tienen en sus mentas tal lugar para la sociedad que es predestinada para Dios? ;l compara cada su paso con la opini;n de la colectividad, cada bagatela de la rutina cotidiana. Si al menos mentalmente ;l se aparta por mil;metro del comportamiento de uso general, en su imaginaci;n en un momento t;as y comadres aparecen que se;alan con el dedo a ;l, patanes que le golpean en la cara, le insultando con las palabras injuriosas...
-Pero eso est; en todo el mundo...
-Vamos comparamos. Un ingl;s puede jugar no importa cual papel en presencia de los otros, ;l mantendr;a las reglas tradicionales incluso m;s correctamente que un eslavo. Sin embargo, por ejemplo, es posible, su mejor amigo no sabe nada acerca de las relaciones con la esposa, si ellos se amen o tengan la intenci;n de divorciarse. La sociedad es est;pida en todo el mundo, pero all; no es tal control ni tal intervenci;n en la vida privada. El aislamiento no es considerado como alguna cosa subversiva. M;s bien es una cosa vergonzosa a meter las narices en asunto ajeno en vez de ocuparse de propios problemas. Por eso podemos ver all; una sociedad m;s desarrollada en todos los aspectos, incluso la situaci;n econ;mica, porque all; todos los caminos son m;s abiertos para personas que han reconocido ellos mismos como las personas fuertes. Cuando t; estudiabas en la escuela ;ten;an all; los casos del acosamiento colectivo a alguien solitario?
-S;... Recuerdo...
-Los parientes mayores instru;an a los dem;s: "escudri;a a los otros para ser como todos". ;En qu; resultado ha puesto eso? Y al hecho de que EL DERECHO A SER ELLOS MISMOS EST; PROHIBIDO AHORA. ;C;mo es posible descubrir el fil;n de oro si est; prohibido alejarse del lugar indicado? ;C;mo puede la radio estar sintonizado en la onda necesaria si est; prohibido girar el bot;n de sintonizaci;n? Como el resultado nosotros vemos la sociedad que representa una muchedumbre de las idiotas. Uno est; estimado como una persona inteligente, otra persona como un tonto, pero no busca ninguna persona inteligente entre todos ellos: no est; all;. Ser conscientes: ninguno no te aconsejar; nada bueno, e incluso si su consejo es justo, entonces eso ser; una casualidad rara, la misma rara como una gran cantidad de dinero que est; encontrada en el camino fortuitamente. Es el ;nico humano, a los consejos de quien puedes dar o;dos, s;lo uno en toda la Tierra.
Inga se sonri; ir;nicamente y apart; la mirada, pensando: ";l tiene una opini;n demasiado alta de s; mismo. ;Es eso megaloman;a?
-M;rame en ojos, la moza forestal. El ;nico hombre existe en todo el planeta, s;lo ;nico hombre, los consejos de quien t; puedes tomado en serio. Ahora acabas de pensar, qui;n es este hombre, y no adivin;. ;ESTA PERSONA ERES T; MISMA!
La hermosura desnuda, estando en el tueco y mirando al instructor severo, se qued; con la boca abierta debido al asombro.

Cap;tulo 5.

-No soy yo quien lo hab;a inventado, - el profesor extra;o continuaba. -Las ciencias antiguas que son famosas durante varios milenios, ellas pretenden que alg;n conocimiento de todas las cosas es escondido dentro de cada de nosotros. Dentro de cada de nosotros la Divinidad es. S;lo necesitamos recordar, necesitamos eliminar todos los obst;culos, prepararse a recibir la Realidad cara a cara y ser capaz de aguantarla. Sin embargo, el obst;culo primero en el camino es la sociedad. T; sabes alguna cosa ya ahora, - ;l disminuy; el ritmo de la conversaci;n. - Sin picard;a, puedes determinar bien cuando eres feliz y cuando no eres.
-Sin embargo, ;qu; es si esta felicidad no es normal? Digo sinceramente: En tu cautiverio me sent;a feliz varias veces en situaciones donde una persona normal no puede experimentar satisfacci;n. Estoy a tu merced, tienes el poder, pero solicitabas estar franca contigo. T; me has esclavizado y puede volverme loco debido a eso. Cada d;a noto por mi misma tal cosas que en otro tiempo incluso una idea de ellas no me ocurr;a. Si alguien oyera... En general, no lo s; porque, ora porque me cimbras cada d;a, ora influyes de alguna otra manera, pero siento que estando contigo, voy a volverme loco pronto. ;Es que tuyo objetivo est; a hacerme una loca? Para que me convierta en una alienada que perdida la chaveta.
-Podr;a apostar mi propia vida que la locura real no te amenaza. Lo que comienzas a descubrir, ;ste estaba contigo siempre. No podr;s librarse nunca de eso, sino no podr;s adquirir nunca lo que no ten;as antes. T; viv;as en oscuridad y en la pr;ctica no sab;as tu misma completamente. Estaba prohibido que t; utilizabas de la luz de tuyo propio conocimiento, de la luz de tuya propia observaci;n, de la luz de tuya propia comprensi;n. Y ahora mi elecci;n recay; en ti, conmigo te has encontrado tu misma muy lejos de guardadores de tuya ignorancia. Mirando con cautela, sin embargo te has atrevido de alumbrar con esta luz tuya propia esencia, y ahora sabes m;s acerca de t;. Si alumbras m;s vivo, entonces sabr;s m;s mucho.
-;Y si me enterar; lo que es mejor no saber en absoluto? ;Si en el fondo de mi alma un deseo se descubrir;: de matar a alguien o yo mismo? ;Qu; dir;s al respecto?
-Tengo que decir y hace mucho que esperaba esta pregunta. Tal casos tienen lugar muy pocas veces, sin embargo no se puede, no puede en ning;n caso quitar ellas de la cuenta. T; debes asimilar todo que dir;. Yo no te dar;a as; mucho de hacer reflexionar a la vez. Sin embargo, veo que manifiestas inter;s hasta tal grado que no tienes miedo de estar azotada por olvidar algo de lo que yo cuento. Y si el inter;s vivo existe a la materia, entonces esta materia estar; bien asimilada.
As;, escucha con atenci;n.
-S;lo es dos caminos a Dios. Es dos ciencias antiguas: Yoga y Tantra. Ellas no son religiones, sino las ciencias son. Son dos teor;as que funcionan muy bien. Un yogui puede ser un hind;, tambi;n un cristiano o un musulm;n. Puede decir lo mismo acerca de la Tantra. El objetivo final que cada humano tiene, es la aclaraci;n que los hind;es nombraban y nombran el Samadhi y Jes;s - como el Nacimiento de Nuevo. Mientras que todav;a no lo alcanzas - cualquier alegr;a ocurrir;a contigo - a pesar de todo t; echar;as de algo. Querr;s alguno m;s y mirar;s hacia adelante. Cuando alcanzar;s el Samadhi, ser;s feliz en todas las circunstancias, incluso en la soledad absoluta, incluso en el infierno, m;s exactamente, un infierno no ser; nada para ti y en ning;n lugar.
La mayor;a que han alcanzado, se avanzaban en el camino del Tantra. Tambi;n el Tantra predomina en la doctrina de Cristo, aunque el Yoga est; contenido un poco. El Tantra instruye de recibir uno mismo y el mundo tal como son, ;l comienzo de lo que un hombre es. As; el Tantra comienzo desde el principio, pero el Yoga comienzo desde el punto de terminar, del estado en qu; un hombre deber; convertirse, cuando la cortina del ;ltimo obst;culo caer;. Aquellos que se inclinan a matar a ellos mismos u otros sin estar con ellos en el estado de la guerra, ellos deben seguir el camino del Yoga. Si este hecho est; notorio, muchas vidas estar;an salvadas. Los maniacos que se inclinan a matar, no deben seguir el camino del Tantra, recibiendo ellos mismos como son. Siguiendo sus inclinaciones, engendrar;an m;s problemas que resolver;an, al mismo tiempo en primer lugar para ellos mismos. Todos los dem;s tienen mejor seguir el camino del Tantra: ;l conducir; al objetivo m;s pronto, aunque el Yoga capta mucha gente que satisface su "yo", pero ;ste es otro tema.
Intente asimilar lo esencial. Mientras que est;s sin inclinaci;n a destruir t; misma u los otros, t; eres hermosa tal que eres, y cuanto m;s sigues tuya propia esencia, tanto m;s hermosa te haces. Y la opini;n de la sociedad no debe interesarte m;s que la opini;n de los monos en el zoo. Ayer has aceptado con la tristeza sincera que la sociedad y la felicidad son incompatibles. Entonces, ;cu;l es el problema? Quita la sociedad como quitan una piedra que molesta andar, del zapato.
-;Es que propones que yo venga contra todos por cuenta propia, como Chatsky? ;Estimas que yo gane?
-Conforme a la idea de Griboedov, Chatsky ten;a dieciocho a;os. Sin tener la experiencia, sin comprender definitivamente que ;l tiene asuntos con los robots que est;n programados para una conducta definida, esperaba que tan pronto como ;l d; a ellos una f;rmula simple de la verdad, ellos lo escuche de una vez, y todo el mundo se vuelva en el mejor sentido. Que todo se pondr; en sus lugares propios a la vez. Pero eso no ocurri; y ;l estaba desenga;ado. Realmente ;l no sab;a que tal tentativa es condenada al fracaso notoriamente. Porque est; escrito en el Evangelio: "no arrojen sus perlas a los cerdos", pero ;l no lo ten;a en cuenta. A hacer cambiar de opini;n de tal gente es el mismo in;til, c;mo ense;ar a un perro de hablar la lengua humana. Parec;a estar tratando de reparar una m;quina que est; desarreglada desesperadamente, sin saber su mecanismo.
Eso no es lo que yo te instruyo, sino instruyo que hagas tuyo asunto calla callando y no dejes entrar las personas ajenas en el "santuario" de tuya vida privada. Desgraciadamente, en nuestra sociedad deforme est; aceptado a veces, aunque en un sentido figurado, de irrumpir en la casa y de revolver en la lencer;a privada o de pedir cuentas acerca de la vida privada. El retraimiento est; estimado c;mo una facci;n. En este caso debes oponer una resistencia capacitada y h;bil, y yo te ense;ar; esto.
Tienes miedo por cuenta propia estar en contra de todos. No hay necesidad de hacerlo. Sin embargo, debes tener un ant;doto por acaso del acosamiento colectivo. Y ser conscientes: la fuerza del humano est; en su intelecto. Una mano fuerte puede a lo mejor romper un muro de ladrillo. Una mente fuerte puede destruir una ciudad enemiga durante varios minutos. Una vieja jorobada con el bast;n, si tiene la mente y el deseo fuerte de la victoria, ella puede aniquilar varias docenas de hombres fuertes, cuya imaginaci;n no va m;s que "ser un fortach;n", "llevar una chusma" o "delatar al poli", pero de hecho hay mil modos. Ahora no voy a relatar con detalles, nos ocuparemos de este despu;s. Memoriza el primero: si alguien tu arma intrigas, entonces re;ne informaci;n acerca de ;l. Ase de cualquiera noticia, porque la m;s inocente informaci;n puede ser bien ;til inesperadamente. Y sin duda, busca sus puntos d;biles. Ya tienes un ejemplo - tuyo segundo tipo: obteniendo los materiales acerca de ;l, t; te convertiste en m;s fuerte. Si hay estaba en otra manera, tal vez ahora toda la gente del barrio sabr;an qu; t; est;s, practicando el amor, c;mo lo haces, con todos los detalles.
De s;bito Inga se record; que no puso el ba;ador de nuevo, como ayer. El primer impulso consisti; en ponerse en pie y, cubri;ndose, correr hasta la tienda de campa;a que estaba cerca, all; ponerse, pero ella lleg; a tiempo a comprender que lo est; tontamente y que ;l admire. La conversaci;n ya comenz; a fatigar a ella. Ella se levant; despacio, informando en voz baja: "voy a ponerme", se volvi; suavemente, brillando de los verdugones, arrib; hasta la tienda de campa;a, puso en el ba;ador y sali; de nuevo.
-Vamos ahora, mi bella, a tomar t;, y t; vas a contarme que asimilaste. Yo te di m;s que suficiente de los materiales para asimilaci;n.
Ellos comenzaron a preparar del t;, abrieron las latas con el boquer;n en tomatic;n y sacaron del pan. La leche condensada era un d;ficit y ya se agotaba, estando abastecido antes del secuestro de Inga.
-Ahora puedes comenzar.
Inga relat; pronto que la mayor;a de la gente es idiotas de su propia elecci;n, que cada humano puede ser un gran personaje, si descubre dentro ;l mismo un "fil;n de oro" o, en otras palabras, sintonizarse en una onda necesaria, y que en la Uni;n Sovi;tica intentan de acorralar cada humano en la colectividad est;pida para distraerlo de la b;squeda de su esencia; incluso ella record; "pensar, usando su propia cabeza, autom;ticamente ;l se convierte al tama;o de cabeza sobre que todos los otros", compar; los pa;ses de habla ingl;s con los pa;ses eslavos. Entonces ;l ech; el t; en las tazas e Inga continuaba de contestar su lecci;n. Ella relat; que estar;a mejor sin consultar con ninguno, como cada humano puede descubrir el conocimiento de todas las cosas dentro ;l mismo. Descubriendo lo mismo, cada humano puede descubrir lo que antes no sab;a acerca de ;l mismo, sino siempre ten;a eso, y si inclinaciones se descubren que son peligrosas por el mismo o por los otros, entonces debe pasar a trav;s del camino del Yoga, pero en todos los dem;s casos a trav;s del Tantra para recibir y amar a ;l mismo c;mo ;l es, y recibir y amar el mundo c;mo ;l es. Que es imposible satisfacer hasta alcanzar el Samadhi, pasando todo el camino, en otras palabras hasta el Nacimiento de Nuevo o la Aclaraci;n. Y finalmente para convertirse en feliz, debe "quitar" la sociedad sin sublevarse contra ella, pero hacer su asunto calla callando, sin informar alguien. No permitir que nadie de meter las narices en la vida privada; si atacan, entonces debe armarse: reunir toda la informaci;n acerca del adversario, centr;ndose en lo esencial: en sus puntos d;biles, pero ella misma debe ser fuerte, ante todo, gracias a su propio intelecto.
-Olvid; s;lo una cosa: "si vosotros no sois libre...
-A la luz sexual, entonces vosotros no sois libre en absoluto,-Inga dijo apresuradamente.
-;Perfectamente! Despu;s de tal respuesta si quiero azotar, no encontrar;a un pretexto.
-;Y por qu; en vez de m; t; no has secuestrado un chico en mi edad? Entonces es una inc;gnita, quien gane y quien est; azotado.
Inga crey; que las amenazas van a seguir ahora, pero su carcelero respond;, sonriendo:
-Si los chicos me atraen, yo har;a precisamente as;, pero, al principio me arreglar;a para estar en buena forma deportiva, sin embargo, afortunadamente o, con tuyo permiso, desafortunadamente, tengo una inclinaci;n a las chicas.
-Y especialmente a causar el dolor a ellas.
-Tienes raz;n y no s;lo eso. Mis invenciones son mucho m;s variadas que t; piensas.
-S;, especialmente en la ma;ana. ;Es que t; pensaste que turistas o cazadores puedan pasarnos casualmente? ;Y qu; si yo est; tal perra que muestre las pistas de tuyos caprichos sobre mi cuerpo y pida ayuda? -No te previne solamente por una raz;n: s; estos lugares muy bien y s; que ahora nadie camina aqu;. Pero suponemos que un milagro haya tenido lugar y que ellos hayan aparecido. Si ellos no son tontos, su reacci;n ser;: "muchachos, solucionad vuestros problemas vosotros mismos. No involucrad nosotros". Eso est; en ciudades donde ellos son tales valientes. La mayor;a aquellos que t; estimes como caballeros, son capaces solamente de batir patadas de los cuatro o de los cinco contra a uno, e incluso esto ellos har;an no lejos de polis. Pero si la v;ctima saca una arma, aunque una arma blanca, entonces los "h;roes" buscar;an un apoyo de poli y de la sociedad, disputar;an echando baba que ellos est;n conformes completamente con las ordinarieces sovi;ticas. Pero si tuyos "salvadores" est;n tontos, te remorder;a la conciencia durante todo el resto de tuya vida. Entonces yo matar;a a ellos, lo s; c;mo har;a esto, es mi secreto. Y t;, moza, deber;as ayudarme de enterrar a ellos. -Sigues a tuyas inclinaciones, porque los asesinatos no te atraen ;no? ;No es hora a convertirte al Yoga? -No confunde las pasiones del amor con la guerra. Alguien en el Oriente de los sabios hab;a dicho que la guerra es un camino del enga;o. Sin embargo, incluso los asesinatos son justificados en la guerra. Acerca del sexo y de los juegos vinculados con ;l, mi deseo de todo esto desaparece en presencia de los enemigos. Si no matas, entonces los enemigos matan ti. En ;sta tierra que es as; llamada "santa", descansan decenas de millones de cad;veres de aquellos que estaban aniquilados por el Poder Sovi;tico. Entre ellos yo pod;a estar, t; pod;as o tuyos parientes, nadie es inmune. Tuyo segundo chico por poco se encontr; entre ellos, porque ;l es atrasado. Ser inteligente estaba prohibido para ;l, entonces los amigos no le respetar;an, y estaba inspirado a ;l que vivir solo y que caminar su camino c;mo un gato solo sea terrible. Se ha convertido como todos los otros, tal vez debido a la carencia de la valent;a, pero m;s probable debido al exceso de la tonter;a, ;pero es que salv; esto a ;l? Ahora ;l es un "h;roe". Por solidaridad es capaz romper la cara a un transe;nte o robar una tienda sin necesidad especial, o violar alguien que es semejante y forastero del otro barrio, tambi;n c;mo trataron le mismo al fin y al cabo. Esta sociedad le estrope; moralmente, la sociedad que es interesada que la cantidad de las bestias est; m;s, que est; m;s de los cabrones borrachos, porque es m;s f;cilmente a gobernar sobre los cabrones borrachos y bestias. Sin embargo, si la sociedad consiste en las personas libres que se precian ellos mismos, entonces todos estos lenines, stalines, molotoves y kaganoviches ser;an lamentables y rid;culos. Ahora ellos no matan directamente, aunque tal cosas tienen lugar de vez en cuando. Tuyo conocido que por poco no se ha ahorcado, es un ejemplo perfecto de eso. Dejar ser; dicho para tuyo precepto: tienes miedo de estar en contra de todos, pero aunque ;l vivi; c;mo todos, sin embargo, se perder;a sin suerte afortunada: su hermana le ha salvado. ;Qu; conclusi;n? De vivir c;mo todos los otros, no es ninguno sin riesgo. Es mejor vivir como quieras y ser capaz a se defender y en este caso si haces una guerra, entonces s;lo con acuerdo a tuyas propias reglas.
-Tienes la respuesta a todos. Me instruyes en mucho, zurras, me das las lecciones, c;mo nombras, de la auto-flagelaci;n. Sin embargo, ;por qu; no me muestras un ejemplo, c;mo un profesor a una alumna? Me intereso por tuya capacidad a soportar el dolor.
-No problem.(en ingl;s) Ya hace mucho que voy a manifestarlo a ti, y ahora esto es muy a prop;sito.
Por primera vez ;l se quit; el cubresexo en presencia de ella, desprendiendo el cable de ;l. Inga vio con sus propios ojos, c;mo ;l ha excitado. Con la sonrisa alegre ella examinaba todo el cuerpo del desconocido, incluyendo lo que ella no ha visto antes. Incluso la respiraci;n se convirti; en dif;cil. La apariencia en la mano del instrumento de la tortura, pareci;, reforzaba la pasi;n.
-Puedes corretear alrededor de m;, mirar bien en la cara, bien en el perfil. S;lo observar las precauciones y si recibes uno l;tigo casualmente, no s; ofendida a m;, - ;l pronunciaba todo esto en voz baja, c;mo un conspirador. Es posible que tambi;n la pasi;n hac;a su respiraci;n dif;cil.
El primer silbo se oy;. Inga mir; c;mo embelesada y no ten;a fe en su propios ojos. Despu;s del sexto l;tigo su agitaci;n estuvo neutralizada por el dolor, sin embargo, materia de manera casual, ;l continuaba zurrar ;l mismo, incluso contando los l;tigos en voz baja. Inga corri; detr;s. Las verdugones recientes coloreaban en las nalgadas musculosas, y ellas rayas terminaban por gotas de la sangre. El objeto de su gran atenci;n cont; hasta treinta. Ahora primeros verdugones empezaron a aparecer un poco en las caderas y en la espalda.
-Seguir la mano comienza a matufiar. De alg;n modo el cuerpo presenta su protesta a ella, y ella obedece. Doy el l;tigo a ti. Dame treinta l;tigos m;s, pero incluso sin ;nico falso. Verificar;.
Este hombre extra;o dio el instrumento de la tortura y volvi; las espaldas a ella de nuevo.
-;Y c;mo distinguir;s entre tuyos y mis vestigios?
-Azotame en la espalda m;s alta que esta l;nea, - y ;l traz; una l;nea imaginada con la mano, despu;s de eso agarrando a una rama del abedul.
Primeramente Inga intent; que no meta la pata. Luego not; con asombro que este la excitaba, pero a pesar de todo ten;a miedo de sobrepasar la medida.
-;Y c;mo saber que un golpe no es excesivo?
-La sangre no debe estar a lo largo de todo verdug;n, sino s;lo en la punta, - respirando con dificultad, su secuestrador contest;. Contando, su voz cambi; un poco, pero ;l mismo soporto hasta al punto del terminar, s;lo retorci;ndose un poco.
-Espero, ;no me vengar;s? No tengo culpa, porque ti mismo orden; eso. Desobedecerte, este me va a costar caro.
Ella vino delante, para que devolver el cable a ;l, pero ;l estaba pie con la mirada enajenada, expresando la felicidad, y su excitaci;n sexual aumentaba visiblemente.
-;A vengar? ;A ti? Sin embargo, soy feliz que tal bella me ha azotado. Ahora hemos conocido contigo m;s cerca.
Sin ser capaz de apartar la mirada, Inga sonre;a alegremente.
-Como result;, gustar;as que est;s azotado.
-T; gustar;as a recibir eso tambi;n, ya yo not; eso m;s antes que t;. A;n no le comprendes, sino soy experto en tal cosas. ;Es que t; atrevas a mentirme que ;ltimos dos d;as t; tomabas las posas para castigo con mucho gusto? El dolor anula tuya pasi;n que luego regresa con m;s mucha fuerza. Y as; debe ser. ;Tuve la suerte! ;Gloria a Dios! ;Tuve la suerte! Eres la misma c;mo yo soy, y lo que tengo ganas de estar contigo, este no es una casualidad.
-Voy a decirte francamente, te gusta eso: en esta postura yo quer;a entregarme a ti ayer y hoy. Pero no lo significa que soy la misma anormal que t; eres.
-Si no te gusta, cuando te azota, entonces en este instante t; no so;ar;as acerca del sexo. ;Es que piensas que las masoquistas no gritan debido al dolor? En realidad la pasi;n es capaz de neutralizar el dolor, pero s;lo en el instante del orgasmo. Aqu;, vamos a verificar: quita el ba;ador y voy a darte uno l;tigo, a prop;sito, c;mo es debido. T; misma ver;, aunque est;s excitada, pero entonces excitar;s m;s fuerte. Inga quit; el ba;ador y le ech; en la hierba, pero ten;a completamente otros intenciones para sus adentros. Ella sac; sus rotundidades que estaban adornadas con verdugones.
-Toma, azota una vez, no est; en primera vez.
;l dio un l;tigo a ella con mucho gusto. El silbo conocido tuvo lugar y el dolor aumentaba en el centro, cerca de la ranura que separa los hemisferios. Inga, sin avergonzarse, se abraz; la nalga, frot;.
-Ahora examina por tu misma. ;Aumenta tuya pasi;n, moza?
-As;, vamos a hacerlo m;s pronto. ;Para qu; te desconciertas?
-No me desconcierto, sino quiero que todo est; mejor.
-;No me atormenta, ni ti misma! - Inga se volvi; a su amante futuro y vio claro que su excitaci;n alcanzo el m;ximo. Ella cogi; el punto medio de la pasi;n de ;l y sinti; que ya ella misma acaba.
-Es mejor que t; juegues, as; amainas.
-Ya yo he acabado, pero esto no es suficiente.
La chica se volvi; de espaldas a ;l y se inclin;, intentando encajar el pene en su subsuelo ;vidos. El original ha dado a ella un l;tigo en espalda baja.
-No haz travesuras, moza, sino estar;s azotada cruelmente.
El pene comenz; a contraerse. Inga, estando pose;do de la pasi;n, casi no sinti; el l;tigo en espalda baja, y ya su compa;ero acababa, respirando con dificultad y echando atr;s la cabeza.
-En tal caso, ;para qu; me has secuestrado? ;Es que para castigar y lavar el cerebro con la filosof;a delirante?
-No lo sabes que de esta obra puede recibir del gusto dieces veces m;s mucho. Si ahora te cuento todos los detalles, no sea interesante despu;s. S; conscientes: ;el amor existe! Una felicidad existe, incluso que no te so;;. No s;lo el corto circuito y el vertimiento de la energ;a - eso cansar;. Muy pronto eso ser; aburridamente. Ellos dos tipos que t; ten;a, ellos no sab;an nada. E incluso no sab;a t; misma antes, hasta del encuentro conmigo. Incluso ahora no lo sabes todas las cosas. Espera arrancar la fruta, mientras que ella sea verde. Deja ella a madurar. ;Entonces haremos el amor hasta tal punto!..
-Sin embargo, quiero contigo ahora. Hace dos d;as pensaba que mi lengua no es capaz de decir tal cosa, incluso ahora, si alguien oye, me enviar;an en el manicomio junto contigo de camino. Lo comprendo, pero eso dispuesto a todo. Que yo te azote por vara, te gustar;a, y te convertir;s en capaz de nuevo. Si quieres, azotame pero s;lo con la vara y no fuertemente. Eso va a excitarte, ;y para qu; ocultar? Me tambi;n. No t; est;s que solicita la moza forestal, sino ella a ti.
-Mi alumna debe comprenderme a con medias palabras pero vamos en c;rculos y siento, tengo que explicarte de nuevo y m;s de nuevo. Ante todo debes ser obediente y sumisa. El papel de una mujer refertero no es para ti. Ve y resignarte o voy a azotarte m;s fuerte que estaba por la ma;ana.
-;Azota!
-Lleva las cuerdas, voy a atarte al ;rbol.
Para su sorpresa ;l vio que Inga fue a la tienda de campa;a a tomar las cuerdas, sin la m;s peque;a objeci;n. Las sensaciones contradictorias divid;an a ella. Estando agitada debido a la disputa, no se daba cuenta, a cu;les pruebas ha puesto a ella misma. Tambi;n Inga sent;a que quisiera ser una v;ctima, experimentar los sufrimientos, el dolor, las l;grimas, ella comenzaba a ver en todos ellos algo elevado que es dif;cil de explicar. S;lo el miedo del dolor se opon;a a todos los sentidos juntos, pero ahora incluso este miedo parec;a como algo cosa deseada. Sabiendo que va a lamentar al poco tiempo, dej; atar a ella con mucho gusto.
-;Cu;nto l;tigos va a darme?
-;C;mo acerca de setenta y cinco, mi chulona?
-;Y cu;nto de los l;tigos eran entonces, por la evasi;n?
-Entonces eran ciento justamente.
-En tal caso, estos setenta y cinco son una bagatela.
-Ya veremos.
El silbo conocido, el dolor conocido.
-Ahora voy a sufrir, - la chica, convirti;ndose en valiente, pronunci; en voz muy baja.
Ella se imaginaba en ;poca del medievo, en una plaza. La muchedumbre ayea, compadece, una parte se refocila, y el verdugo despiadado, estando cubierto en el chaper;n rojo, azota a ella conforme a todas las reglas. Ella gime del dolor en voz baja, se retuerce bonito, aumentando el n;mero de los admiradores, de aquellos que est;n seducidos, de aquellos que admirarse y que compadecen, y que est;n emocionados.
-Huy, huy, huy, huy; ay, ay, ay, ay, - Inga gime que casi sin sonido, retorci;ndose bellamente en realidad.
El sexo se fue, la obsesi;n se fue, s;lo el dolor se quedaba. Esto no es peligroso, incluso no es ofensivo; esto es dif;cil, debe aguantar. La chica se esfuerza, se retuerce, la cara enrojece. Sin embargo, ya el dolor est; penetrante, despiadado, inaguantable. Ya ella comienza a verter torrentes de l;grimas.
-;Ay, ay, ay, deja de hacerlo! - un grito se escap;, sin detener. ";Ah, c;mo esto es penosamente, sufrir en realidad!" - un pensamiento se la ocurri;.
-;Obedecer;s, moza?
-!Y me duele, deten eso! ;ay! - las l;grimas se sal;an. - !Ay! ;qu; haces! ;Huy, no puedo, me duele!
"No result; de tenerme con orgullo y bellamente", -un pensamiento m;s se la ocurri;. - "No puedo aguantar".
-;Huy, huy, huy, huy!
No silba m;s. ;Es posible que dej; de sufrir?
-Ay, ay, ay, - los chillidos y los gritos cambiaron en el gemido bajo. De nuevo Inga se retuerce con voluptuosidad y echa atr;s la cabeza.
-Deja las manos libres. Aunque yo ir;a a secar las l;grimas - ella dice, suplicando. Ahora las manos est;n libres. ;l mira a ella dulcemente y con ;xtasis. La besa a ella en los ojos llorosos, hablando:
-;Felicitaciones! ;T; has recibido estas suplicios por el Amor!

Cap;tulo 6.

Por fin Inga estaba desatada completamente. Sent;a una fiebre en el lugar blando. Ella traz; con las palmas a lo largo de los puntos azotados. Las huellas sangu;neos quedaron un poco aqu;.
-;Es que sabes? Me has zurrado hasta la sangre.
-No es de terrible. El cuerpo es capaz de aguantar mucho m;s. Es una carga m;s nerviosa que f;sica. Tuyo coraz;n es sano, as; est;s fuera de peligro en absoluto. Si el deseo de obedecer no ha quedado, puedo repasar lo mismo.
-No, no, no lo hagas.
-A prop;sito, mi bella, tienes ;xito. ;C;mo gritaba la vez pasada! ;Qu; histeria t; armaba despu;s! S;lo, antes del t;rmino has puesto el grito.
-;Puedo irme a la tienda de campa;a, a descansar?
-Descansa durante cerca de dos horas, preparamos la comida despu;s, y despu;s de comer a estudiar. Tenemos poco tiempo, pero tengo que instruirte en muchas cosas.
Estando tumbada en la tienda de campa;a, Inga acariciaba, palpaba las huellas de sus aventuras de hoy. Los tactos respond;an con el dolor ligero, pero este dolor alegraba a ella. "Me castigaron. Yo era una ni;a desobediente y me zurraron as; que duele a sentarse. Si trasgueo, me azotar;n de nuevo. Estuvo puesta a prueba dura".
Inga se sent;a feliz debido a estos pensamientos. Y tambi;n se sent;a feliz, porque un mundo nuevo se descubr;a delante de ella, el mundo que antes no estaba conocido, sin embargo, de hecho ;l era con ella siempre.
-Oye, due;o. ;Pues, soy una moza anormal? ;Una masoquista?
-;Es que t; has olvidado la lecci;n? Puedes ser la m;s hermosa, s;lo estando tal, c;mo t; eres de hecho.
-Lo recuerdo, sin embargo, es dif;cil de creer.
-Te acostumbrar;s.
-Vale, vale - Inga pens;. -Aunque t; me desuellas, yo te violar; de todos modos. Con estos pensamientos ella se durmi; por poco tiempo.
El so;ar con duraci;n corta restableci; sus fuerzas pronto. Inga era feliz. Ella se acord;, con cu;l decepci;n y enojo se hab;a despertado ayer ma;ana, y entonces hab;a lamentado despertarse. Completamente de otra manera parec;a ahora al mundo que se encontr; mucho m;s grande y m;s hermoso. Limitando su movimiento en el espacio, el desconocido misterioso, incluso que no sab;a su nombre hasta ahora, pero ;l ha abierto delante de ella la libertad m;s mucho inmensamente, como si un nuevo pa;s, enorme y feliz, que ahora ella va a examinar, a caminar, disfrutando, a lo largo de su alamedas anchas, hermosas c;mo en el para;so sin desde;ar de expiar esto a veces, con el dolor, los gritos y las l;grimas. El juego val;a la pena.
Cuando encendieron una hoguera a hacer la comida, el secuestrador enigm;tico, y ahora deseado, se dirigi; a Inga:
-Debo prevenirte con anticipaci;n. Cuando regresar;s a la ciudad, entonces no lo reconocer;s si avanzas suficiente en el camino a la perfecci;n. Regresando al mundo, donde antes estaba siempre, comprender;s que ;l es una c;rcel, y sentir;s odio a ;l. T; tendr;s muchas ganas de hacer los desprop;sitos extravagantes, y si yo puedo expresarme as;, t; violar;s las reglas de la t;cnica de seguridad de la guerra contra la sociedad. Entonces la sociedad te romper; y har; volver en su establo. As; en mi primera juventud yo perd;a a los amigos varias veces. Estando se contagiado de mi ;nimo revoltoso, ellos hac;an las chiquilladas y se buscaban sinsabores: algunos de ellos estaban enviados en el manicomio, gracias a sus padres, algunos estaban detenidos. Despu;s de recuperarse desde las contrariedades que no eran demasiado peque;as, ellos declaraban a m; que ahora "maduraron", "sentaron la cabeza" y ahora no van a "jugar a la infancia". Ellos han tomado odio a m;, creyendo que yo soy una causa de las desgracias que hab;an pasado con ellos. Ellos no regresaban nunca al Camino, al menos, en esta vida. Ahora se debilitan, uno del aguardiente, otro desde la enfermedad, porque toc; a alguna parte de su conciencia qu; precisamente ellos hab;an perdido. No quiero que esto ocurra contigo.
A cause de eso quiero capacitarte. Todos los estudios que pratic;bamos no es una de mis salidas. T; tendr;s que regresar a la sociedad, de qu; no eres m;s. Ahora estar;s en cu;l c;mo una exploradora en detr;s de las l;neas enemigas. Tendr;s que convertirse en una actriz, es decir, a jugar otro papel. Esto no es dif;cil, pero m;s dif;cil durante de esto no olvidar que todo esto no es que un papel. Sin embargo, esta careta no debe convertirse en tuya cara. Por eso, desde el principio evite de estar en la sociedad mucho tiempo, incluso entre las amigas. Bien ellas notar;n algo, bien t; comenzar;s a regresar a nivel antiguo. No es un camino atr;s. Has adquirido los conocimientos y ahora no puedes hacer volver tuya ignorancia de la antigua, estos conocimientos est;n contigo. Sin embargo, una parada es posible en el camino y tal parada hace infeliz a cualquier persona y es capaz de ponerla a las enfermedades graves o a las casualidades fatales.
Tambi;n, debes aprender a leer los pensamientos de los presentes. Esto no es tal cosa dif;cil, c;mo parece a primera vista. Memoriza: una expresi;n determinada de la cara corresponde a cada pensamiento. Aquellos que tienen una gran experiencia de la vida, saben usar de eso. Adem;s de esto, hay una capacidad m;stica a leer los pensamientos que puede estar desarrollada, usando la meditaci;n.
Debes aprender a convertirse en estable al fr;o. Vives al pa;s fr;o y en caso de pasar a la clandestinidad es m;s preferentemente a escaparse a la naturaleza, incluso en el invierno. Las granes capacidades de tolerancia al fr;o son fundadas en cada persona, pero es raramente si alguno entrenarlas.
-;Por qu; escaparme? Si no cometo ni los robos, ni los asesinatos.
-;Crees que todos estos que fueron fusilados y baqueteados en los campos de concentraci;n a la ;poca de Stalin que ellos estaban expoliadores y asesinos? All; hubo una gran cantidad de los pasotes que trataban con la reprobaci;n a la gente que estaba perseguida por el poder del Estado, pero al cabo de varios meses ellos mismos se encontraban en el lugar de ellos. Y si sin esperar, cuando comience su fatal d;a, ocurrir;a un pensamiento a las cabezas de algunos de ellos, a irse en la naturaleza y as; vivir todo el a;o, aunque su destino sea duro, sin embargo, bien mejor que ;l mismo de los presos del gulag. Si hoy llevarte bien con este Estado, pero la situaci;n puede cambiar para mal durante varias semanas, aunque de momento ella cambia al buen lado. Si un sistema totalitario funciona entrando en vigor completamente, incluso tuyo andar o la expresi;n de la cara que no gustara a un vecino borracho y a su compa;ero de juerga de KGB, s;lo estas cosas pueden ser una cause de tuya perdici;n.
-Oh, eso es todo! ;Me has secuestrado solamente para que me salve de las represiones posibles del totalitarismo? ;Qu; ser;, si resultar; una alumna sin talento? ;Si me ir; del Camino a sabiendas y vivir; como todas las personas normales?
-Ser; malo solamente para ti. Y a pesar de todos, los recuerdos agradables de ti se quedar;n. Solamente quiero simultanear las cosas agradables con ellas que son provechosas. Bien, las provechosas cosas caer;n, sino la memoria buena quedar; a pesar de todo. El moro habr; hecho su trabajo y entonces ser; como Dios decidir;.
-;Es posible que t; seas un creyente?
-No creo, sino s; que DIOS EXISTE. Una casualidad, es decir, una reacci;n qu;mica no pod;a engendrar la vida y construir el c;digo gen;tico. La vida estaba creada por una Vida Suprema que no ha ninguna causa.
-;Vas t; a la iglesia? ;Confiesas tus man;as sexuales?
-Primeramente: la regla a confesarse no existe en cada iglesia. En segundo lugar: A la iglesia la misma muchedumbre va que hab;a crucificado Cristo. Todo el texto del Evangelio es dirigido contra la sociedad, sin embargo, la sociedad ha puesto todo patas arriba. El cristianismo era perseguido en los primeros siglos. Y s;bitamente ;l se ha convertido as; que satisficiera todos. No es casualmente. Hab;a una necesidad del tiempo durante los siglos, para transformar la confianza verdadera en su contraposici;n. La inquisici;n es un embri;n del totalitarismo. Y la oposici;n al totalitarismo existe una sola: esto es el cristianismo verdadero.
-;Es que el cristianismo no prohibe el sexo, especialmente este que es extraordinario?
-Nosotros a;n somos ni;os, aqu; y jugamos en los juegos de ni;o. Aunque tengo m;s conocimientos que t; tienes, sin embargo, a;n no me he convertido en un buddha, es decir, qui;n ha alcanzado el Samadhi. Cuando nosotros alcanzamos, estos juegos cesar;n de interesarnos. Un ni;o puede interesarse por el juego a tic-tac-toe, pero un adulto no lo puede. Aqu; es donde aprieta el zapato que en el sexo una gran energ;a est; concentrada. ;En сu;l caso es el m;s probablemente que un perro se desprenda de la cadena? Un hombre ajeno que ha invadido en su ;rea, estar;a solamente en segundo lugar, pero en primer lugar ser;a otro perro. Por supuesto, si la energ;a sexual de un hombre no es devastador para ;l mismo o para los otros, pero con esto ;l reniega de sus inclinaciones para algunos bienes en futuro y especialmente, si eso para lo que la sociedad no le repruebe, entonces ;l es lamentable y miserable no menos de un cobarde que se escape cuando atacan su pareja. En este ;ltimo caso ;l tiene un derecho moral de matarles que atacaron, si no puede hacerles a renunciar de la agresi;n en otras maneras. La sociedad hace una persona lamentable y miserable, usando instalaci;n las barreras en parte sexual de la vida que es la m;s saturada de la energ;a, entonces ahora ella puede manipular con ;l y utilizarle en las guerras criminales y en otros prop;sitos abominables.
-;No tienes miedo de equivocarte y de caer en el infierno?
-El para;so y el infierno son estados del alma, no son espacios geogr;ficos. Incluso, si es predestinado a equivocarse, entonces est; mejor expiar propios pecados que ajenos. Si delante de ti dos males inevitables son, puedes esforzarte de elegir el menor. Mejor si cometo un asesinato, cuando caminamos en la ciudad y reba;o de las idiotas nos ataca que yo lo cometa durante una guerra sospechosa que est; desencadenada por delincuentes que son alto funcionarios.
Sin embargo, repito, tienes que aprender muchas cosas. Fingiendo algo, quedar tu misma. Leer los pensamientos de los otros, sin revelar los tuyos, escaparse en condiciones del fr;o, ser capaz pasar as; que ninguno no note y no escuche, saber los modos de la neutralizaci;n de los enemigos que son fuertes en cualquier sentido, especialmente, saber encontrar sus lados d;biles. A veces, cosas inofensivas suficiente, sino en las manos competentes ellas pueden encontrarse un arma terrible.
;Qu; hace un hombre ordinario, si alguien intenta de hollar su propio inter;s? Si ;l hace un intento de resistir, entonces es t;picamente que act;a sin saber, sufra una derrota y cede manch;ndose. La falta t;pica: ;l intenta de fundar un grupo de oposici;n, es decir, de crear una sociedad, pero la sociedad es una hidra que est; con multitud de las cabezas, est;pida y torpe. Ella es capaz de vencer solamente si hay un jefe genial y previsto la obediencia absoluta, pero en los casos parecidas hay much;sima de los chivatos y no es ninguna organizaci;n racional. Un saboteador, estando ense;ado muy bien, es capaz de hacer m;s que un reba;o de un centenar de personas.
-;Y por qu; tal hombres todopoderosos y solos no est;n usados a la guerra?
-;Y d;nde encontrarlos y cu;nto costar a ense;arlos? Y lo m;s importante: ;Y si estando ense;ado, ;l comenzar; a actuar contra aquellos que le ense;aban?
-;Y si estando ense;ado, comenzar; a actuar contra ti?
-Primeramente, ya has conocido el gusto de la libertad verdadera y actuar contra m; es lo mismo que act;es contra ti misma. Aunque, en nuestra zona es costumbre a da;ar a todos, incluso a uno mismo. Incluso, hay un proverbio: "Dejar morirse mi vaca, lo principal es que no para la vaca del vecino", sin embargo, todos estos son tonter;as. Reitero de nuevo: me consolar; con eso que he obtenido de ti. Y entonces, c;mo es cantado en una canci;n: "No ver; ti nunca jam;s y yo no olvidar; ti nunca jam;s". Segundo, acerca de hacerme da;o: al principio, prueba encontrarme. ;Es que crees que voy a estar aqu; diez a;os contigo?
-;Y si la polic;a ti encontrar;?
-Ellos tienen la posibilidad encontrarme no m;s que t; tienes y si ser;s una alumna excelente, entonces alguna probabilidad que ellos tienen menos. No disputo, ellos encontrar;n el lugar del m;o, as; llamado, registro, pero eso no contestar; a ellos a la pregunta, D;NDE ESTOY. Eso es, nena! - Jugando, ;l dio un cale a ella al punto donde la fusta caminaba recientemente. Inga frunci; debido al dolor.
-A prop;sito, hoy no te recomiendo a bribonear m;s, porque castigar; en este caso al mismo punto de nuevo. Esto m;s duele, pero no es perjudicial y ni es peligroso, realmente no podr;s sentarte durante dos d;as en absoluto.
Teniendo el horror, Inga se imagin; tal perspectiva y para sus adentros decidi; hoy no irritar m;s su instructor severo.
En este d;a ellos practicaban mucho, ;l la ense;aba a caminar en el bosque sordamente, indicaba sus faltas.
-Apenas comienzas, - el secuestrador dec;a, - y de momento demostrar;, donde tuyo error es, pero despu;s castigar; m;s tarde. S; conscientes: en la vida real tal error puede estar fatal.
A pesar de todo, ;l daba a ella una varilla varias veces, cuando ella no adivinaba sus intenciones, eso era un ejercicio de leer los pensamientos. En el mismo d;a ;l se puso a introducirla, como ;l mismo dijo, en la m;s pr;ctica parte de las matem;ticas en la vida, especialmente en la vida agitada, en decir, en teor;a de la probabilidad. Antes del atardecer ella ha confesado:
-No puedo evitarlo, quiero contigo. Pero has prohibido, diciendo que as; ser; mejor para los dos.
-De hecho es as;. Si no quieres creer, no cree, sino debes obedecerme y es mejor si no probar a oponerte contra m;, a pesar de todo no vencer;s.
-Pero no podr; dormir.
-Fr;tarte con la crema contra los mosquitos, c;mo siempre haces ante sue;o, y posa en Vajrasana, sentando sobre sus talones. Esfu;rzate no pensar nada durante tres minutos.
Al principio Inga se puso de rodillas, entonces apart; los talones y se sent; sobre ellos. El secuestrador silb; con l;tigo varias veces en el aire por advertencia, diciendo:
-;Digo a ti, no piensa!
Tres minutos pas;.
-Ahora ve a la Virasana.
Inga apart; las plantas, sin apartar las rodillas, se sent; sobre la tierra. Ya ella sab;a hacerlo. Tres minutos pas; de nuevo.
-Ahora t;mbate boca arriba, casi tuviste ;xito el otro d;a. ;Excelente! ;Por fin! Y ahora olvida todos, conc;ntrarte en el plexo solar, es decir, en el chakra Manipura (la denominaci;n es de India - nota del autor).
Al principio, las sensaciones en las piernas estaban desagradables, pero dentro de dos minutos cesaban. Tambi;n, por fuerza ella tuvo que acordarse que hoy estaba azotado duro. De nuevo tres veces ;l adivinaba que ella olvidaba acerca de la concentraci;n y silbaba con el l;tigo en el aire amenazadormente.
-;Lev;ntate! Ahora intenta sentarte a la Siddhasana.
;Result;! Hoy el d;a era bien acertado, excepto por una prueba dura que la chica traviesa misma buscaba la ma;ana. Estaba un poco duele a sentarse. Dentro de cinco minutos ella cambi; las piernas, conforme a su orden.
-Y ahora ve tus necesidades, ponte y du;rmete en la postura de muerto (Shav;sana).
Inga hizo todo como se debe: se tumb; boca arriba, se relaj;, imaginando que, estando desnuda, entra en un lago limpio que est; cercado con alrededores pintorescos y todas las partes de su cuerpo que est;n debajo del agua, se debilitan y se disuelven. Se durmi; muy pronto. So;; que alturas alarmantes de d;nde pod;a caer. Estando de pie en estas alturas, ella deb;a arrojar abajo piedras suficientemente grandes, pero antes de eso deb;a mecer ellas en las manos. Esto alegraba much;simo a ella. La alegr;a estaba confundida con el horror debido a la posibilidad de caer de la cornisa tal estrecha. El sue;o continuo no estaba m;s posible con estas emociones agitadas y ella se ha despertado.
No estaba nadie junto a ella. Inga adivino que su instructor est; al lado de la hoguera afuera. ;l estaba muy sensible al despertar de ella y de acuerdo del "C;digo de cautiva" ella ten;a que informar que se despert;, para evitar un castigo severo. Ella inform; y pidi; permiso a salir de la tienda de campa;a. ;l permiti;.
Los colores irrepetibles de la noche acabada de junio, las sensaciones irrepetibles se abrieron ante de ella. El fresco cari;oso y la calma del bosque que todav;a no se despert;, todo esto intensificaba la impresi;n. Se quer;a algo m;s.
-Yo no o;a jam;s, como cantas.
-No tendr; ;xito.
-Para aprender a nadar, - ;l dec;a lentamente, casi en voz muy baja, - hay que entrar al agua. Aprender a nadar te;ricamente es imposible. A cantar es tambi;n. Voy a ayudarte. Voy a comenzar y ;nete gradualmente.
;Ay, no en vano Inga comparaba ;l con Vysotsky! "Cuando el agua del diluvio universal..." (en ruso: Когда вода всемирного потопа...) el mentor comenz;, copiando expertamente al genio de canciones qui;n se ha ido para siempre no hace mucho tiempo. Esto canto aproxim; Inga a cierta barrera de la felicidad que la superando, es posible irrumpir en llanto debido a la felicidad. Cuando se llegaban hasta el estribillo, conteniendo las l;grimas de la alegr;a a duras penas, ella se ha puesto a entonar y parec;a que ella pon;a toda su alma en esta canci;n.
-Я поля-а влюбленным постелю-у, пусть поют во сне и наяву-у... (Yo har; los campos (en vez de la cama) para enamorados. Dejar cantar a ellos en un sue;o y despertando... - del ruso)
Ella cant; el estribillo hasta el fin y no reconoci; su propia voz. Esta voz de muchacha, la voz bella y alta y fuerte a la vez que incluso ha ahogado un poco su compa;ero del d;o que estaba formado fortuitamente, esta voz ha expresado todos los sentimientos: y los que estaban en el sentido de las palabras, y aquellos que es imposible expresar en palabras, y los que el compositor genial sent;a, y aquellos sentimientos que se han arrancado del paisaje maravilloso de la noche, ellos han irrumpido en su alma a trav;s de una puerta que antes estaba prohibida y cerrada, pero ahora est; abierto de par en par, para llevar la contraria a la sociedad. Y estos sentimientos han irrumpido no como perturbadores, sino como sus amigos bienvenidos que su alma hermosa tan anhelaba ellos, su alma que se consum;a tal largo tiempo, estando encerrada. Poniendo toda su propia esencia en la canci;n, Inga simplemente no pod;a falsear incluso sola nota, y usando soplos del mentor, porque ella no sab;a todas las palabras, cant; enteramente esta canci;n admirable.
-;Est;s feliz? - ;l sab;a que tal pregunta es superfluo, todo estaba visto sin preguntar. Las l;grimas de la felicidad corr;an por mejillas de la moza.
-S;, - Inga contest; en voz muy baja y apasionada.
-Pero f;jese, no hac;amos nada contigo, s;lo cant;bamos.
Y ahora compara: una felicidad debido al renunciamiento, una felicidad debido al dolor o una felicidad debido a la voluptuosidad, o una felicidad debido a la canci;n hermosa o a la poes;a - todas estas cosas son como las pinturas: una de un color, otra - del otro, y es est;pido a disputar cu;l color es mejor, aunque la muchedumbre tonta prueba a separar la felicidad en una limpia y una inmunda. ;sa no es una idea nueva. Esta separaci;n en limpio e inmundo estaba desmentido por el Tantra ya hace cinco mil a;os. El Nuevo Testamento desmiente esta separaci;n tambi;n. Cuando quieres llorar debido a la felicidad, esto es el estado del amor, y no tiene importancia qu; lo provoc;. En estos momentos nos aproximamos al don divino y nos convertimos en feliz realmente.
Sin embargo, para comenzar, para entrar en el estado del amor necesitamos una puerta. Esta puerta puede ser t;, esta puerta puede ser una canci;n, esta puerta puede ser la noche encantadora como aqu;. Atribuimos nuestra felicidad con objetos, como si todo dependa de las circunstancias exteriores que entregan estos objetos a nosotros, preferimos los objetos humanos y que ellos correspondan. Es nuestra infancia espiritual. Cuando nos convertiremos en personas maduras espiritualmente, entonces sentiremos, pero en teor;a ya yo lo s; ahora, podemos estar en el estado del amor, ser feliz, aproximarse a cosas divinas m;ximamente y todo esto sin algunos objetos, s;lo el propio "yo" es suficiente.
Eres feliz, cuando est;s en el estado del amor, y no importa, la acci;n rec;proca tiene lugar o no. T; no eres feliz, cuando este estado se aleja, incluso si en este momento estar;as de pie en el escenario y los admiradores fan;ticos lanzar;an las flores a ti. Alejandro Magno y Napole;n conquistaban el mundo. Ten;an miedo de ellos, saludaban ellos, palmeaban a ellos. Pero ellos mismos se sent;an desafortunados. Presta atenci;n: aquellos que incluso conquistaban el mundo, se sent;an desafortunados. Y todo eso porque ellos no pod;an amar, ellos estaban capaz s;lo de conquistar.
"Потому что если не любил,Значит ты не жил и не дышал" (porque si no amabas, significa que no viv;as y no respirabas - de la canci;n de Vysotsky en ruso.), - de esa manera, en conclusi;n su mentor ha cantado el rengl;n ;ltimo de la canci;n que ellos cantaban hace poco, despu;s propuso:
-;Vamos a cantar una vez m;s!
-;Vamos! ;Qu; cantaremos?
El mentor enton; una canci;n de Marcos Bern;s que estaba ya anciana "Cuando dejar;s de querer". Inga acompa;aba, cantando con af;n, de todo coraz;n tambi;n. Despu;s de t;rmino de la canci;n, ;l mir; a ella a la cara y explic; expresivamente:
-Estas dos canciones que hoy hemos cantado, contienen las respuestas, si no a todas las preguntas, sino a muy muchas preguntas. ;Por supuesto, o;as las antes?
-S;.
-;Y no notaste de nada? Lo s;. Sin embargo, Chatsky no not; un rengl;n en el Evangelio y fue a echar las perlas delante de los puercos. Eso es, nena, aprende de los errores. Si yo no tendr; que castigarte por las lecciones olvidadas que aprend;as durante el ;ltimo d;a, ;sabes que lo significar;? Eso significar; que durante el ;ltimo d;a has recibido tantos muchos conocimientos que la mayor;a de la gente se perd;an de recibirlo durante toda la vida. Ahora sabes lo que la mayor;a de la gente no han sabido hasta la novena d;cada de a;os de sus vidas.
-Tal vez, pero ahora no me importa, porque quiero contigo, - diciendo estas palabras, ella apret; a su mentor y se clav; con los labios, besando. ;l devolvi; el beso y la abraz; tambi;n.
-Quiero contigo tambi;n, no menos grado. Inga ve;a, sintiendo a trav;s de la ropa que ;l no minti;.
-M;s a;n, si tanto cosa tiene lugar en una ciudad, me aprovechar;a de tuya accesibilidad para que nuestro contacto no interrumpa, sin embargo, ac; tengo del tiempo.
-Hoy te me admirabas que yo recib;a los suplicios por el amor, donde me has azotado as; que duele a sentarse. Sospecho que necesites m;s de mi dolor, de mis sufrimientos.
-Necesito que el estado del amor aumente hasta un l;mite en ti y que s;lo en este estado t; entregues a m;. Cuanto m;s del amor tienes, tanto m;s del dolor aguantas. Tu voluntad de pasar las pruebas por amor mostrar; la fuerza y la profundidad de tus sentimientos. Hoy, cuando consientes sin rechistar a recibir los setenta y cinco l;tigos, he aprendido que la semilla de tu amor ha dado la fruta fuerte y viable. Solamente necesitamos dejarlo madurar.
-;Por qu; no muestras la fuerza de tu amor, pasando a trav;s del dolor? Aqu; dejar sufrir junto conmigo.
-Por desgracia, lo que para ti es una tortura, pero para m; es un juguete. Para impresionarme igual como aquella azotaina por la evasi;n ha impresionado a ti, ser;a necesario someterme a una ejecuci;n dolorosa. Las fuerzas no son iguales. ;Quieres probar? Recientemente la luna nueva ten;a lugar. Antes de octavo d;a de la luna, yo lo s;, es ;til a quemar un punto a la pierna. No s; hacerlo conforme a todas las reglas, sino a veces me quemo este punto con el cigarrillo ordinario.
;l se quit; los pantalones y se sent; sobre el tronco del ;rbol ca;do, sentados donde, ellos com;an y conversaban a menudo. Entonces sacaba un bol;, cubri; su rodilla por la palma, traz; una l;nea horizontal sobre la pierna de la punta del dedo coraz;n, despu;s de eso una l;nea vertical qu; era una continuaci;n del dedo me;ique. Despu;s de todo eso encendi; un cigarrillo, usando una varita fina de la hoguera, y cuando el cigarrillo se encendi;, aproxim; gradualmente, despu;s apret; muy pegado contra el punto de la intersecci;n de las l;neas. Inga oli; el olor a quemado, pero su interlocutor extra;o aun no se movi; un poco.
-Y qu;, pru;balo. Que sea m;s una prueba de mi amor.
-Le da pereza a atarte.
-Vamos que me tumbe en la planta, me eche de espalda, las manos ponga atr;s de espalda para juntarles. Que yo eche las piernas sobre el rollo. Que t; te sientes sobre m;, m;s arriba que las rodillas, retendr;s mi pierna con una mano para quemarme usando tuya otra mano.
-Y esa es la idea. Pon tuya palma sobre la rodilla, - ;l la ayud; a poner justo la mano, dibuj; una cruz que marcaba el punto necesario, as; c;mo en s; misma rodilla.
-;Al suelo, moza!
-;Oh, estoy tan asustada! - tumb;ndose, Inga se lament;, - yo misma me lo he buscado. Ella continuaba lamentar algo en voz muy baja. De s;bito su chillido fuerte interrumpi; estas lamentaciones. A lo lejos los arbustos han dado un chasquido fuerte. Algo grande como si quebrara el bosque, alej;ndose pronto con el crujido.
-Un jabal; pobre ;c;mo yo lo has asustaba!
Inga sonri; en respuesta.
-Creo, ;l es lo m;s infeliz entre tres nosotros, aunque no estaba quemado.
-;Y qu; son impresiones?
-El dolor del l;tigo es penoso, el muy fatiga, pero del cigarrillo ;l es tal explosivo, penetrante. Sin embargo, tal quemadura es mejor que una azotaina duradera.
-A menudo mejor no hacerlo, sino muchas cicatrizes ser;n al cuerpo.
-A pesar de todo te quiero.
-Te quiero tambi;n.
-Si yo no quiero dormir, yo te importunar;a y provocar;a a m; misma cien l;tigos.
Solamente ahora ;l sinti; que quiere dormir tambi;n. El amanecer aproximaba. En la tienda de campa;a ;l vend; la quemadura a ella, entonces a ;l mismo. Al poco tiempo ellos se han dormido.

Cap;tulo 7.

El d;a siguiente pas; como de costumbre, con el rito matutino, con los estudios, con el t; y los conversaciones largos en torno a la fogata. El sue;o de noche no estaba interrumpido en ambos. Sin embargo, el viernes Inga estaba zurrada cruelmente, como nunca antes. Como dos d;as hasta eso, la chica estando pose;do de la pasi;n a su mentor severo, ella ha provocado al castigo tan duro deliberadamente. Y eso ocurri; de tal manera. Durante la azotaina conforme al rito matutino con el cable, despu;s de cinco l;tigos ella separ; las manos deliberadamente y corri; con los brazos abiertos a su verdugo, haciendo una declaraci;n amorosa. ;l se abraz; con ella pero no consinti; sus pretensiones. Ahora ella estaba amenazada treinta l;tigos en vez de quince, pero ella consideraba que este no es suficiente. Cuando ;l exigi; a cesar de jugar y a tomar la posici;n de nuevo, ella no lo obedeci; por primera vez y comenz; a escapar desde le por el bosque, riendo. ;l ten;a que corretear mucho antes que la atrap;. Estando cogida, ella dio un guantazo a ;l, rompi; en carcajadas y se precipit; a escapar de nuevo. Entonces ;l torci; el brazo a ella, teniendo la mano atr;s hasta la nuca, tan alto como ella dio un chillido del dolor. Eso soseg; a ella un poco.
-Mira, una chica mala, ahora vas a roer y comer el suelo, - su torturador dijo con la entonaci;n severa, pero sonriendo.
La chica se convirti; en toda roja del dolor en la mano y no re;a m;s. Y as; ;l llevaba a ella, obligando la a inclinarse a tal grado que la cabeza estaba m;s baja que el culo desnudo y decorado por verdugones recientes. Llevando a ella a un ;rbol ca;do cerca de la tienda de campa;a, ;l la tir; de los pelos y de las orejas, con dolor, pero con precauci;n, temiendo perjudicar a ella.
-Est; el rabo por desollar.
Inga estaba de pie delante de ;l, estando encendida, las l;grimas corr;an sobre las ambas mejillas.
-Te quiero, a pesar de todo. Estoy dispuesta de pasar a trav;s de las pruebas que has preparado para m;. Zurra m;, sin l;stima.
-As; dices ahora ;pero qu; cantar;s cuando zurrar;?
-No prestes atenci;n a lo que est; dicho en el tormento. Mejor escucha lo que digo ahora y dir; en futuro. Cuando primera vez recibi; una jabonadura de ti, muy fuertemente, yo clamaba a la piedad, a la compasi;n, estaba dispuesta a todo para ti con s;lo que evitar el dolor. Pero ahora no tengas l;stima de m;. Quiero de tu amor cruel. Chillar;, implorar; compasi;n, pero no tengas l;stima, disfruta de mis gritos y gemidos, de mis l;grimas. Gritar;, pero azota me a pesar de todo, con dolor, hasta la sangre. Te amar; m;s.
La chica cay; de rodillas y empez; a besar sus piernas peludas.
-Lev;ntate, Inga, - por primera vez ;l la llam; por su nombre. Ella not; que ;l estaba conmovido, incluso sus ojos se arrasaron un poco. -Pero eres mi sue;o. ;Tu amor es hermoso! ;Y te has convertido en hermosa! !Ahora que no est;s muerto m;s! ;Te has despertado! Est;s despertada del sue;o eterno que todos tuyos conocidos a;n duermen. Mi amiga hermosa, amiga hermosa del bosque, ;la misma hermosa como toda la naturaleza, eres hermosa c;mo la misma vida, c;mo el amor! ;Est;s dispuesta a la prueba? Voy a satisfacer tu petici;n, mi hermanita en el esp;ritu. Lleva las cuerdas, voy a atarte con este ;rbol, - ;l se;al; con dedo al ;rbol que estaba tumbado sobre el suelo. - ;Te llevar; a trav;s de las profundidades infernales a las alturas del para;so! - Su verdugo que ha convertido en suspirado ahora, as; entusi;sticamente ;l ha terminado su pasaje.
Inga llev; las cuerdas y tendi; las a ;l.
-T;mbate, qu; chica temeraria eres. Inga se tumb;, como si se lanz; en un abismo. En su alma le miedo se confund;a con la ;xtasis. Sonriendo picaramente, ella dijo alargando, c;mo ha cantado:
-;Oh, ahora qu; jab;n me va a pasar!
-Espera un poco. ;Tal gozada va a venir!
;l la ataba largamente y con la diligencia. El l;tigo empez; a silbar rudamente y sin piedad, sin detenci;n. Ya la chica gem;a un poco y lloriqueaba.
-Ya est; quince. Antes esto fuera el fin, pero ahora est; s;lo el comienzo.
Pasando quincuag;simo l;tigo ya ella gritaba las lamentaciones tambi;n como a;n en la infancia, cuando la madre azotaba a ella con la comba. Los gritos se reforzaban siempre. Entonces ella sinti; que su culo, ;l s;lo lo azotaba, como si se entorpeciera, y el dolor no estaba m;s tal fuerte. Ya varias salpicaduras peque;as de la sangre brillaban en la hierba. Sollozando y lanzando gritos, Inga sinti; una onda caliente y agradable se derramaba dentro de ella. La m;s conveniente palabra a este estado habr;a sido el "goce". Ella ten;a un orgasmo... Entonces el dolor intolerable ten;a lugar de nuevo. De nuevo lanzaba gritos y de nuevo... el "goce". Ten;a un orgasmo por segunda vez. Varios silbos m;s ten;an lugar que desgarraban su carne.
-Ahora realmente est;s azotada como una cabra. ;Eres t; feliz?
-S;, - Inga intent; sonre;r, pero estaba temblando. - ;Cu;nto me has dado?
-Ciento cincuenta, pero a;n no es el fin.
-;Pero no podr; mover!
-;Es que alguien dijo que te azotar; m;s?
-;Pero qu; vas a hacer conmigo? ;A quemar?
-No, moza traviesa, sino a ti salar, - ;l sonri;.
De repente el sentido de sus palabras ha tocado la conciencia. Se asust; y no en vano. Su verdugo sac; una palma de la sal mojada entonces empez; a frotarlo sobre los puntos azotados.
-;Ay! ;Ay! ;Ay! ;Ay! ;Qu; haces! S-s-s, - ella se esforzaba, enrojec;a, finalmente emiti; un sollozo, sin aguantar. ;l empez; a desatar las cuerdas.
-;Puedo ir al r;o?
-Puedes.
Inga lleg; hasta la orilla, entr; en el agua, intent; quitar la sal con la mano y lanz; un grito. Entonces estaba de pie en el agua durante cinco minutos. Ya la corriente pod;a lavar la sal. Cohe; detr;s, de paso se olvid;, se sent; sobre un toc;n, en seguida se puso en pie, dando un chillido. Su verdugo engraso con precauci;n los verdugones con la pomada de sintomitsina que sac; del botiqu;n. Esta vez Inga estaba azotada con todas las reglas cl;sicas: dolorosamente a tocar, hasta la sangre, labrando con la sal despu;s de eso. Estaba terriblemente a mirar su culo. ;l se hinch;, los verdugones purp;reos y cian;ticos sangraban un poco a trechos.
-Pon el ch;ndal, no pongas el ba;ador, porque puede penetrar.
Sonriendo, Inga pregunt;:
-;Hoy estoy azotada como se debe, como la cabra de Sidorov? ;En serio? (драть, как сидорову козу=zurrar como la cabra de Sidorov - este dicho ruso existe durante varios siglos, aunque no conoce nadie, quien es este Sidorov - la nota del autor)
-En efecto, mi cabrita travieso.
-;Es esta prueba ;ltima?
-Queda uno m;s. Pero necesitas descansar varios d;as, dejar que se cure. Se curar;, y te convertir;s en m;s linda. Ya tiene el culo es atractivo, abombado. Si en la ni;ez estabas azotada m;s frecuentemente, ser, las palabras un o una no se usan con las profesiones o los papeles. Sin embargo, se usan cuando hay un adjetivo o una frase que describe la profesi;n, por ej.: Soy profesora, pero Soy una profesora excelente." class="ver"seas una reina de belleza en absoluto. Pero no te aflijas, te quiero a pesar de todo.
-;Y vas a azotarme sobre el culo de nuevo?
-No, mucho y regularmente en todo el cuerpo, excepto la cara y los senos.
-Tienes raz;n. Deber;amos probar todas las cosas. ;Y qu; ser;, si me porto mal antes que se cure?
En respuesta, ;l dio un cale sonoro a ella sobre el punto que estaba morboso ahora.
-;Ay! - la chica dio un grito alto y alargando, echando atr;s la cabeza. -;Mmm, c;mo duele! S-ss.
-;Ya quieres portarte mal?
-Por supuesto que no.
;l dio un cale a ella en segunda vez, sonoramente tambi;n. La ni;a empez; a chillar, se inclin;, se acuclill;, se enrojeci;.
-;Ahora quieres que yo d; un l;tigo con el cable?
-;No debes! Tengo miedo. -;Ser;s como una malva? -S;. Como una malva. Por favor, ma;ana no me azote m;s sobre las nalgas.
-Si te portas bien, azotar; sobre los otros puntos.
Inga comprendi; que no tiene que travesear m;s, al menos durante varios d;as.
-Ahora descansa. Hoy faltamos a los ejercicios.
Este d;a, varias veces m;s, durante una conversaci;n, bromeando, ;l la palmeteaba que provocaba cada vez los gritos del sufrimiento y de la protesta. Ella no pod;a sentarse en absoluto. Pero cada recordatorio, c;mo duro ella est; azotada, causaba a ella la sensaci;n de felicidad, como este d;a, as; y al d;a siguiente. Ella ha consentido interiormente que pod;a ser feliz realmente s;lo aqu;, junto con este desconocido misterioso que conten;a, se parec;a, cosas incompatibles en su alma, las se;ales de un tipo duro que se vest;a c;mo un vagabundo, del inquisitor refinado, del fil;sofo y del poeta a la vez.
La semana que viene Inga ha buscado a estos "suplicios por el amor" de nuevo, despu;s de lo todo el cuerpo estaba azotado regularmente, incluso las manos. No hay de orgasmos, porque el l;tigo azotaba cada vez un punto inviolado, no se entorpec;a nada y no perd;a la sensibilidad. El dolor estaba penetrante, hab;a suficiente de los gritos, de las l;grimas y de las lamentaciones. Como ;l promet;a, s;lo la cara y los senos quedaban sin azotar. Tambi;n hab;a ciento cincuenta l;tigos, pero despu;s de eso no dol;a nada. De inmediato ya se encontr; sin atar, su pasi;n excitada por el juego cruel, c;mo ;l lo nombraba, el juego a las "chillas, saltos y combas", esta pasi;n alcanz; su punto m;ximo. Su compa;ero del juego estaba excitado tambi;n. Inga estaba segura que ;l iba a cumplir la palabra, y ella no se equivocaba.
Estando desatada, de una vez ella tom; la pose de hembra sitibunda, donde so;aba entregarse a ;l ya la semana pasada. Esta vez ella no ten;a que le persuadir. ;l la penetr; suavemente y profundamente. Inga aullaba debido al placer al ritmo de sus empujones. Se parec;a a ella que todo el bosque, incluso toda la tierra, oscilaban con los dos ellos junto. Todo ha cambiado alrededor. En la vista ambienta no importa cual detalle que no significaba nada, sino ahora lo recib;a una gran significaci;n, la significaci;n del triunfo de la vida y del amor. Cualquier bagatela, dejar lo sea una hoja del arce estaba colgada que atrajo la atenci;n casualmente, alg;n sonido forestal o incluso un olor, en un futuro lejano, estando extra;do de la reserva de la memoria, este "bagatela" empezar; a brillar una luz fuerte, iluminando y decorando la monoton;a diaria y gris, y entonces cada del dos podr;, aunque sin las pruebas, pero sin alguna duda y con seguridad, a contestar la pregunta por el sentido de la vida a cada pesimista o a cada esc;ptico que el sentido de la vida es el amor. Y en este momento cada tal "bagatela" era una nota que bien se conciliaba con la gran sinfon;a del triunfo de la vida y del amor. Los dos, estando tropinarios por los acordes finales de ;sta sinfon;a, durante varios minutos no pod;an despasmarse, hel;ndose en la pose que ellos han finalizado.
Al fin Inga se puso en pie, se volvi; de cara a ;l. Ellos se clavaban uno a otro en el beso y no pod;an separarse largo tiempo. En ataques de la pasi;n pellizcaban uno a otro hasta los moretones en la espalda, sin sentirlo.
-Vamos a descansar un poco, entonces a continuar - la chica propon;a la primera.
;l consinti; y los dos fueron en la tienda de campa;a. Se vistieron un poco y estaban tumbados cerca de una hora.
-Bueno, moza bonita ;qu; vamos a hacer m;s? ;l era primero que interrumpi; el silencio.
-;Eres un bravo! Pronto has restablecido las fuerzas, justo como si tengas dieciocho a;os. ;Lo sabes? ;Soy tan depravada, tal perra! ;Tengo tal deseos vergonzosos!
-;No te he dicho antes que los deseos sexuales son santos, si no son peligrosos? Yo te azotar;a aqu; para olvidar las lecciones, pero me da pereza ahora.
-Quiero que t; violes mi virginidad en segunda vez, - la moza pronunci; en voz muy baja, apareciendo como una conjurada, y los ojos p;caros centelleaban con pasi;n. ;l comprendi;, pero pregunt; por si acaso: -;Qu; lo significa?
-;Qu; eres poco perspicaz! ;A d;nde me tocas con el dedo cada ma;ana en el r;o? Aqu; has despertado tales deseos conmigo. S; que duele, pero he acostumbrado, - su habla se convirti; en el susurro y los ojos se encendieron con la pasi;n. - Quiero estar empalada: te tumbar;s de espaldas y yo acuclillar; a ;l y dar; saltas, estando en la pose de jinete.
-Bien, hoy es tu d;a, mi bella. Pasando a trav;s de los sufrimientos, tienes derecho a elegir. Diciendo sinceramente, quiero lo mismo, - ;l sac; la pomada de sintomitsina del botiqu;n y sali; de la tienda de campa;a. - Vamos a hacerlo aqu;, sobre la hierba.
-Vamos, - la chica respondi; en voz muy baja y apasionada.
;l ungi; el objeto que se aument; hasta el l;mite de nuevo y se tumb; de espaldas.
Inga, toda temblando, pas; por encima del compa;ero echado as; que sus piernas se encontraron de lados diferentes de ;l, y ella se volvi; de cara a ;l, se acuclill;, tom; en su mano el "instrumento" y comenz; a "espetarse" sobre ;l.
-;Ay! - mordi;ndose el labio sea del dolor, sea de la pasi;n, empez; a moverse, al principio despacio y con precauci;n, entonces gradualmente m;s y m;s y gem;a r;tmicamente con los movimientos. Antes ;l ha terminado, ella tuvo ;xito de terminar varias veces y la ;ltima vez, cuando ellos terminaban todo junto, sus gemidos reiterados se convirtieron en los gritos con lamentaciones: ";As; me, as; me, que soy una moza malcriada, desgarrarme!" Escuchando de lejos, pero sin ver que ten;a lugar, pod;a reflexionar que ella estaba azotada de nuevo. En la cima del deleite ella rug;a y bramaba como una bestia salvaje. Al poco tiempo los dos fueron al r;o para lavarse.
-;Entiendes ahora que hace tres semanas viv;as en un mundo otro completamente, en el mundo muerto, y que durante varios d;as has hecho el gran salto del mundo muerto y descolorido en el mundo vivo y pintoresco?
-Aun preguntas... ;Por supuesto!
-As; que aqu; va: no olvides el d;a de hoy y no regreses nunca all;. All; es el infierno, la oscuridad. All; es la muerte, el c;ncer, el alcoholismo.
-;Quieres que quede para siempre contigo en el bosque?
-Por desgracia, eso no es posible, digo acerca de otra cosa. Simplemente: estando f;sicamente en el mundo de ellos, queda en tu propio. Fingiendo que eres como ellos, queda t; misma. Incluso por un minuto no olvides que t; eres. En lo relativo a ellos, eres como un agente enemigo que no puede descubrirse, con mayor raz;n, no ponerse de parte de ellos en ning;n caso. De otra manera t; traicionar;as ti misma, y s;lo t; ser;s mala debido a eso, no para m;. Aunque en lo relativo a m; eres una esclava, la moza forestal que azoto y azotar; cada d;a, pero en lo relativo a ellos eres una princesa y ellos son plebeyos, las nulidades que han menospreciado los talentos que son ciencia infusa. No olvides nunca ni los conocimientos, ni la felicidad que has hallado aqu;.
Y el sol ha pasado m;s all; el barranco y se inclinaba a la puesta, haciendo las sombras largas. Ellos hablaban, se besaban y cantaban las canciones cerca del fuego. La noche aproximaba, y al poco tiempo ella se ha entregado a ;l de nuevo.

Cap;tulo 8.

Era el 1985. En aquel a;o el verano ha hecho c;lido, seco, sin embargo, no muy caluroso. En todos lados de la vida los cambios hipotecaban, de los cuales la mayor;a de las personas no sospechaban, aunque ten;an avidez de ellos. Incluso en la naturaleza no ten;a lugar de todo tranquilo. Estaba claro que no estaba dado a evitar el cambio futuro del clima, los cient;ficos s;lo disputaban conforme a cual gui;n lo se desarrollar;n, y sobre la Ant;rtida el agujero de ozono se manifestaban, amenazando.
Este a;o un principio estaba fundado, el principio del fin de la m;s inhumana ideolog;a que no ha dado a ning;n pa;s la felicidad y la prosperidad que estaban prometidas, sino en vez de ellas el hambre, la guerra, la sangre, la infamia y la traici;n. Y todo eso estaba fundado sobre la sustituci;n de los sentidos religiosos naturales que son propios de cada alma humana, en la adoraci;n forzada, fr;a y formal a los ;dolos falsos. Es posible desde alg;n lugar del espacio, pero m;s bien de las otras dimensiones misteriosas que no sabemos, un virus mortal ha invadido en el cuerpo de la bestia escarlata del totalitarismo que todav;a era fuerte y no recelaba nada y qu; se ha divertido bien en la fiesta sangrienta del siglo veinte que en algunos pa;ses ha aniquilado varios diez por ciento de la poblaci;n, convirtiendo los dem;s en zombi que bailaban al son de la flauta diab;lica. Esto se preparaba el principio del fin de la m;s hip;crita y de la m;s vivaz forma de su existencia, es decir el comunismo que ha aguantado la m;s cruel competencia con el fascismo que es un fen;meno vivaz menos, pero sobresal;a bajo la bandera roja tambi;n. Con sus banderas estas dos ideolog;as bien han comprobado la predicci;n del Apocalipsis de san Juan sobre la bestia escarlata.
Todo este siglo los destinos humanos se embrollaban y estaban barajados como las cartas en la baraja. Como sobre la superficie del oc;ano fant;stico "Solaris", perturbaciones extra;os y las corrientes enigm;ticas se formaban en la sociedad, preparando la gran onda de los cambios. Sintiendo su fin, la bestia herida resist;a, destruyendo las vidas humanas y alcanzando las victorias temporales, pero en general la muerte no pod;a vencer la vida, como la oscuridad no puede vencer la luz. En general no es la muerte, sino es la vida que alcanzaba la victoria y alcanzar; la victoria siempre. Precisamente una de tales victorias bien ten;a lugar en este bosque perdido, arrebatando de las patas descarnadas de la sociedad muerta, de la sociedad que ignoraba el amor, de la sociedad que ignoraba la primavera, de la sociedad donde incluso "el sexo no estaba", ;l ha arrebatado de esta sociedad un alma humana inapreciable. Su mentor entend;a que ;ste es m;s importante que plantar un ;rbol. ;ste es m;s importante que construir una casa. Incluso ;ste es m;s importante que dar a luz a un humano, si no es predestinado a ;ste humano convertirse en una persona que es capaz de pensar independientemente. Este verano encaj; como una perla hermosa en el ornamento de la biograf;a del mentor que no era tranquila, sino saturada de la lucha. Para esa gran cosa que ha ayudado a cumplirse, ;l recib;a la recompensa aqu; y ahora. Inga se convert;a en su amante, en la alumna apta, en la esclava resignada y devota.
;l continuaba a azotarla regular por cada peque;o fiasco en cualquier objeto que ;l la ense;aba, pero ahora ella aprendi; a recibir los castigos con entereza, alegremente y con sumisi;n, sin decir esta boca es m;a, incluso sin pesta;ear. S;lo la gente que la bien conoc;a, si la ve;an, podr;an, notando el m;s peque;o cambio del color o de la expresi;n de su cara, imaginar qu; dolor que ella sent;a en estos momentos.
Los castigos eran severos como antes, y ante ellos la chica ten;a miedo un poco cada vez, aunque ella lo disimulaba. Eso y tambi;n su mentalidad liberada de los prejuicios de la muchedumbre, todo eso junto favorec;a al adelantamiento fuerte del proceso de la ense;anza a ella. Y ;l ense;aba a ella las artes marciales y la ciencia antigua japonesa del espionaje, es decir el ninjutsu, junto con eso ;l acostumbraba a ella de trabajar mentalmente. Con ;l ella enteraba muchas cosas de la ciencia de las delicias sexuales. Aunque duro, pero tuvo ;xito de dejar la posibilidad a ella de elogiar las ventajas del sexo t;ntrico, sin embargo, despu;s de eso ;l ha advertido a ella:
-Si observas algo tuyas capacidades ins;litas, no cuentes jam;s sobre eso a nadie, incluso a m; ni a otra persona intima en aquel mundo.
-;A fin de no perder estas capacidades? - Ella mir; el mentor a la cara y cay; que no se ha equivocado. ;l callaba largamente, al fin pronunci;:
-Tienes ;xitos.
De hecho, Inga ten;a ;xitos en todas las cosas, incluso en la auto-flagelaci;n. Ahora pod;a azotarse sobre los m;s vulnerables puntos: conforme la diestra, as; la mano izquierda - las dos manos obedec;an sin despistarse a ella hasta veinte l;tigos.
Ella aparec;a y desparec;a en el bosque, toda rayada, pero feliz, una esclava fiel relativamente a ;l y una reina orgullosa a la vez, viendo relativamente a todo el mundo restante. A veces, cuando el mentor, mirando a ella, se daba cuenta lo enteramente de qu; ella era y en qu; ella se ha convertido, las l;grimas de la felicidad se acercaban. ;Qu; es lo que ha hecho ;l de ella? Ahora ella era o una amazona, o una esp;a, y es probable que pueda competir con la c;lebre Mata Hari. Se ha convertido en tal que pueda penetrar a donde, parec;a, no era posible penetrar; que haga su truco, qu;, parec;a, ni por imaginaci;n a hacer; y que desparezca sin que la vieran, inspirando un espanto supersticioso en el adversario o dejando le en la oscuridad absoluta, seg;n la misi;n.
-;Por casualidad, no para prepararme para robar un banco?
-Durante toda mi vida la m;s valiosa cosa que rob; una vez, es dos kilogramos de la mortadela del supermercado. Yo ten;a dinero y no estaba hambriento, sin embargo estaba enojado con estos trabajadores que organizaron as; que hacer cola durante dos horas como bestias, aunque pod;a prescindir sin eso, y sospecho que una mala intenci;n ten;a lugar. Estos idiotas de la ;poca de Brezhnev, gustan a ellos de mostrar su superioridad imaginaria y yo ten;a necesidad de descargarme psicol;gicamente. Pensando del futuro, cualquier cosa podr; tener lugar, pero en todo caso no me gustar;a a estafarte. El caso es que yo he ayudado a convertirte en libre y feliz y tu libertad puede estar protegida de firme. ;Es que recuerdas como ten;as miedo estar en contra toda la gente siendo aislado? Ahora no tienes nada que temer, porque sabes hacerlo. No tomes nunca una resoluci;n, sin premeditar. Ten en cuenta que cada uno puede equivocarse. Estando contigo aqu;, una vez comet; un error.
-Copi; Vysotsky, cuando cantabas.
-;Adivinaste genialmente! Y ten en cuenta m;s: no tengas de copiar nadie, jam;s, s;lo en caso de emergencia, e incluso entonces esforzarse que la situaci;n similar no dure largamente. ;No hice un error m;s?
-No hay.
-Pero ya durante todo el mes t; gozas de tales capacidades, incluso un jabal; puede fallar de sentirte, no s;lo m;. Qu; si te evadiste, y si yo tu alcanzo, ahora no se sabe qui;n es m;s fuerte entre nosotros.
-Sin embargo, sab;as que ya te quiero durante dos meses. M;s bien, un perro de pastor se evadir; de su due;o.
-Y ahora ten en cuenta: no regresar;s nunca en aquel mundo, donde viv;as antes. - Esta vez Inga fall; de adivinar:
-Las noches se convert;an en m;s largas, las hojas en amarillas, y las aves vuelan al Sur. ;Es as;?
-No hay. Regresar;s en Mosc;, pero no lo reconocer;s. Ahora la ciudad es otra completamente, la gente es otra completamente.
-Sin embargo, escuchas la radio. Ti mismo dec;as, si las reformas tienen lugar, pero dentro de cinco a;os, no antes, - de nuevo Inga no adivin;.
-Este no es Mosc; que ha cambiado, sino t; eres.
-;Y qu; hay de ti?
-No puedo ir all;. Y este no es el sur, para donde dejo. Si no hacerlo ahora, entonces puede que la ocasi;n no se presentar; jam;s. Ora por m;. Eso ser; m;s dif;cil que secuestrar las mozas.
-Vas a dejar para Carelia... - ahora era su turno de abrir la boca debido a la sorpresa. ;l se conten;a, pero si ella mir; en su alma, all; todo estaba c;mo despu;s de la explosi;n de una bomba.
-;Yo creo en ti! De esta manera que eres, tendr;s ;xito. Pero por si acaso ten en cuenta: en el extranjero ni yo ni mis parientes no conocemos a nadie. Si m; env;as la invitaci;n, cuando aclimatar;s en el estilo de vida all;, bajo cualquier nombre que ella sea, a pesar de todo sabr; de qui;n y vendr; a ti. ;Es que pronto comenzar;n a soltar del pa;s?
;l no contestaba largo tiempo, porque no pod;a recuperarse del choque de una vez, porque ahora ella era capaz de leer sus pensamientos. Al fin ;l confirm;:
-Todo va de tal manera.
-Y cuando salgamos de aqu;?
-Por la ma;ana.
-;Querer decir, todo va a terminar?
-Recuerdas, yo te ense;aba: todo cambia y no es posible evitarlo. A donde quiera que vayas, qu; quiera que crees - todo cambiar;.
De s;bito Inga cay; de rodillas y comenz; a sollozar, abrazando sus piernas:
-;No quiero! ;No quiero separarme contigo! ;Nunca, nunca tal reuni;n no tendr; lugar m;s, ;sa es una rareza, tal cosa no puede repetirse!
-;Inga, consigue un apret;n! Manifiestas la debilidad de car;cter. Un enemigo inteligente no perder;a nunca tal ocasi;n a sacar ventaja de tal momento.
-Aqu; no est; nadie, excepto nosotros.
-Pero toma en consideraci;n lo para el futuro. Y ahora di a ti misma: "ante todo soy una ninja". Lo muy alienta.
-Pero no soy una ninja. Yo no nac;a en Jap;n y no me entreno desde el nacimiento, sino desde veinte a;os. Aunque tengo ;xito, pero este no es la misma cosa, lejos.
-Por un lado, no es eso, sino por otro lado algo m;s que un ninja. Ellos eran ejecutores ciegos, ten;an un deber, ellos serv;an para alguien, pero t; eres libre de los todos. Eres una persona fuerte e independiente. Conmigo aprendes, pero ti misma dirigir;s el combate, por tu propia iniciativa. Ti misma sopesar;s y decidir;s todas las cosas. Soy tu mentor, tu maestro, pero no soy un comandante a la guerra.
Inga empez; a calmarse un poco.
-Yo mismo no quiero separarme contigo a la misma manera. Levanta, - ;l comenz; a apretarla y acariciarla. - Y comprende eso. Si nos separamos la ma;ana, entonces hay una gran cantidad de posibilidades que dentro de varios a;os de encontrarse contigo de nuevo y en condiciones m;s seguros. Ahora ya conozco todas las entradas y salidas a la frontera entre Carelia y Finlandia. Pero si continuamos aqu;, puede pasar que no nos encontremos m;s nunca. Aqu; la tierra arde debajo de mis pies. Sabr;s... en Mosc;.
-Desde hace mucho no zurrabas a m; duro, como entonces por evasi;n ni cuando me entregu; a ti la primera vez. Ata m;, arma una tunda cruel a m; en la despedida o de otra manera la ma;ana no tendremos tiempo. Que me siente duele durante tres d;as, en cambio estos d;as m;s claramente record; ti y todo eso, - ella hizo un movimiento circular por la mano.
-;Oh, mi querida amiga forestal! Te amo y voy a satisfacer tu petici;n. Saca las cuerdas, vayamos.
Al fin ella se sonri;.
-;Sabes qu;? Ahora no tengo miedo en absoluto. Ella ech; un vistazo lascivo a ;l y pronunci; alargamiento la frase que se convert;a en favorita en tales ocasionas:
-;Oh, ahora qu; jab;n me va a pasar!
-;Eres una buena muchacha! Tal c;mo est;s ahora, me gustas m;s, a;n no querr;a azotarte. Aunque nuestro amor es cruel, sino bello, porque el amor es bello en todos sus manifestaciones y nos tendremos sus reglas.
-;En qu; posici;n pongo ponerse?
-En la despedida, una vez elije t; misma.
Inga reflexion; en eso. Al principio ella quer;a, como de costumbre, ponerse a cuatro patas, pero, recordando sus fantas;as sobre la ejecuci;n en la plaza, en el pat;bulo y el l;tigo est; en las manos del verdugo que est; cubierto en el capuch;n rojo con las ranuras para ojos, al fin tom; la decisi;n:
-Vamos a hacerlo, estando de pie, cerca de ;rbol, como en aquella vez, cerca de este ;rbol, - y ella se;al; con la mano a un abeto a;oso.
-Haz lo que quieres. Inga llev; las cuerdas y ;l comenz; a atarla. -Es posible, trato en vano, ahora te has convertido como en f;rrea.
-Sin embargo, estar atado tengo m;s inter;s.
-Haz lo que quieres.
La preparaci;n estaba terminada. Ya Inga se ha afilado aguantar, apretando los labios, mirando en el suelo. Ya el tratamiento comenz; aqu;, pero la chica estaba de pie, como en f;rrea, de hecho. C;mo en Esparta ella aguantaba el dolor que parezca incomportable para muchos. Las primeras cicatrizas brillantes con las gotas de la sangre en sus puntas, en el fondo de cuales las pistas pasadas se empa;aron, ya adornaban las orbes seductores de la chica, pero la cara no cambiaba, s;lo se ruboriz; un poco, sin embargo, la cantidad de las pistas del juego cruel se a;ad;an cada vez m;s. Esto se prolongaba durante mucho tiempo. Entonces, cuando el culo estaba azotado c;mo es debido, no obstante, algo empez; a cambiar en su cara, y era dif;cil de explicar eso con palabras, especialmente de discernir lo que ten;a lugar de hecho con ella. Ella terminaba, pero se esforzaba no manifestar en exterior ni dolor, ni pasi;n. El l;tigo continuaba a silbar y ella tuvo ;xito a terminar dos veces m;s. Cuando todo ces; y ;l se acerc; para desligarla, ella dijo en alguna voz cambiada:
-Espera un momento. Ahora frota con la sal.- La entonaci;n era extra;a. Antes no lo o;a de ella.
-;No es que demasiado mucho para ti?
-;Yo dije, frota! El tono era claramente imperativo. -Aguantar; todas las cosas. - Las ;ltimas palabras estaban dichas con alguna felicidad fan;tica.
;l se fue y regreso inmediatamente con un pu;ado de la sal mojada y de una vez empez; la frotar. Una l;grima escap; de los ojos de la chica que ahora se convirti; en tal atrevida, y ella sonri;. No era posible comprender que hay m;s aqu;, ni el sufrimiento ni la felicidad.
-Ahora yo ti amar; m;s. Y siempre, cuando estar; triste, recordar; de lo que acaba de tener lugar aqu;. Ahora quiero entregarme a ti, estando atada.
Los dos terminaron r;pidamente y a la vez, y en este momento ellos estaban como si se trasladen en alg;n ;rea encantadora. A partir de ahora este ;ltimo d;a alumbrar;, como un proyector brillante. Cada de ellos podr; con seguridad, sin la menor duda, confirmar que la felicidad en la vida EXISTE. S;lo tenemos que extraerlo desde el subsuelo de propio "Yo". En este bosque ellos conoc;an la felicidad, sin mirar desde lado, sino prob;ndolo en ellos mismos, examinando una gran cantidad de sus facetas figurosas, comprendiendo una gran cantidad de sus posibilidades, la cantidad que es inabarcable e inagotable.
Y los ;rboles callaban... Los ;rboles no callaban simplemente, sino ellos callaban acerca de algo que no es traducible en la lengua humana. Y los ;rboles callan, como una vez alguien desconocido hab;a dicho, sobre el Paradise Perdido, donde Adam y Eva viv;an. Iglesias diferentes interpretaban de diferentes maneras la esencia de la ca;da, pero omit;an lo esencial. ;Por qu; ellas que hablan as; mucho acerca del amor de nuestro Se;or Jes;s Cristo, pero no se han aprovechado por Su doctrina: a conocer un ;rbol por sus frutos?. ;Y cual era el primer fruto de la ca;da? Aqu; ;l es: Adam y Eve empezaron a avergonzaron y pusieron los pa;uelos sobre las caderas. La opini;n p;blica hab;a aparecido, es decir ";Qu; la gente dir;? "Qu; la princesa dir;, Maria Aleksevna" (la cita de «El mal de la raz;n», la obra de Griboyedov - la nota del autor) Ellos no ten;an que avergonzarse de Dios que hab;a creado ellos, el hombre y la mujer, como ellos eran. Ellos hab;an comenzado a avergonzarse de la opini;n p;blica que hab;an puesto en vez de Dios. Ellos hab;an comenzado a avergonzarse de este mundo, de qui;n pr;ncipe es el mismo sat;n. Y no importa, hab;a dos ni dos mil de ellos. Ellos crearon su propio mundo que calificaron "civilizado", pero no ten;an que tomar junto ellos al mundo este INSTINTO DE CONFORMISMO que acud;a en ayuda del hombre primitivo, pero ahora se convert;a en el m;s vulnerable punto para las intrigas del diablo.
Sin embargo, la humanidad regresar; en el Paradise Perdido. Toda la historia se desarrollaba conforme el mejor escenario desde todos posibles, cualquiera unas de sus momentos parecer;an terribles y repulsivos. Estaban incorporados en la historia por las letras de oro estos pioneros que ya han regresado: Jes;s Cristo, Siddhartha Gautama, Mahoma, Krishna y en nuestra era de contrastes - Osho Rajneesh. La gente ha perdido Jard;n del Ed;n porque no era capaz de estimarlos en lo que vale. S;lo aquel que ha conocido la prisi;n, puede saber el valor de la libertad. S;lo aquel que ha pasado a trav;s de oscuridad y ha vencido las m;s dif;ciles vallas para escaparse de ella, es capaz de encari;arse con la Luz Eterna. Aqu; es por qu; esta oscuridad estaba necesaria y estos sufrimientos. Todo eso sirvi; para el beneficio, que la humanidad regrese en el mundo perdido de nuevo, pero ya estando madura, con los conocimientos nuevos que no es posible adquirir, usando s;lo la teor;a, sino pasando trabajos sobre la propia experiencia de cada persona, venciendo todos los obst;culos, pasando todo el camino hasta el final.
Ahora nuestros protagonistas los dos iban por este camino. Por el destino, el secuestrador misterioso era primer que se ha puesto en camino, cogi; r;sticamente una amiga que reposaba en el basurero de la historia, despert; a ella r;sticamente tambi;n y abri; los ojos a ella. Ahora ella es capaz de ir por este camino por cuenta propia y no regresar; nunca a este basurero.
-;C;mo nos despediremos? - Inga pregunt; a la ma;ana siguiente.
-Aqu; hay un lugar bajo en el r;o, voy a ayudarte vadear. Entonces hablaremos y a la vez nos reculamos hasta que cesaremos a o;r el uno al otro, entonces cada uno seguir; su propio camino. C;mo tienes que irte, ya tom; por escrito, al nordeste, pero mejor encontrar una vereda. All; tienes a ir siete kil;metros hasta estar una parada de autob;s. All; varias veces en d;a un autob;s pasa hasta una ciudad que en breve se nombrar; Serguiev Posad.
-;Y c;mo actualmente se nombra?
-Zagorsk.
-;As; que ah; a d;nde vinimos de all;, desde Rogachevo! ;Y d;nde atravesamos el canal?
-Recuerdas, t; te asombrabas que ya por la noche yo te llevaba con el vendaje sobre tus ojos, caminando a lo largo un asfalto? Era lo que atraves;bamos el puente en aldea Morozki.
-;Y tienes que irte a Dmitrov?
-Adivinaste. All; es el m;s lento tren hasta Piter, pero dejar; a un lado Piter, bajando en estaci;n Mga. Hizo las mochilas, ;l dio a ella dos bolsas, en primera ech; las avellanas, en otra ech; los pleurotos que ellos han recogido, ;l dio a ella el dinero para el viaje, quit;ndose las botas de goma, llev; a ella a la orilla oriental del r;o y regres; en su lado. De s;bito Inga se ocurri; de repente: -;Esp;rate! No te vayas. No pregunt; la cosa m;s importante. -;De d;nde t; te has enterado sobre m;, es decir que yo existo en este mundo?
-Hace seis a;os, trabajaba en el campo de la topograf;a. Una vez un viajo de negocios a la ciudad Volzhsky estaba revocado. Era la parada, el tiempo pasaba en vano y nuestra brigada estaba enviada a un encargo por un d;a en Mosc;, en tu callej;n, en barrio Sokol. Mientras mi colega hac;a los bocetos, yo estaba de pie con el rake en la esquina de tu casa y escucho, como te azotaban. ;Oh, c;mo yo sub; entonces! Decid; obligatoriamente a mirar a esta chica, aunque de lejos. Eso no era dif;cil. Result; que eres en mi gusto... Por mejor decir... Mi ensue;o. Sin embargo, entonces eras demasiado joven, aunque ya entonces hab;as cristalizado. "Crece m;s pronto, mi bella, y yo te secuestrar;" - Yo tom; tal resoluci;n. Ten;a mucho que hacer, pero hay tiempo m;s que suficiente para bien planificar y preparar la operaci;n del secuestro de ti.
-Significa que aquel d;a infeliz, cuando me han azotado c;mo es debido, result; que era el d;a m;s feliz. ;Qu; milagro! ;C;mo sucede! Sin embargo, parece, eres m;s joven. ;Es que yo te ve;a desde la ventana?
-No has distinguido. Entonces yo traspal; el gorro de punto a los ojos para ocultar las arrugas en mi frente, ya entonces ellas eran y mi complexi;n era esbelta siempre. Incluso ahora, a veces llaman a m;: "Hey, chico". Si miro atr;s - piden perd;n.
Inga estaba de pie, siendo alegre. Esta informaci;n inspiro una onda fresca en su conciencia de propia felicidad. Ellos empezaron a dispersarse lentamente, reculando atr;s y continuando la conversaci;n.
-Bien comprendo LO QUE has hecho por m;. Si sin ti, yo estar;a con ojos cubiertos durante toda la vida. ;C;mo puede agradecerte?
-Agradece ;l y no olvides a orar a ;l, - el mentor levant; el ;ndice arriba, - para que ni t;, ni yo no nos encontremos tras el alambre espinoso. No me est;s obligada por nada. Eres libre y libre completamente.
-;Incluso ser infiel para contigo?
-No puedes ser infiel para conmigo. No puedes ser infiel para con una persona, jodiendo con un perro. Con aquellos que encontrar;s, incluso si su orientaci;n sexual coincide con tuya, a pesar de todo no tendr;is tema de inter;s mutuo, adem;s del sexo. Trata de abrir sus ojos, pero no olvides acerca de las perlas y los puercos. Y tienen celos aquellos que tienen miedo de encontrarse peor que los otros, pero yo no lo tengo miedo en cualquier caso: yo s; mi valor.
-D;game tu nombre, por lo menos en la despedida.
-Soy un humano del planeta Terra. Mi apellido simboliza la vejez, es posible, la sabidur;a tambi;n, aunque no es nada que podr;a aprender de nuestros viejos: son m;s tontos que capirotes, gracias al poder sovi;tico. Mi nombre viene de la palabra "vida" y nombre patron;mico viene de la palabra "humano". Te lo informar;s en Mosc;.
-;Qu;?
-;Informar;s en Mosc;! - ahora ;l grit;, ya subiendo a la orilla alta del r;o.
-;De qu; manera?
Ellos reculaban atr;s con precauci;n y ahora cesaban de o;rse uno a otro. Y entonces su amado reuni; todas las fuerzas y lanz; un gran grito:
-;Hasta la vista, Inga, mi amor!
-;Hasta la vista, mi amado, cuida de ti mismo! ;Te necesito!
-;Nos entrevistaremos! ;Entrevistaremos sin duda! - reson; con el eco a todo el bosque.

Cap;tulo 9.

Muy en breve Inga sali; en la vereda que estaba casi se cubierta de los ;rboles y se puso en camino, al nordeste por este camino. Esper; el autob;s cerca de hora. Estaba de pie en el autob;s lleno. En Zagorsk, en la plaza que est; cerca de la estaci;n de tren, dos algunos idiotas se;alaban a ella con el dedo. Ella record; que ahora est; tras la l;nea enemiga y comenz; a multiplicar los n;meros de tres cifras, calculando mentalmente. Este a;ad;a impasibilidad y ayudaba a esconder la secreci;n de las vibraciones de la propia aura. Mientras esperaba el tren de cercan;as, la preguntaban varias veces, ;"Qu; hora es"? o ;"C;mo llegar al..."?, pero en realidad, aparentemente, quer;an examinarla mejor. En el tren, entonces en el metro, se sentaba, aguantando el dolor despu;s de ayer. Los padres la esperaban de d;a a d;a. Ya hace tiempo ellos se han calmado. Su secuestrador y ahora su amante hab;a cuidado eso ya hace varios a;os atr;s, apropi;ndose de varios cuadernos escolares de Inga que no era muy dif;cil para su temperamento decidido. ;l estrope; mucho del papel, antes de escribir la primera carta consoladora a los padres de Inga, industri;ndose para falsificar la escritura de Inga tan destreza que s;lo un profesional en el dominio de la peritaci;n podr;a revelar la imitaci;n. El contenido de la carta era que ahora ella es adulta, es capaz de tener su propia vida privada y el otro d;a ella va a escullirse desde la aldea en una direcci;n desconocida, sin que la vieran, tambi;n que ella desconf;a a la amiga Tania, por eso la amiga no sabr; nada tampoco. Asegur;ndose que ya el secuestro es preparado y el malogro de la operaci;n es improbable pr;cticamente, ;l mand; esta carta, parece que desde Inga, pero ;l mismo la escribi;, desde la ciudad Konakovo. (Una ciudad que se encuentra 160 km de Mosk;, pero no es de la regi;n de Mosc;, sino es de la regi;n de Tver - nota del autor). ;l sab;a que las cartas van muy mucho tiempo desde la provincia de cualquiera otra regi;n, es posible que m;s largo que semana y el lacrador de Konakovo en la portada confundir; las pistas de la chica que despareci;.
Las cartas posteriores estaban escritas por la mano de la hija en realidad. Inga las ha escrito gustosamente y escribir;a incluso sin tener miedo estar castigada. Si la hija despareci; y no son ninguna noticia de ella, la imaginaci;n de los padres podr;a pintar los cuadros mucho m;s terrible que lo que ten;a lugar de hecho. Sin embargo, su inquietud ser;a in;til. Ser;a imposible encontrarla, incluso si la seguridad del Bur; Pol;tico del Comit; Central del PCUS dependa de eso. Si no pueden ayudar, entonces que se calmen.
;l viajaba a Mosc; para hacer compras, a la vez mandando de all; las cartas de ella y para apresurar el regreso y la moza no tenga tiempo a evadirse, gastaba el dinero conmensurable con el salario medio por el taxi, incluso las v;veres. Siempre ;l regresaba a tiempo, antes que su cautiva, estando emboticada por los antipsic;ticos, se recupere completamente. En la ;ltima carta la hija pr;diga prometi; a regresar en el otro d;a, sin nombrar en cual d;a.
Despu;s de tercera carta, sin embargo, los padres se han decidido informar en la polic;a sobre eso, presentando esas tres cartas. Ya ten;an tiempo para calmarse.
Un juez de instrucci;n Puzyrkov, metido en carnes y con la barbilla doble, ;l estaba ocupado de la investigaci;n de dos robos con fractura y adem;s de un asesinato sin abrir de un broquelero, descarado y borracho desde habitantes y es claro que el asesino no era de este barrio. Este pleito que tan duro logr; librarse y era cargado sobre un colega - debido a todo esto ;l era presto a desatarse e insultar a los visitantes, porque pasaba plaza de un c;nico, de una persona palabruda y de un apasionado por los chistes chocarreros entre su colaboradores. Cuando personas desconocidas adivinaban sobre su profesi;n, siguiendo alguna se;al que era dif;cil de explicar, ellos preguntaban francamente: ;Es que trabajas en los ;rganos? - entonces Puzyrkov lo convert;an en una broma, contestando: "Estos ;rganos, donde soy capaz de trabajar bien, son femeninos". Sin embargo, viendo los c;nyuges que eran vestidos con elegancia y ten;an cerca de cincuenta a;os y estaban conformes completamente con la ordinariez sovi;tica de la ;poca de Brezhnev, ;l decidi; conseguir un apret;n y entrar en el fondo del asunto. No era tan tonto, para mostrar su descontento a estos visitantes, especialmente en esta forma que es propia de ;l.
La informaci;n que ellos dieron, alegr; a ;l, porque no lo obligaba nada. No hay ninguna raz;n a iniciar un expediente criminal en virtud de cualquier art;culo. Incluso mejor que eso. Zatsepin, uno su amigo desde el KGB, de qui;n gabinete estaba en el cabo del pasillo, ;l daba a Puzyrkov muchos de los consejos sabios, a trav;s de cuales era m;s f;cilmente a coger los criminales. Por eso Puzyrkov ten;a que dar los signos de atenci;n a la rec;proca, dando la informaci;n que pudiera encontrarse ;til a veces. Lo esencial es a hacer como que se esfuerce. Lo m;s probable, todas estas cosas una tonter;a, pero ocasiones raras suceden, donde la "tonter;a" funciona s;bitamente. ;l sab;a que ahora el Comit; (KGB) es preocupado por la b;squeda de un escritorzuelo inalcanzable que aporta su ;bolo en el "samisdat" (las publicaciones ilegales en la URSS - nota del autor) y adem;s propaga las octavillas con las instrucciones de la desobediencia a las autoridades sovi;ticas y de la lucha contra ellas. Una vez Zatsepin cont; que este plum;fero que es un reo ausente, tiene una inclinaci;n para secuestrar las mozas. Hace mucho, m;s de diez a;os ;l era cogido en la preparaci;n del secuestro se su querida en el barrio K;ntsevo, cuando hab;a molestado a los padres de la chica que ellos han podido meterlo en la c;rcel por poco tiempo por el gamberrismo. Entonces no era posible probar el hecho de la preparaci;n del secuestro y, como dice el otro, la detecci;n de la intenci;n no es punible. El art;culo 206 (el gamberrismo - nota del autor) es una varita m;gica para aquellos que quieren librarse de alguien, pero nada de que quejarse.
";Y si eso ;l mismo es, nunca se sabe? Lo m;s probable que ni es ;l y ni tiene lugar nada secuestro, pero no tiene que omitir la posibilidad de mostrar a Zatsepin que yo haga algunas cosas para ;l, despu;s de todo. Si eso es - ;l estar;a encantado, esperar; que tal vez este graf;mano sea cogido, entonces sus jefes a;adir;n una bagatela en sus hombreras, aumentando su rango militar"- as; Puzyrkov calculaba mentalmente.
-Desde luego, yo estoy comprendo ustedes,- ;l dijo en alta voz.- Esto no es agradable, sino estar nervioso es una cosa superflua. Usted conoc;is qu; es la juventud actual, a veces sucede peor. La vida instruir;, ella se convertir; en m;s razonable. Y aqu; no hay nada de terrible. Ten;amos muchas tales ocasiones, desparec;an, incluso no escrib;an las cartas, como vuestra hija y ten;amos que trabajar mucho con ellos, entonces aparec;an despu;s de re;ir con sus amantes. S;, tambi;n son decentes, tambi;n son desde las familias decentes. Y aqu; no obstante, ella no olvida ustedes, manda las cartas. A prop;sito, por si acaso ;podr;ais dejar estas cartas aqu;?
-Por supuesto, tomen si ten;is necesidad para el asunto.
-Devolver; les a usted despu;s. Y hay una petici;n m;s. Traigan, por favor, algo que es escrito por su mano, por ejemplo, los cuadernos ancianos de escuela...
-Con mucho gusto, hoy precisamente vamos a traer, algo es conservado.
-Sin embargo, no os inquiet;is, ella no era notada ni una sola vez en algo malo. Ahora, si aqu; ten;a lugar la demanda del dinero, entonces, digo francamente, la situaci;n ser;a peligrosa.
-S;lvame Dios! Sin embargo, veis por s; mismo, ella no demanda del dinero, sino s;lo apacigua y la "vida privada", como veis, como si eso fuera natural.
-;Y por qu; inquietarse? Vagar; durante el verano y regresar;, tal vez se convierta en m;s sensata. Y si manda las cartas m;s, por favor, traiga les ac;. ;No, no! Ella est; bien. Simplemente, aunque no podemos hacer algo de fuero contra este tipo, porque ella es adulta, pero tenemos que llamarle aqu; y conferenciar con ;l, para que no esconda y no turbe la gente siguiente vez. Siquiera s;lo una vez ;l pudo visitar y presentarse a usted.
Los padres trajeron los cuadernos viejos de escuela en el mismo d;a. No por favor, sino por amor, ;l pidi; a otro amigo, que era un experto profesional, incluso en las letras, a verificar de qui;n mano las cartas eran escritas, sin utilizar los canales oficiales. ;sa era una acci;n muy ligera para un experto, pero ;l ten;a que verificar varias veces, si se equivocara. Result; que aqu; hay gato encerrado. Dos cartas eran escritas por la misma mano que los cuadernos de escuela, pero la tercera carta era una falsificaci;n y hecha escrupulosamente.
Con esta noticia alegre Puzyrkov se ech; a Zatsepin. Al principio la pasi;n de cazador apoder; de ;l, pero sopesando todas las cosas, ;l estuvo comprendo que no resultar; nada hasta el regreso de la chica que estaba desaparecida.
-Inmediatamente despu;s del regreso deber;a invitarla aqu;, usando una notificaci;n, y yo conversar; con ella.
Al fin, cuando ya el oto;o bien comenz;, en el apogeo del veranillo, sus dos bramones que ya eran jubilados y estaban continuamente en el esca;o cerca del portal, ellos han informado que Inga, parec;a siendo perdida, apareci; hacia la tarde, estando se vestida de la ropa deportiva que es muy desgastada, de los zapatos deportivos que pas; las de Ca;n, y llevaba dos bolsas con las setas y las avellanas.
La gran ciudad no ha causado a Inga la repugnancia inmediatamente. Sin embargo, ;sta era alguna novedad. Durante varios meses el bosque ten;a tiempo a aburrir a ella, pero aqu; todo aburrir; durante varios d;as. Y de ahora con la curiosidad ella miraba las calles anchas que retumbaban con sus autom;viles que todav;a no aburrieron y el asfalto igual, sin las bajadas y subidas, donde a marchar era tan f;cilmente y ello daba a ella la sensaci;n de ligereza y de dejadez. Los padres la recibieron como una amiga, de igual a igual. Contestando a ellos, Inga dijo amablemente las invenciones, parece que viviera no lejos de Konakovo en la casa de un amante que contaba un poco de ;l mismo, porque trabaja en los ;rganos, entonces ;l aburri; a ella y ellos se han re;ido. Separando, ;l dijo, si ella o alguien otro intenta de comprometerle, entonces los problemas seguir;n. Por ;ltimo, a pesar de todo, ellos se separaron como la gente de bien, tomando el t; en la despedida, le daba a ella las setas y avellanas y ella se fue fuera. Con la l;stima y comprensi;n Inga miraba a los padres que ella ha adelantado lejos en el desarrollo. Estas personas natales estaban mayores que ella por treinta a;os, por desgracia, ellos no podr;an ense;arla a nada. Si ella intenta de compartir sus conocimientos, ellos se tapar;an los o;dos. Incluso si ellos comienzan a escuchar y a disputar, pero a pesar de todo no comprender;an nada. Estaba duele, siendo sentada en la mesa, pero ella hac;a como que todo es bueno e incluso ello la excitaba a su modo. Sin embargo, aqu; la c;lera contra el estado se mezclaba que ha convertido sus padres en zombie con la mentalidad sovi;tica y ella era la misma hace varios meses y pod;a quedar como tal por toda la vida y todas las amigas son las mismas y ahora no ser; interesante comunicarse con ellas. Y el hombre ;nico, con le que ten;a mucho de que hablar, ella podr;a hablar con ;l con la sinceridad que pasa todos los l;mites, durante todo el d;a, pero ahora ;l se alejaba en tren lejos, al noroeste.
Ella pas; el d;a siguiente en su casa, descansando, acostumbr;ndose al ambiente antiguo, haciendo proyectos por d;a a d;a. Al fin el d;a pas;, la tarde lleg;. Ella estaba un poco cerca del televisor que tambi;n aburrir; pronto y a la ma;ana siguiente la notificaci;n desde la polic;a era recibida.
-Ve, mi hija, o a eludir no estar;a bien. Puzyrkov es un buen hombre, ;l compadece de nosotros. ;l se ocupa de tu amigo, pero, parece, un lobo no muerde a otro lobo.
La madre aconsej; a ella a vestirse con m;s elegancia. Inga obedeci;, pero ahora prefer;a en secreto no poner ninguna ropa interior. Ella sali; a la calle. Sin saber porque, ella se acord; que su amante, parafraseando el Evangelio, le dijo a ella o jocosamente o seriamente, varios d;as ante la separaci;n:
-No me ver;s mucho tiempo, sino pronto vas a verme.
Y ella le vio. ;l miraba a ella desde el stand: "Lo m;s buscados":

Se busca un criminal peligroso
Vitaly Adamovich Sedykh,
a;o de nacimiento es 1940,
la polic;a estar; agradecida...

Inga ley; de corrido el texto hasta el fin. No hab;a ninguna palabra acerca de qu; este delincuente ha hecho. ;ste era su hombre del planeta Terra con el apellido siberiano, nombre ruso de origen latino y con el nombre patron;mico polaco. ;l era tan viejo siguiendo el calendario y a la vez tan joven de hecho en la vida, desde todos los puntos de vista.
Estando intrigada, pero sin mostrar ninguna emoci;n en apariencia, ella entr; en la comisar;a y salud; pol;ticamente con el oficial de guardia.

Ep;logo.

Ella era pronto acompa;ada desde Puzyrkov al gabinete de Zatsepin; en el campo visual ella logr; percibir una parte de la inscripci;n sobre la puerta: "... de la seguridad del Estado". Causando la impresi;n decente a todos los empleados en el gabinete de Puzyrkov y en el pasillo, pero en el gabinete de Zatsepin Inga miraba con coqueter;a a ;l, a la vez llam;ndole el "caballero de capa y espada". ;l intentaba hablar con ella lo m;s posible severamente, sacaba la fotograf;a del amante de Inga, llam;ndole un "vende-patrias", pero Inga tuvo ;xito no mostrar ninguna emocia debido a esto, declar; que no conoce a este hombre y parece que su amante ;l mismo trabaja en la polic;a donde ocupa un puesto que no es ;ltimo de ning;n modo.
-Y no gestees. Usted no tendr;is ;xito a causar impresi;n a m;. No s; nada. Y soy convencida que usted no sacar;is los ojos a m;, ni ir;is a joderme por un soldador candente en el culo ni clavarme las agujas debajo de las u;as.
-Sin embargo, voy a azotarte simplemente. A enfaldarte la falda y azotarte con la correa. Entonces cantar;s de otra manera inmediatamente.
-Ya alguien ha estado por delante, - diciendo estas palabras, sonriendo, Inga se levant;, volvi; las espaldas y enfald; el vestido debajo el que no hab;a nada. Las pistas de la azotaina cruel de fecha reciente no dejaban ninguna duda.- Puedes aportar ;bolo de usted tambi;n. Incluso no gritar;, cuidar; vuestra reputaci;n... ;Vamos a cerrar la puerta?
-;Si;ntate! ;Tonta!
De una vez ;l ha comprendido que eso no son los padres que lo han hecho. ;l vio a ellos, este no es su obra. Entonces... todo es claro. Ella es una masoquista y su amante es un s;dico. Zatsepin trabajaba en la instituci;n, donde todos son expertos en tal cosas. Sin embargo, no hay mostrado nada de eso en el expediente de este cliente. Si ;ste es ;l mismo, entonces la capacidad de hacer doble juego en la vida privada le honra. ;No obstante, la buena perra! La conversaci;n entre ellos se cambi; en los temas secundarios, es decir, sobre la vida, porque la oposici;n continua pod;a estropear a ;l la reputaci;n de hecho. Ella no era alguna ladrona peque;a que la polic;a ha detenido en la estaci;n Kazansky, sino una chica atrevida y valiente, pero lista y reservada donde este es necesario, la chica que ya tuvo ;xito a mostrarse ante los empleados afines, es decir ante los polis.
Los dos se beneficiaban de hacer sus relaciones m;s ;ntimos, para obtener uno de otro la informaci;n acerca del mismo hombre. Ella quer;a informarse qu; ;l ha hecho y qu; amenaza a ;l. ;l quer;a convencerse si ;ste es el mismo cliente o simplemente alguno loco accesorio que gusta azotar las chicas y no tiene ninguna relaci;n con la oposici;n. La conversaci;n termin; as; que Zatsepin dio su n;mero telef;nico a ella, despu;s de eso ellos se vieron y se convirtieron en amantes por alg;n tiempo.
Incluso dos veces ;l ha azotado a Inga debidamente con la correa, varias veces ellos han visitado un restaurante. Sus circunstantes sovi;ticos desde KGB eran muy repugnantes para ella, estas personas l;gubres aburridos y funcionales a la vez; ellos miraban de reojo a ella con la arrogancia, las personas que hac;an su carrera, usando la desgracia de alguien que no ser;a jam;s estimado como un criminal en cualquier pa;s normal. Estaba claro que ellos no aprobaban su elegida tampoco, comprendiendo a la vez que ;ste es necesario para el negocio. Zatsepin pod;a entender desde todo ello que no importa si su amante cruel era ;l mismo buscado ni no era, es poco probable que ella sepa donde ;l est; ahora. Ella logr; informarse que ;l es buscado s;lo a causa de pol;tica y que quieren encarcelarle por largo tiempo por la propaganda antisovi;tica y en la medida de lo posible a;adir el art;culo 64 "Cr;men de alta traici;n". En el aspecto criminal, s;lo ella sab;a acerca de los m;s graves "cr;menes" - ello era la instrucci;n del Yoga y karate a ella que era prohibida por el c;digo penal de la Rusia. Acerca del secuestro, ella misma no quer;a separarse de ;l. En el pasado lejano, de hecho ;l hab;a herido con el cuchillo alguien y el suceso termin; por el hospital para la v;ctima y por los disgustos peque;os para el secuestrador, pero desde el punto de vista moral, eso era m;s bien un acto heroico que un crimen. Inga hab;a poco que ver con Zatsepin, excepto el sexo. Ahora deb;a reflexionar, c;mo librarse de ;l.
A Milka que era una de sus amigas que era estimada la m;s bella de la clase, pero no del todo justo, Inga present; Zatsepin, parece que ;l fuera lo mismo amante que todo el verano Inga estuviera metida en la casa de ;l, cerca de Konakovo. Aquella amiga se comi; de envidia e Inga, incluso representando los celos un poco, pero sin exagerar, daba a ella la posibilidad de quitar este "suerte" gradualmente. Zatsepin, siendo aburrido de la vida soltera, ya ;l ten;a treinta y cinco a;os, pidi; la mano de Milka y ellos se han casado en febrero 1986. Milka ha gustado m;s al c;rculo de conocidos de Zatsepin.
En 1991, despu;s del putch, la secci;n, donde Zatsepin trabajaba, era disuelta y ;l se convirti; en sin trabajo. Para recuperar la situaci;n, ;l empez; a viajar en Turqu;a para traficar. Dos a;os despu;s, sin conciliar algo con la mafia, ;l era matado en un tiroteo. Milka se dio a la bebida y se degrad; hasta las tres estaciones de Mosc;, esfum;ndose en el medio de los vagabundos y de las prostitutas.
En lo mismo 1991 Inga se ha conocido un ciudadano de Argentina, de la clase media, dejado a su pa;s y ellos han entrado en un matrimonio formal. No te aflijas, querido lector, tengo una sorpresa para ti: Antonio Pereiro y Sedykh Vitaly es la misma persona. Ellos crearon una comunidad poco numerosa, por eso poco conocida que contin;a la obra de Osho Rajneesh que recientemente dej; ;sta Terra, pero ellos act;an con su propia inclinaci;n espec;fica.
;Qu; puede decir acerca de las relaciones dentro del grupo? Esta gente est; reservada suficiente y es dif;cil de conjeturar sobre lado sexual de su vida. Sin embargo, todos ellos son vestidos de medio cuerpo en el clima relativamente caliente y de vez en cuando puede ver sobre muchos ellos las pistas, ora de la vara, ora del l;tigo, sobre las partes abiertas del cuerpo. Todos ellos tienen el aspecto exterior que es feliz y contento. No se oye hablar nada de alg;n conflicto serio en el grupo. Adem;s de Inga y su Vitaly, no hay m;s eslavos, la cantidad de personas locales tambi;n es muy peque;a, generalmente hay una gente desde Europa y desde Estados Unidos. El grupo no brilla por la riqueza particular, pero ganan para vivir suficiente bien.
Hablando entre ellos, nuestros protagonistas cada vez m;s hablan ingl;s o espa;ol. Casi cada a;o ellos visitan Rusia. Los amigos del grupo les acompa;an. Ellos toman las mochilas y se ponen en camino con las tiendas de campa;a. Habitualmente su ruta comienza desde la aldea peque;a cerca de Rogachevo y termina en el mismo lugar, donde el alma, siendo condenada estar en el aburrimiento y la ignorancia durante toda la vida, ha hallado el conocimiento, la libertad y el camino a la perfecci;n.
Es notado, cuando nuestros protagonistas est;n en Rusia con sus hermanos y hermanas espirituales, en el tri;ngulo Mosc;-T;ldom-Alex;ndrov no llueve nunca. Tal vez ello sea una coincidencia fortuita...
F I N.

La novela era escrita en ruso del 5 al 30 de agosto, en 1999. Era traducida en espa;ol por el autor el 9 de setiembre, en 2013.